Café (con o sin leche), galletas, tostadas o bollería y de vez en cuando, un zumo de naranja. Esta podría ser la descripción básica de un desayuno clásico , y bastante popular, en España. Sin embargo, esta costumbre de comenzar el día siempre igual, con los mismos nutrientes y el mismo aporte energético dista mucho de ser la opción más saludable, según explica Vanesa León, nutricionista y asesora técnica de Biogran , quien plantea la pregunta: «Si no comes y cenas lo mismo a diario, ¿por qué desayunas siempre igual?». La experta plantea que justamente el arranque de la jornada ofrece la oportunidad de nutrir al organismo, no solo con hidratos de carbono, sino también con proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Además asegura que esa variabilidad o incluso biodiversidad en el desayuno convendría adaptarla no solo a cada persona, sino también a cada momento del año, pues no se necesitan los mismos aportes en invierno que en verano. En este sentido, la nutricionista recuerda que la naturaleza es sabia y que los alimentos de temporada aportan precisamente los nutrientes que se necesitan en ese momento del año. Igualmente las circunstancias personales, que van variando a lo largo de la época del año, tendrían que tenerse en cuenta a la hora de elegir los alimentos que formen parte del desayuno. «Si en esa semana vamos a tener una mayor demanda física que intelectual o justo lo contrario, conviene adaptar la elección de los alimentos a lo que más nos beneficie», aclara. Así, en los días que requieran una mayor demanda cognitiva son buenas opciones aquellos alimentos ricos en Omega 3, aminoácidos, magnesio, fósforo y vitamina C (algunos ejemplos son el cacao, el té, las semillas de lino y los cereales integrales); mientras que si son jornadas más demandantes a nivel físico convendría aumentar el aporte energético, así como añadir más proteínas, magnesio, fósforo, hierro y vitaminas del grupo B (B12, B3 y B1). Algunos ejemplos en este sentido son los cereales integrales, las semillas de cáñamo, el skyr, la quinoa, el aguacate, el huevo y el maca. En el caso de que esa persona se encuentre en un momento en el que vea necesario controlar el peso convendría, según aconseja León, una moderación de las calorías, junto a un mayor aporte de fibra, proteínas, líquidos acalóricos y antiinflamatorios naturales. Son buenas opciones en este sentido el té verde, las semillas de chía, el trigo sarraceno, la quinoa y los copos de avena integral.Incluso la edad puede ser una referencia para hacer alguna variación en el desayuno. Así, como propone la nutricionista, un desayuno infantil podría ser la combinación de un desayuno con el aporte necesario para un buen rendimiento cognitivo y para una alta demanda energética. Y cuando se han superado los 50 años, como precisa la nutricionista, conviene vigilar dos aspectos: la inflamación y la oxidación . Conviene aportar en esta etapa antioxidantes como la vitamina C y E, así como la vitamina D; y minerales como el zinc, el magnesio y el manganeso. La cúrcuma, las semillas de lino, el jengibre, la soja y el AOVE pueden ser especialmente interesantes. Cookies caseras, creadas por Clara P. Villalón con azúcar de coco y Vitaseeds (mezcla de semillas) de El Granero. biogran Las semillas, el alimento favorito Son una fuente concentradas de nutrientes como ácidos grasos esenciales, proteínas vegetales, fibra, antioxidantes y minerales. «Aportan textura y sabor a los platos, además de contribuir a mejorar la digestión, regular el tránsito intestinal, promover la saciedad y fortalecer el sistema inmunológico», destaca la experta de Biogran. Es uno de los alimentos más aconsejados por los nutricionistas pero a la hora de integrarlo en el día a día la asesora técnica de Biogran recuerda que antes de consumirlas conviene hacer uno de estos dos procesos: o se ponen en remojo durante unas horas (o mejor toda la noche) o se muelen o machacan (o se compran ya molidas). «Es la mejor manera de aprovechar al máximo todos los nutrientes que llevan en su interior», explica León. El orden el que se consumen los alimentos durante el desayuno también importa pues, como explica la nutricionista, para prevenir alteraciones metabólicas es importante mantener estables los niveles de glucosa en sangre. «Si lo primero que tomas es rico en azúcares la subida será alta y será difícil controlarla, pero si empiezas la ingesta con proteínas, fibra y grasas saludables después puedes incorporar los hidratos y ganarás estabilidad pues estarás dando más trabajo metabólico al organismo, ya que le costará digerir más y esos picos de glucosa serán más controlables», argumenta. La nutricionista explica que incluir una base proteica a primera hora especialmente a medida que se cumplen años pues algo que conviene atender es la prevención de la sarcopenia (disminución de la masa muscular), que se puede combatir no solo con la práctica de ejercicios de fuerza, sino también con las proteínas, que son las que nutren a los músculos. «Ahora hay mucha gente obsesionada con que tiene que desayunar salado en vez de dulce pero lo que realmente importa es los nutrientes que se están consumiendo, no el sabor», comenta. Noticias relacionadas estandar No ¿Hay que lavar las ensaladas de bolsa? Una experta en seguridad alimentaria explica cómo prevenir el riesgo de toxoplasmosis Raquel Alcolea estandar Si Cinco ideas de táper saludable para llevar a la oficina cuando empieza a hacer calor Elisa EscorihuelaOtra de las asignaturas pendientes en el desayuno es la que tiene que ver con el tiempo. A menudo la primera comida del día se hace con prisas y sin prestar atención apenas a lo que se como pendientes de otros estímulos como el móvil, las tareas pendientes o la revisión de la agenda. Y eso, como alerta la nutricionista, es lo que puede estar detrás de muchos problemas digestivos que se tienen normalizados. Por eso lo que propone como solución es practicar la alimentación consciente : «Masticar con calma, disfrutar de la comida, poner foco y presencia en lo que se está haciendo y dedicar tiempo a prepararlo puede ayudar no solo a una mejor digestión, sino también a una mayor absorción de los nutrientes», precisa León. Propuestas de desayuno con alimentos ecológicos creadas por Clara P. Villalón Tortitas de avena y almendra con yogur batido de Abbot Kineys’s, nectarina y sirope de ágave de El Granero, bebida vegetal de Ecocesta, psylliun de El Granero. Bol de skyr de Abbot Kiney’s, brevas, granola sin gluten de El Granero y cookie protein de El Granero. Sándwich tibio de huevo cremoso, aguacate, pan de semillas, aceite de oliva, maca, psyllium de El Granero y zumo de limón. BiograLa alimentación ecológica, un valor seguroAlgo que puede contribuir a aumentar la biodiversidad de los desayunos saludables y sostenibles es abrir la mente hacia los productos ecológicos que destacan, según apunta la asesora de Biogran, no solo por sus mayores aportes de vitaminas, antioxidantes y minerales, sino también por su capacidad para contribuir a la regulación del peso, la reducción de la inflamación y el refuerzo del sistema inmunitario (esto último a través de elementos funcionales como la avena, el lino, la cúrcuma y las bebidas vegetales fortificadas). El interés por este tipo de alimentación es creciente. De hecho, según un estudio de la consultora Nielsen, dos de cada tres hogares en España compraron productos BIO en 2024 lo que, según apuntan en dicho estudio, es un indicador de que el consumidor valora cada vez más aspectos como la salud, la trazabilidad, el impacto ambiental y la ética de producción. En este sentido la directora de marketing de Biogran, Teresa Vela, apunta que las categorías más demandadas son las bebidas vegetales, los cereales ecológicos de desayuno y las tortitas.Los consumidores son cada día más conscientes de las diferencias entre un cultivo ecológico y otro que no lo es. Así, como recuerda Vela, en el caso de los ecológicos está prohibida la utilización de herbicidas, pesticidas y de todos aquellos agentes químicos que insten a subir la producción. Y tampoco se permite el uso de aditivos artificiales para su conservación ni el uso de organismos modificados genéticamente. Otro aspecto que conviene destacar sobre este tipo de alimentación, según propone León, es la mayor calidad nutricional de las opciones BIO. «Como en este tipo de cultivos se deja la tierra descansar, se evita la sobreexplotación y se propicia un ritmo natural de crecimiento de los vegetales, ya se ha demostrado que aportan mayor cantidad de vitaminas y antioxidantes», asegura León. Café (con o sin leche), galletas, tostadas o bollería y de vez en cuando, un zumo de naranja. Esta podría ser la descripción básica de un desayuno clásico , y bastante popular, en España. Sin embargo, esta costumbre de comenzar el día siempre igual, con los mismos nutrientes y el mismo aporte energético dista mucho de ser la opción más saludable, según explica Vanesa León, nutricionista y asesora técnica de Biogran , quien plantea la pregunta: «Si no comes y cenas lo mismo a diario, ¿por qué desayunas siempre igual?». La experta plantea que justamente el arranque de la jornada ofrece la oportunidad de nutrir al organismo, no solo con hidratos de carbono, sino también con proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Además asegura que esa variabilidad o incluso biodiversidad en el desayuno convendría adaptarla no solo a cada persona, sino también a cada momento del año, pues no se necesitan los mismos aportes en invierno que en verano. En este sentido, la nutricionista recuerda que la naturaleza es sabia y que los alimentos de temporada aportan precisamente los nutrientes que se necesitan en ese momento del año. Igualmente las circunstancias personales, que van variando a lo largo de la época del año, tendrían que tenerse en cuenta a la hora de elegir los alimentos que formen parte del desayuno. «Si en esa semana vamos a tener una mayor demanda física que intelectual o justo lo contrario, conviene adaptar la elección de los alimentos a lo que más nos beneficie», aclara. Así, en los días que requieran una mayor demanda cognitiva son buenas opciones aquellos alimentos ricos en Omega 3, aminoácidos, magnesio, fósforo y vitamina C (algunos ejemplos son el cacao, el té, las semillas de lino y los cereales integrales); mientras que si son jornadas más demandantes a nivel físico convendría aumentar el aporte energético, así como añadir más proteínas, magnesio, fósforo, hierro y vitaminas del grupo B (B12, B3 y B1). Algunos ejemplos en este sentido son los cereales integrales, las semillas de cáñamo, el skyr, la quinoa, el aguacate, el huevo y el maca. En el caso de que esa persona se encuentre en un momento en el que vea necesario controlar el peso convendría, según aconseja León, una moderación de las calorías, junto a un mayor aporte de fibra, proteínas, líquidos acalóricos y antiinflamatorios naturales. Son buenas opciones en este sentido el té verde, las semillas de chía, el trigo sarraceno, la quinoa y los copos de avena integral.Incluso la edad puede ser una referencia para hacer alguna variación en el desayuno. Así, como propone la nutricionista, un desayuno infantil podría ser la combinación de un desayuno con el aporte necesario para un buen rendimiento cognitivo y para una alta demanda energética. Y cuando se han superado los 50 años, como precisa la nutricionista, conviene vigilar dos aspectos: la inflamación y la oxidación . Conviene aportar en esta etapa antioxidantes como la vitamina C y E, así como la vitamina D; y minerales como el zinc, el magnesio y el manganeso. La cúrcuma, las semillas de lino, el jengibre, la soja y el AOVE pueden ser especialmente interesantes. Cookies caseras, creadas por Clara P. Villalón con azúcar de coco y Vitaseeds (mezcla de semillas) de El Granero. biogran Las semillas, el alimento favorito Son una fuente concentradas de nutrientes como ácidos grasos esenciales, proteínas vegetales, fibra, antioxidantes y minerales. «Aportan textura y sabor a los platos, además de contribuir a mejorar la digestión, regular el tránsito intestinal, promover la saciedad y fortalecer el sistema inmunológico», destaca la experta de Biogran. Es uno de los alimentos más aconsejados por los nutricionistas pero a la hora de integrarlo en el día a día la asesora técnica de Biogran recuerda que antes de consumirlas conviene hacer uno de estos dos procesos: o se ponen en remojo durante unas horas (o mejor toda la noche) o se muelen o machacan (o se compran ya molidas). «Es la mejor manera de aprovechar al máximo todos los nutrientes que llevan en su interior», explica León. El orden el que se consumen los alimentos durante el desayuno también importa pues, como explica la nutricionista, para prevenir alteraciones metabólicas es importante mantener estables los niveles de glucosa en sangre. «Si lo primero que tomas es rico en azúcares la subida será alta y será difícil controlarla, pero si empiezas la ingesta con proteínas, fibra y grasas saludables después puedes incorporar los hidratos y ganarás estabilidad pues estarás dando más trabajo metabólico al organismo, ya que le costará digerir más y esos picos de glucosa serán más controlables», argumenta. La nutricionista explica que incluir una base proteica a primera hora especialmente a medida que se cumplen años pues algo que conviene atender es la prevención de la sarcopenia (disminución de la masa muscular), que se puede combatir no solo con la práctica de ejercicios de fuerza, sino también con las proteínas, que son las que nutren a los músculos. «Ahora hay mucha gente obsesionada con que tiene que desayunar salado en vez de dulce pero lo que realmente importa es los nutrientes que se están consumiendo, no el sabor», comenta. Noticias relacionadas estandar No ¿Hay que lavar las ensaladas de bolsa? Una experta en seguridad alimentaria explica cómo prevenir el riesgo de toxoplasmosis Raquel Alcolea estandar Si Cinco ideas de táper saludable para llevar a la oficina cuando empieza a hacer calor Elisa EscorihuelaOtra de las asignaturas pendientes en el desayuno es la que tiene que ver con el tiempo. A menudo la primera comida del día se hace con prisas y sin prestar atención apenas a lo que se como pendientes de otros estímulos como el móvil, las tareas pendientes o la revisión de la agenda. Y eso, como alerta la nutricionista, es lo que puede estar detrás de muchos problemas digestivos que se tienen normalizados. Por eso lo que propone como solución es practicar la alimentación consciente : «Masticar con calma, disfrutar de la comida, poner foco y presencia en lo que se está haciendo y dedicar tiempo a prepararlo puede ayudar no solo a una mejor digestión, sino también a una mayor absorción de los nutrientes», precisa León. Propuestas de desayuno con alimentos ecológicos creadas por Clara P. Villalón Tortitas de avena y almendra con yogur batido de Abbot Kineys’s, nectarina y sirope de ágave de El Granero, bebida vegetal de Ecocesta, psylliun de El Granero. Bol de skyr de Abbot Kiney’s, brevas, granola sin gluten de El Granero y cookie protein de El Granero. Sándwich tibio de huevo cremoso, aguacate, pan de semillas, aceite de oliva, maca, psyllium de El Granero y zumo de limón. BiograLa alimentación ecológica, un valor seguroAlgo que puede contribuir a aumentar la biodiversidad de los desayunos saludables y sostenibles es abrir la mente hacia los productos ecológicos que destacan, según apunta la asesora de Biogran, no solo por sus mayores aportes de vitaminas, antioxidantes y minerales, sino también por su capacidad para contribuir a la regulación del peso, la reducción de la inflamación y el refuerzo del sistema inmunitario (esto último a través de elementos funcionales como la avena, el lino, la cúrcuma y las bebidas vegetales fortificadas). El interés por este tipo de alimentación es creciente. De hecho, según un estudio de la consultora Nielsen, dos de cada tres hogares en España compraron productos BIO en 2024 lo que, según apuntan en dicho estudio, es un indicador de que el consumidor valora cada vez más aspectos como la salud, la trazabilidad, el impacto ambiental y la ética de producción. En este sentido la directora de marketing de Biogran, Teresa Vela, apunta que las categorías más demandadas son las bebidas vegetales, los cereales ecológicos de desayuno y las tortitas.Los consumidores son cada día más conscientes de las diferencias entre un cultivo ecológico y otro que no lo es. Así, como recuerda Vela, en el caso de los ecológicos está prohibida la utilización de herbicidas, pesticidas y de todos aquellos agentes químicos que insten a subir la producción. Y tampoco se permite el uso de aditivos artificiales para su conservación ni el uso de organismos modificados genéticamente. Otro aspecto que conviene destacar sobre este tipo de alimentación, según propone León, es la mayor calidad nutricional de las opciones BIO. «Como en este tipo de cultivos se deja la tierra descansar, se evita la sobreexplotación y se propicia un ritmo natural de crecimiento de los vegetales, ya se ha demostrado que aportan mayor cantidad de vitaminas y antioxidantes», asegura León.
Café (con o sin leche), galletas, tostadas o bollería y de vez en cuando, un zumo de naranja. Esta podría ser la descripción básica de un desayuno clásico, y bastante popular, en España. Sin embargo, esta costumbre de comenzar el día siempre igual, con los mismos nutrientes y el mismo aporte energético dista mucho de ser la opción más saludable, según explica Vanesa León, nutricionista y asesora técnica de Biogran, quien plantea la pregunta: «Si no comes y cenas lo mismo a diario, ¿por qué desayunas siempre igual?». La experta plantea que justamente el arranque de la jornada ofrece la oportunidad de nutrir al organismo, no solo con hidratos de carbono, sino también con proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Además asegura que esa variabilidad o incluso biodiversidad en el desayuno convendría adaptarla no solo a cada persona, sino también a cada momento del año, pues no se necesitan los mismos aportes en invierno que en verano. En este sentido, la nutricionista recuerda que la naturaleza es sabia y que los alimentos de temporada aportan precisamente los nutrientes que se necesitan en ese momento del año.
Igualmente las circunstancias personales, que van variando a lo largo de la época del año, tendrían que tenerse en cuenta a la hora de elegir los alimentos que formen parte del desayuno. «Si en esa semana vamos a tener una mayor demanda física que intelectual o justo lo contrario, conviene adaptar la elección de los alimentos a lo que más nos beneficie», aclara. Así, en los días que requieran una mayor demanda cognitiva son buenas opciones aquellos alimentos ricos en Omega 3, aminoácidos, magnesio, fósforo y vitamina C (algunos ejemplos son el cacao, el té, las semillas de lino y los cereales integrales); mientras que si son jornadas más demandantes a nivel físico convendría aumentar el aporte energético, así como añadir más proteínas, magnesio, fósforo, hierro y vitaminas del grupo B (B12, B3 y B1). Algunos ejemplos en este sentido son los cereales integrales, las semillas de cáñamo, el skyr, la quinoa, el aguacate, el huevo y el maca.
En el caso de que esa persona se encuentre en un momento en el que vea necesario controlar el peso convendría, según aconseja León, una moderación de las calorías, junto a un mayor aporte de fibra, proteínas, líquidos acalóricos y antiinflamatorios naturales. Son buenas opciones en este sentido el té verde, las semillas de chía, el trigo sarraceno, la quinoa y los copos de avena integral.
Incluso la edad puede ser una referencia para hacer alguna variación en el desayuno. Así, como propone la nutricionista, un desayuno infantil podría ser la combinación de un desayuno con el aporte necesario para un buen rendimiento cognitivo y para una alta demanda energética.
Y cuando se han superado los 50 años, como precisa la nutricionista, conviene vigilar dos aspectos: la inflamación y la oxidación. Conviene aportar en esta etapa antioxidantes como la vitamina C y E, así como la vitamina D; y minerales como el zinc, el magnesio y el manganeso. La cúrcuma, las semillas de lino, el jengibre, la soja y el AOVE pueden ser especialmente interesantes.
El orden el que se consumen los alimentos durante el desayuno también importa pues, como explica la nutricionista, para prevenir alteraciones metabólicas es importante mantener estables los niveles de glucosa en sangre. «Si lo primero que tomas es rico en azúcares la subida será alta y será difícil controlarla, pero si empiezas la ingesta con proteínas, fibra y grasas saludables después puedes incorporar los hidratos y ganarás estabilidad pues estarás dando más trabajo metabólico al organismo, ya que le costará digerir más y esos picos de glucosa serán más controlables», argumenta.
La nutricionista explica que incluir una base proteica a primera hora especialmente a medida que se cumplen años pues algo que conviene atender es la prevención de la sarcopenia (disminución de la masa muscular), que se puede combatir no solo con la práctica de ejercicios de fuerza, sino también con las proteínas, que son las que nutren a los músculos. «Ahora hay mucha gente obsesionada con que tiene que desayunar salado en vez de dulce pero lo que realmente importa es los nutrientes que se están consumiendo, no el sabor», comenta.
Otra de las asignaturas pendientes en el desayuno es la que tiene que ver con el tiempo. A menudo la primera comida del día se hace con prisas y sin prestar atención apenas a lo que se como pendientes de otros estímulos como el móvil, las tareas pendientes o la revisión de la agenda. Y eso, como alerta la nutricionista, es lo que puede estar detrás de muchos problemas digestivos que se tienen normalizados. Por eso lo que propone como solución es practicar la alimentación consciente: «Masticar con calma, disfrutar de la comida, poner foco y presencia en lo que se está haciendo y dedicar tiempo a prepararlo puede ayudar no solo a una mejor digestión, sino también a una mayor absorción de los nutrientes», precisa León.



Tortitas de avena y almendra con yogur batido de Abbot Kineys’s, nectarina y sirope de ágave de El Granero, bebida vegetal de Ecocesta, psylliun de El Granero. Bol de skyr de Abbot Kiney’s, brevas, granola sin gluten de El Granero y cookie protein de El Granero. Sándwich tibio de huevo cremoso, aguacate, pan de semillas, aceite de oliva, maca, psyllium de El Granero y zumo de limón.
Biogra
La alimentación ecológica, un valor seguro
Algo que puede contribuir a aumentar la biodiversidad de los desayunos saludables y sostenibles es abrir la mente hacia los productos ecológicos que destacan, según apunta la asesora de Biogran, no solo por sus mayores aportes de vitaminas, antioxidantes y minerales, sino también por su capacidad para contribuir a la regulación del peso, la reducción de la inflamación y el refuerzo del sistema inmunitario (esto último a través de elementos funcionales como la avena, el lino, la cúrcuma y las bebidas vegetales fortificadas).
El interés por este tipo de alimentación es creciente. De hecho, según un estudio de la consultora Nielsen, dos de cada tres hogares en España compraron productos BIO en 2024 lo que, según apuntan en dicho estudio, es un indicador de que el consumidor valora cada vez más aspectos como la salud, la trazabilidad, el impacto ambiental y la ética de producción. En este sentido la directora de marketing de Biogran, Teresa Vela, apunta que las categorías más demandadas son las bebidas vegetales, los cereales ecológicos de desayuno y las tortitas.
Los consumidores son cada día más conscientes de las diferencias entre un cultivo ecológico y otro que no lo es. Así, como recuerda Vela, en el caso de los ecológicos está prohibida la utilización de herbicidas, pesticidas y de todos aquellos agentes químicos que insten a subir la producción. Y tampoco se permite el uso de aditivos artificiales para su conservación ni el uso de organismos modificados genéticamente.
Otro aspecto que conviene destacar sobre este tipo de alimentación, según propone León, es la mayor calidad nutricional de las opciones BIO. «Como en este tipo de cultivos se deja la tierra descansar, se evita la sobreexplotación y se propicia un ritmo natural de crecimiento de los vegetales, ya se ha demostrado que aportan mayor cantidad de vitaminas y antioxidantes», asegura León.
RSS de noticias de bienestar