El Barcelona Rock Fest cerró este domingo por la noche su novena edición con una jornada final que quedará para el recuerdo de las 25.000 personas que abarrotaron por cuarto día consecutivo el parque de Can Zam de Santa Coloma.
El homenaje de Phil Campbell a sus Motörhead fue el otro gran reclamo de la jornada final de un festival que volverá el año que viene con Halloween como primer grupo confirmado
El Barcelona Rock Fest cerró este domingo por la noche su novena edición con una jornada final que quedará para el recuerdo de las 25.000 personas que abarrotaron por cuarto día consecutivo el parque de Can Zam de Santa Coloma.
Viejos conocidos como Judas Priest y Scorpions fueron los encargados de cerrar por todo lo alto una edición por la que han pasado unas 100.000 personas, bandas como Savatage, Slipknot, Lynyrd Skynyrd y King Diamond, y en la que un año más la novena ciudad más poblada de Catalunya se ha situado como la capital mundial del rock y el heavy metal.
Judas Priest, que siguen dignificando su nombre, aseguraron que volverán
Si la jornada inaugural fue una clara apuesta por el presente con formaciones como Insomnium, Wind Rose y los albaceteños Angelus Apatrida -”tenemos que apostar por estas bandas”, dijo Inés Quintana, de la organización, el jueves-, aunque también contó con las excepciones de dos veteranos como Savatage e Slipknot, el último día fue el más atractivo para muchos, con los nombres más mediáticos y que significó, también, un viaje a esos años 80 cuando, justamente, no despuntaban este tipo de festivales.
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Un total de 12 grupos desfilaron por los tres escenarios del recinto, de nuevo afectado por las altas temperaturas y unas pantallas gigantes a contraluz que fueron inútiles durante buena parte de la jornada. Grave Digger y Stryper en el stage rock, Drank Tranquillity, Doro y los peculiares Alestorm, con tres patos de baño gigantes de decorado, en el stage fest, y Lujuria, Eraso!, Koma y T.N.T. en el rock tent desplegaron sus respectivas propuestas en una clausura que contó con tres shows destacados: el homenaje de Phil Campbell a sus Motörhead y, sobre todo, los clásicos Judas Priest y Scorpions.

Àlex Garcia
Como si fuera un gancho para que el recinto se llenara desde primera hora, el guitarrista Phil Campbel apareció junto a sus The Bastard Sons -sí, literalmente sus tres hijos- sobre las 17.15 horas para interpretar los temas más conocidos de su nueva etapa –We’re the Bastards, Step into the fire y Straight up, entre otros- y los clásicos de su banda, Motörhead, esa que se disolvió tras la muerte de su líder, Lemmy Kilmister, en el 2015 pero que Campdel rememora noche tras noche con himnos como Ace of Spades, Overkill y Iron fist.
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‘Send me an Angel’, ‘Wind of change’ y ‘Still loving you’ no faltaron a su cita
Ya de noche, y con unas pantallas gigantes que entonces sí fueron de gran ayuda, arrancó la nostálgica traca final con una formación fundada en el 1969 y que, 56 años después, sigue dignificando su nombre: los británicos Judas Priest. Liderados por Rob Halford y su característica barba, visitaron por cuarta vez el festival y durante una hora y media -a pocos grupos se les deja tocar tanto- desplegaron éxitos como You’ve got another thing comin’ y Breaking the law en los compases iniciales, y unas Painkiller, Electric eye y Living after midnight con Halford en una moto que cerraron un show que fue un viaje a antaño y que acabaron con la promesa de volver.

Àlex Garcia
Los que también volvieron al Rock Fest y que provocaron que los food trucks quedaran vacíos fueron Scorpions, que celebran su 60.º aniversario. Y es que la historia de estos alemanes con el festival es peculiar. También fue su cuarta participación, pero su caso es especial porque en el 2023, debido a las obras de Can Zam, el certamen se tuvo que redefinir y se trasladó al Sant Jordi Club y pasó a durar solo un día. Y ahí estaban los de Hannover como cabezas de cartel para deleitar a las más de 3.000 almas que se reunieron en Montjuïc.
Este domingo volvieron a lo grande con un concierto que rozó los 100 minutos y que bajó la persiana del stage fest. Es cierto que de la formación original solo queda el guitarrista Rudolf Schenker, pero la voz nasal -ahora algo tocada- de Klaus Meine, que entró en el 1969, es uno de los rasgos más distintivos de la formación, como también que, pese a ser un grupo de hard rock y heavy metal, sus temas más aclamados son baladas.

Àlex Garcia
El show comenzó por todo lo alto con Coming home, a la que siguieron Gas in the tank, Make it real y The zoo. Y ya cuando el calor había vuelto por el delirio colectivo, llegó el momento de los más románticos con Send me an Angel, una Wind of change que ahora interpretan para pedir la paz en el mundo y, como no, Still loving you. Ya en los bises, volvió el metal con Rock you like a hurricane, que cerró la última gran actuación del Rock Fest y emplazó a los asistentes a reencontrarse el año que viene, entre el 3 y el 5 de julio del 2026, con los reyes del power metal, Helloween, como primer grupo confirmado.
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