Xavibo lanza ‘No te enamores’: “Tengo más ganas de escribir en catalán que en castellano”

Probablemente muchos recuerden a Xavibo (Mallorca, 1996) por su llamativa decisión de encerrarse 13 días en un escaparate del barrio de Malasaña, en Madrid. Una extravagancia social que era más que un mero experimento, articulaba una propuesta artística detrás del lanzamiento de su nuevo disco. El compositor mallorquín publicó el pasado 13 de junio No te enamores, una íntima entrega que, con un tono “melancólico y honesto”, busca reflexionar sobre la identidad personal, el ego, la soledad, la presión social y el amor romántico. 

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 El cantante mallorquín iniciará una gira española en octubre próximo, con un nuevo disco que cuestiona el amor contemporáneo  

Probablemente muchos recuerden a Xavibo (Mallorca, 1996) por su llamativa decisión de encerrarse 13 días en un escaparate del barrio de Malasaña, en Madrid. Una extravagancia social que era más que un mero experimento, articulaba una propuesta artística detrás del lanzamiento de su nuevo disco. El compositor mallorquín publicó el pasado 13 de junio No te enamores, una íntima entrega que, con un tono “melancólico y honesto”, busca reflexionar sobre la identidad personal, el ego, la soledad, la presión social y el amor romántico. 

Hace años que vive en Madrid, pero eligió Barcelona para iniciar la promoción de su disco, ya que -dice- siente una conexión especial con el territorio y, por sobre todo, con su lengua. En su nuevo disco, Xavibo (Xavier Bofill Pérez) se lanza a componer en catalán con su sencillo Niguls. Un guiño no solo a sus raíces mallorquinas, también un homenaje a la tierra en la que nació su padre. Una canción que a través del idioma honra su infancia y, mediante la letra, retrata la lejanía. “La canción va de una relación a distancia, que fue de hecho con una chica de Barcelona, pero también me transporta mucho a la relación a distancia que tengo con Mallorca”, afirma.

¿Ha logrado expresar emociones nuevas con el catalán, que no se pueden explorar en el castellano? 

Sí, como musicalmente es un idioma nuevo, de repente se ha abierto una puerta en la que están todas las palabras que nunca había utilizado en música, nunca las he rimado, nunca había escrito en catalán. Para mí ahora es más inspirador el catalán que el castellano y, de hecho, tengo muchísimas más ganas de escribir en catalán que en castellano. Veremos cómo se va equiparando.

No te enamores es un disco cargado de melancolía y tristeza. ¿Por qué hablar del amor desde esa perspectiva?

Yo siempre digo que la nostalgia es la sensación más poderosa de todas, porque junta la tristeza y la alegría. Es recordar con tristeza momentos alegres, es lo que más me inspira y no sé escribir de otra manera. Tenía que escribir de algo que ya ha pasado, tenía que escribir desde el desamor, desde la tristeza. Me hacía mucha gracia que el disco también se llamara No te enamores, que era un imperativo y una advertencia, como “no te enamores porque si no te van a pasar todas estas cosas que me han pasado a mí”.

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Entrevista a Xavier Bofill Pérez, conocido artísticamente como Xavibo, en Barcelona 
Llibert Teixidó

También se critica cómo se ama actualmente, el ego, las relaciones y el amor romántico.

Creo que hay dos cosas que son muy criticables. Primero, la falta de sinceridad. Si no eres sincero contigo mismo, no puedes ser sincero con tu pareja. Y también toda la clase de límites y restricciones que se establecen al principio de una relación y que se mantienen durante toda la relación. Es como si las personas no evolucionaran y no cambiaran. 

Lanzó la canción No te enamores, que da el nombre al disco, un día antes de San Valentín. ¿Fue un mensaje irónico hacia los enamorados?

Sí (ríe), para mí era un poco un toque irónico porque a mí me gusta mucho la tragicomedia. Creo que en toda mi carrera hay un poco de comedia y hay un poco de drama. Creo que tragedia más tiempo es igual a comedia. En San Valentín hicimos un concierto en Madrid gratuito solo para gente soltera, solo podía venir gente que no tenía ningún plan en pareja. Presentamos el sencillo, le dimos arroz a la gente y pasó una novia corriendo en fuga. Hicimos alguna que otra performance y creo que acompañaba muy bien al sencillo. A mí me gusta mucho que cada canción o cada disco tenga un envoltorio. 

Pasé 13 días en un escaparate y me hacía mucha gracia, porque era una paradoja enseñar esa soledad en público. La gente formó parte de la obra porque yo intentaba estar solo y ellos no me dejaban”

Es muy performático…

Yo soy muy teatrero, me gusta mucho el teatro, me gusta mucho la interpretación, estar haciendo el tonto con mis amigos, interpretar algún papel y jugar. Creo que eso me ayuda también a explicar el contexto de las canciones. Todas tienen un universo y me mola explorarlo.

Hablando de performances, para la promoción de la canción No es Justo se aisló en un escaparate por 13 días. ¿Logró aprender lo que esperaba de esa experiencia?

Mí primera intención no era que fuera un experimento social, era para mí un monólogo, una interpretación sobre cuando lo dejas con tu pareja y empiezas a aprender a estar solo. Ves en la sociedad parejas por todos lados, empiezas a ver dos sillas en los restaurantes, vas solo al cine y la pareja de al lado te mira raro. Me hacía mucha gracia porque era una paradoja enseñar esa soledad en público. La gente formó parte de la obra porque yo intentaba estar solo y ellos no me dejaban.  Luego sí se convirtió en un experimento social porque el cristal también fue un reflejo. Vino mucha gente a dar amor y eso fue muy bonito, pero también hubo mucha gente que vino a dar odio o a molestar. 

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En este disco se consolida un estilo que fusiona el folk con lo urbano. ¿Cómo se construyó esta identidad musical?

Creo que todo ha tenido su momento. A mí me atrapó el rap al principio porque se podían escribir canciones no tan largas y con muchísima letra. Yo siempre he sido más fan de la letra que de la música. Creo que cuando uno va evolucionando en esta industria conoce nuevos géneros y siempre me pica la curiosidad. Soy una persona muy influenciable. Un día me contrataron  para pinchar y decía que mi sueño era pinchar en Tomorrowland. Con este disco me pasó que escuché el disco de Noah Kahan y dije tengo que hacer un disco de folk. Me puse a escuchar otra vez a Bon Iver. 

O sea, ahora es el folk pero mañana podría ser otro género.

Sí… bueno, mañana no, pero pasado mañana sí (ríe). De momento vamos a estar un tiempo en el folk, vamos a intentar no escuchar géneros diferentes para que no nos influencien.

Comenzará una gira por España en octubre próximo. ¿Cómo será esa puesta en escena?

Es curioso porque pese a que las canciones son muy tristes, mis conciertos siempre son muy enérgicos. La gente se sale muy sorprendida de los conciertos. Dicen: “venía aquí a llorar y al final he salido saltando”. Vamos a llevar una formación muy bonita con piano, violín, guitarras, bajo, instrumentos de la música country. Creo que, de lo que hemos hecho, es lo de más nivel. La verdad, estoy muy contento.

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