El brasileño, habitual de los torneos Challenger, aún sin victorias en ATP, ofrece su primera entrevista desde la felicitación a su novio que dio la vuelta al mundo. Leer El brasileño, habitual de los torneos Challenger, aún sin victorias en ATP, ofrece su primera entrevista desde la felicitación a su novio que dio la vuelta al mundo. Leer
«No lo pensé mucho. Sólo publiqué una foto de los dos juntos». El pasado 7 de diciembre, el brasileño Joao Lucas Reis da Silva subió a Instagram un selfie frente a la playa de Copacabana de Río de Janeiro junto a su novio, Guilherme Ricardo, con un mensaje sencillo: «Feliz aniversario. Feliz vida. Te amo muito». Un hecho corriente: un joven felicitando a su pareja. Un hecho histórico: el primer tenista en activo que hace pública su homosexualidad.
Sólo unos minutos después de su Stories, Reis da Silva, actualmente el 367 del ranking ATP, recibió el apoyo de leyendas del tenis, como Billie Jean King, activista LGTBI y de famosos de su país como el cantante Lulu Santos, protagonista de los últimos Latin Grammy. «No lo esperaba. Pensé: ‘Voy a escribir algo a Guilherme’. Y después, de repente, ¡boom!», explicaba Reis da Silva a The Athletic en su primera entrevista tras el tsunami. De ser un completo desconocido incluso en el tenis a aparecer en los medios de comunicación de todo el mundo. ¿Cómo lo lleva?
«No tengo ningún problema. Sé que voy a recibir mucha atención, ahora soy el mejor tenista gay de la historia. Pero no quiero hablar sobre ello todo el rato», reclamaba el tenista a quien la atención realmente ha sentado bien. El pasado domingo ganó su primer torneo desde el anuncio, el Procopio de Sao Paulo, una especie de clasificatorio para el ATP 500 de Río de Janeiro del año próximo. De 24 años, Reis da Silva empezó a jugar en su ciudad, Recife, siguiendo los pasos de su hermano mayor, a los 13 años se mudó a Sao Paulo para entrar en una academia y a los 18 años vivió el que seguramente sea su mejor momento en una pista de tenis.
Clasificado para el Roland Garros junior, venció en los exteriores de la Philippe Chatrier al argentino Juan Manuel Cerúndolo -el hermano de Francisco– y cayó eliminado en segunda ronda. A partir de entonces, su carrera ha sido una concatenación de torneos Challenger en Sudamérica, con tres finales disputadas como mejor resultado, siempre fuera del Top 200 del ránking mundial. Después de un periodo de lesiones, el año próximo intentará ganar su primer partido en ATP -ha jugado dos veces en el ATP 500 de Río con dos derrotas en primera ronda- y seguir escribiendo su historia.
Pese a que en el tenis femenino ha habido numerosas campeonas que han declarado ser homosexuales, como la propia Billie Jean King, Martina Navratilova o Amelie Mauresmo, en el tenis masculino el muro todavía es alto. En los años 40 el número uno Bill Tilden fue detenido acompañado de un joven -era delito en Estados Unidos- y posteriormente, jugadores de ránking modesto como Bobby Blair, Brian Vahaly o Francisco Rodríguez han hablado de su sexualidad una vez retirados. Pero ningún Top 100 en activo ha dado el paso.
«Un solo tenista de entre los mejores puede abrir la puerta a los demás», analizaba Reis da Silva en The Athletic, donde también relataba su experiencia en los vestuarios. «Alguna vez he escuchado comentarios que me molestaban, pero cuando empecé a explicar a todo el mundo que soy gay esos comentarios de mierda desaparecieron. Al haber una persona gay cerca tenían que ser más respetuosos», aseguraba Reis Da Silva que pasará la Navidad con la familia de su novio, conocido actor en Brasil.
«El 99,9% de los comentarios que he recibido son positivos. Cuando yo tenía 15 o 16 años me costaba aceptarme y ahora mucha gente me dice que les estoy ayudando a eso, que me admiran, que les inspiro. Es un gran honor», finalizaba el tenista que el pasado 7 de diciembre hizo historia con un gesto rutinario: publicar en Instagram una felicitación a su pareja.
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