El clima de tensión política ha paralizado todas las instituciones y empieza a afectar al buen momento económico que atraviesa España. No olvidemos que es una economía no productiva, cuyo crecimiento se basa en el aumento de población a causa de la llegada masiva de inmigrantes. Como escribe Miquel Roca Junyent: el Parlamento no legisla; la justicia está cuestionada; los políticos no colaboran entre ellos y tratan de destruirse mutuamente. El desconcierto es total. A esto podríamos añadir que la seguridad jurídica está amenazada a causa de las decisiones erráticas que toma el Ejecutivo. El pacto social está roto. Llevamos dos años sin presupuestos del Estado y todo hace pensar que tampoco habrá en el 2026. Podría decirse que la legislatura está rota. Y esto sin hablar de los casos de corrupción que afectan al Partido Socialista y al entorno del presidente Pedro Sánchez.
El clima de tensión política ha paralizado todas las instituciones y empieza a afectar al buen momento económico que atraviesa España. No olvidemos que es una economía no productiva, cuyo crecimiento se basa en el aumento de población a causa de la llegada masiva de inmigrantes. Como escribe Miquel Roca Junyent: el Parlamento no legisla; la justicia está cuestionada; los políticos no colaboran entre ellos y tratan de destruirse mutuamente. El desconcierto es total. A esto podríamos añadir que la seguridad jurídica está amenazada a causa de las decisiones erráticas que toma el Ejecutivo. El pacto social está roto. Llevamos dos años sin presupuestos del Estado y todo hace pensar que tampoco habrá en el 2026. Podría decirse que la legislatura está rota. Y esto sin hablar de los casos de corrupción que afectan al Partido Socialista y al entorno del presidente Pedro Sánchez.Seguir leyendo…
El clima de tensión política ha paralizado todas las instituciones y empieza a afectar al buen momento económico que atraviesa España. No olvidemos que es una economía no productiva, cuyo crecimiento se basa en el aumento de población a causa de la llegada masiva de inmigrantes. Como escribe Miquel Roca Junyent: el Parlamento no legisla; la justicia está cuestionada; los políticos no colaboran entre ellos y tratan de destruirse mutuamente. El desconcierto es total. A esto podríamos añadir que la seguridad jurídica está amenazada a causa de las decisiones erráticas que toma el Ejecutivo. El pacto social está roto. Llevamos dos años sin presupuestos del Estado y todo hace pensar que tampoco habrá en el 2026. Podría decirse que la legislatura está rota. Y esto sin hablar de los casos de corrupción que afectan al Partido Socialista y al entorno del presidente Pedro Sánchez.
Ya antes de conocer el informe de la UCO con el cobro de comisiones del secretario de Organización, Santos Cerdán, la situación reclamaba elecciones generales. Pero después de haber dado por buena la investigación, que amplía la de su predecesor, José Luis Ábalos, resulta más necesario que nunca. Sin embargo, Sánchez ha dicho que mantendrá la legislatura contra viento y marea hasta el final, que no piensa dimitir y que no asume ninguna responsabilidad política. Es decir, la situación de bloqueo que provoca la crispación política va a continuar y puede prorrogarse. Él se presentará como candidato con el mismo modelo de gobernanza. Es decir, una alianza con la extrema izquierda y un pacto de legislatura con independentistas vascos y catalanes, aunque
se haya demostrado su inviabilidad con la ausencia de presupuestos. Dicho de otra manera, el proyecto de Sánchez es mantener la situación de bloqueo hasta el 2031 si la derecha no consigue desalojarle del poder con mayoría absoluta. Habría que preguntarse si la economía española puede aguantar así un lustro. Ya hay síntomas de enfriamiento, como perciben los empresarios y constata el Banco de España, con dos décimas menos de crecimiento este año.
El presidente ha anunciado que no va a convocar elecciones, por lo que la situación de bloqueo que provoca la crispación política va a continuar y puede prorrogarse
Para un buen número de dirigentes socialistas y de votantes sanchistas, Pedro Sánchez debería dimitir como secretario general del PSOE por su responsabilidad in vigilando . Es él quien tiene la responsabilidad política primero de nombrar a Ábalos secretario de Organización y de Finanzas y después como ministro de Fomento, que es donde se produce el grueso de la contratación pública. Y por si esto fuera poco, nombró después a Cerdán para lo mismo en el partido. Evidentemente, lo que está detrás de esta forma de actuar es la financiación del PSOE, como ha pasado en otras etapas y en buena parte de los partidos del arco parlamentario.
Las sospechas no van a desaparecer, aunque Sánchez trate de despejar dudas anunciando una auditoría externa en el PSOE y afirme que es un presidente limpio, como ha repetido reiteradamente. El desprestigio y la captura a la que ha sometido las instituciones que habían hecho de contrapoder han eliminado los controles sobre el funcionamiento de la economía de mercado. Por estos motivos, no es suficiente con su dimisión como secretario general del PSOE, debería también convocar elecciones generales. Es un momento propicio si nos creemos las encuestas del CIS, que le otorgan una ventaja aplastante. Sería la única manera de recuperar la confianza y la credibilidad en el Estado. Si ganara no habría nada más que decir, la situación se desbloquearía y podría seguir gobernando con el aval de los ciudadanos.

Economía