Miquel Vila-Perelló quería participar en lo que estaba ocurriendo en Barcelona a principios de la década pasada. Desde la distancia de la Universidad de Princeton, se dio cuenta de que el incipiente ecosistema biomédico de Catalunya empezaba a prometer un futuro y que quería contribuir a escribir su historia. Esta semana el científico barcelonés ha culminado esas aspiraciones. Al menos, en parte. SpliceBio, empresa de la que es cofundador y consejero delegado, ha cerrado la mayor ronda de financiación de la biotecnología en España con 119 millones (135 millones de dólares).
Miquel Vila-Perelló, cofundador y consejero delegado de SpliceBio, acaba de cerrar la ronda más importante de biotech en España por 118 millones de euros
Miquel Vila-Perelló quería participar en lo que estaba ocurriendo en Barcelona a principios de la década pasada. Desde la distancia de la Universidad de Princeton, se dio cuenta de que el incipiente ecosistema biomédico de Catalunya empezaba a prometer un futuro y que quería contribuir a escribir su historia. Esta semana el científico barcelonés ha culminado esas aspiraciones. Al menos, en parte. SpliceBio, empresa de la que es cofundador y consejero delegado, ha cerrado la mayor ronda de financiación de la biotecnología en España con 119 millones (135 millones de dólares).
Su camino no se detiene aquí. “Mi voluntad de volver tenía mucho con devolver a la sociedad lo que me había dado. He sido beneficiario de becas públicas a lo largo de mi carrera y quiero devolver algo positivo a la sociedad. En este caso, un medicamento”, explica. La startup que lidera está desarrollando un fármaco experimental para la enfermedad de Stargardt, una afección minoritaria, degenerativa y para la que no hay tratamiento, que produce ceguera. Entre Europa y EE.UU. se calcula que hay unos 180.000 pacientes. El compuesto de la compañía, cuyo nombre oficial es SB007, está iniciando ahora la fase I/II de ensayo clínico, por lo que aún queda un largo camino antes de que pueda tener un uso en la práctica clínica diaria.
SpliceBio se ha convertido en uno de los mejores expositores del ‘hub’ biomédico de Barcelona
Vila-Perelló (Barcelona, 1977) quiso ser científico desde muy pequeño. Tal vez fue la influencia de su padre, químico de un laboratorio veterinario, o por la atracción que sintió por la literatura de ciencia ficción (es un gran conocedor de la saga Dune), pero el camino parecía trazado desde los primeros años. “Cuando defendí mi tesis doctoral, mis padres recuperaron una vieja libreta de cuando era pequeño en la que ya lo decía”, recuerda el emprendedor. “Probablemente en toda esa etapa infantil era muy consciente de todas las horas de trabajo y estudio que implicaba este camino”, añade con ironía.

Gusi Bejer
Licenciado y doctorado en química orgánica en la Universidad de Barcelona (UB), a Vila-Perelló se le presentó la oportunidad de su vida en el 2005. Se embarcó en la Rockefeller University para proseguir sus estudios postdoctorales en el grupo de investigación de Tom Muir. Los estudios de ciencia básica se centraron en el uso de inteínas, un segmento de proteínas, para modificar otras. “Me fui para dos años y acabé quedándome diez. Seis de ellos en Nueva York, que para mi es ya un segundo hogar”, recuerda. En 2011, recibió una beca de investigación para abrir el laboratorio de Muir en Princeton.
La primera piedra de SpliceBio se puso en Barcelona en el 2014 bajo el nombre de ProteoDesign. “Tenía claro que el proyecto sólo tenía sentido en Barcelona. Emprender requiere mucho esfuerzo y quería estar cerca de mi familia. Empecé a hablar con dos amigos míos, Silvia Frutos y Marc Montserrat, y junto con Muir fundamos la compañía”. Tras acudir a un curso de bioemprendedores, Vila-Perelló explica que la empresa se montó con aportaciones de los socios, minicréditos de Caixa Capital Risc, y las becas Torres Quevedo. “No fue como montar la empresa en un garaje pero casi. Creo que ahora el sector ha madurado mucho y se ha profesionalizado”, explica.
La empresa atravesó el valle de la muerte con la entrada de Caixa Capital Risc y, en 2020, se reorientó con Ysios Capital y Asabys Partners. “Habíamos analizado diferentes áreas terapéuticas como la inmunooncología, pero apostamos por las terapias génicas”, dice. En total, ha levantado más de 170 millones en su historia.
SpliceBio se ha convertido en uno de los mejores expositores del hub biomédico de Barcelona. Es una empresa capaz de atraer talento internacional, financiada por fondos internacionales y con una tecnología única. Vila-Perelló se muestra satisfecho con la evolución del hub. “Cuando llegamos, el Parc Científic de Barcelona tenía la mitad de su espacio vacío. Ahora, se ha ampliado y hay lista de espera de empresas que buscan espacio. Nuestro hub no es Boston ni San Francisco, pero estamos haciendo las cosas bien para iniciar el círculo virtuoso”.
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