Una Jesucrista madura y empoderada

El regreso de Rigoberta Bandini a la primera línea del asunto musical –edición de nuevo álbum, come back al circuito de los escenarios– refleja por encima de todo la brillante y caudalosa madurez de Paula Ribó. Un estadio vital que en su caso ha exteriorizado con una obra donde, como siempre, lo artístico y lo personal son indisociables. Su condición icónica gracias a tres canciones/confesiones/proclamas como Too many drugs, In Spain we call it soledad y Perra fue propulsada en buena medida por la pandemia, un estatus que se expandió aún más con la canción Ay mamá y su espectacular participación en el Benidorm Fest del 2022 (no ganó pero llegó a todos y todas con su verso “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas”). Tras el retiro de las grandes ligas por comprensibles razones de prioridades, regresa con una formidable capacidad creativa en forma de álbum de veintidós cortes propios. Canciones de trazo muy personal a escala temática, que le sirve como siempre para compartir con el o la que está al otro lado su cambiante estado de ánimo y sus reflexiones sobre el aquí y el ahora a través de su inconfundible voz melódica. Piezas que líricamente visibilizan aquella mencionada madurez, que refleja con espléndida eficacia en Soy mayor , uno de los diversos singles ya aparecidos y que desborda reflexión y autenticidad a lomos de rítmicas sintetizadas. A lo largo del álbum devienen básicas las tareas de composición y producción de Stefano Maccarrone y de su marido y también músico Esteban Navarro, porque la paleta de sonoridades es esencial para vehiculizar las diferentes temáticas: en otros singles como Si muriera mañana manda lo sombrío, mientras que la empoderadora Pamela Anderson es un corte divertido y bailable, o en la admirable Aprenderás , sobre la luz que aparece al final del túnel y cantada junto a Carmen Lancho a base de adictivo pop.

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 El regreso de Rigoberta Bandini a la primera línea del asunto musical –edición de nuevo álbum, come back al circuito de los escenarios– refleja por encima de todo la brillante y caudalosa madurez de Paula Ribó. Un estadio vital que en su caso ha exteriorizado con una obra donde, como siempre, lo artístico y lo personal son indisociables. Su condición icónica gracias a tres canciones/confesiones/proclamas como Too many drugs, In Spain we call it soledad y Perra fue propulsada en buena medida por la pandemia, un estatus que se expandió aún más con la canción Ay mamá y su espectacular participación en el Benidorm Fest del 2022 (no ganó pero llegó a todos y todas con su verso “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas”). Tras el retiro de las grandes ligas por comprensibles razones de prioridades, regresa con una formidable capacidad creativa en forma de álbum de veintidós cortes propios. Canciones de trazo muy personal a escala temática, que le sirve como siempre para compartir con el o la que está al otro lado su cambiante estado de ánimo y sus reflexiones sobre el aquí y el ahora a través de su inconfundible voz melódica. Piezas que líricamente visibilizan aquella mencionada madurez, que refleja con espléndida eficacia en Soy mayor , uno de los diversos singles ya aparecidos y que desborda reflexión y autenticidad a lomos de rítmicas sintetizadas. A lo largo del álbum devienen básicas las tareas de composición y producción de Stefano Maccarrone y de su marido y también músico Esteban Navarro, porque la paleta de sonoridades es esencial para vehiculizar las diferentes temáticas: en otros singles como Si muriera mañana manda lo sombrío, mientras que la empoderadora Pamela Anderson es un corte divertido y bailable, o en la admirable Aprenderás , sobre la luz que aparece al final del túnel y cantada junto a Carmen Lancho a base de adictivo pop.Seguir leyendo…  

El regreso de Rigoberta Bandini a la primera línea del asunto musical –edición de nuevo álbum, come back al circuito de los escenarios– refleja por encima de todo la brillante y caudalosa madurez de Paula Ribó. Un estadio vital que en su caso ha exteriorizado con una obra donde, como siempre, lo artístico y lo personal son indisociables. Su condición icónica gracias a tres canciones/confesiones/proclamas como Too many drugs, In Spain we call it soledad y Perra fue propulsada en buena medida por la pandemia, un estatus que se expandió aún más con la canción Ay mamá y su espectacular participación en el Benidorm Fest del 2022 (no ganó pero llegó a todos y todas con su verso “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas”). Tras el retiro de las grandes ligas por comprensibles razones de prioridades, regresa con una formidable capacidad creativa en forma de álbum de veintidós cortes propios. Canciones de trazo muy personal a escala temática, que le sirve como siempre para compartir con el o la que está al otro lado su cambiante estado de ánimo y sus reflexiones sobre el aquí y el ahora a través de su inconfundible voz melódica. Piezas que líricamente visibilizan aquella mencionada madurez, que refleja con espléndida eficacia en Soy mayor , uno de los diversos singles ya aparecidos y que desborda reflexión y autenticidad a lomos de rítmicas sintetizadas. A lo largo del álbum devienen básicas las tareas de composición y producción de Stefano Maccarrone y de su marido y también músico Esteban Navarro, porque la paleta de sonoridades es esencial para vehiculizar las diferentes temáticas: en otros singles como Si muriera mañana manda lo sombrío, mientras que la empoderadora Pamela Anderson es un corte divertido y bailable, o en la admirable Aprenderás , sobre la luz que aparece al final del túnel y cantada junto a Carmen Lancho a base de adictivo pop.

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