La Lambretta, junto con las parcas, los trajes y el pelo liso, han quedado como imagen del movimiento mod que nació, explotó y se deshizo en la Inglaterra de los años 60. Pero cuando se echa la vista atrás lo primero que aparece es la portada de Quadrophenia, la ópera rock publicada en 1973 donde los Who relatan la historia de Jimmy, el joven marginado que viaja en busca de su personalidad a Brighton, allí donde la “batalla” entre mods y rockers marcó el punto culminante del movimiento modernista. Un disco que apareció en España en 1974, ahora hace 50 años, y que el periodista Àlex Oró desgrana en el libro Quadrophenia. The Who y la epifanía mod de Pete Townshend (Efe Eme), fruto de su propia experiencia con la cultura mod que descubrió gracias entre otras cosas a la película con el mismo título estrenada en 1979, auténtica difusora de la cultura mod.
Àlex Oró analiza el disco referente de los Who que difundió internacionalmente el movimiento mod
La Lambretta, junto con las parcas, los trajes y el pelo liso, han quedado como imagen del movimiento mod que nació, explotó y se deshizo en la Inglaterra de los años 60. Pero cuando se echa la vista atrás lo primero que aparece es la portada de Quadrophenia, la ópera rock publicada en 1973 donde los Who relatan la historia de Jimmy, el joven marginado que viaja en busca de su personalidad a Brighton, allí donde la “batalla” entre mods y rockers marcó el punto culminante del movimiento modernista. Un disco que apareció en España en 1974, ahora hace 50 años, y que el periodista Àlex Oró desgrana en el libro Quadrophenia. The Who y la epifanía mod de Pete Townshend (Efe Eme), fruto de su propia experiencia con la cultura mod que descubrió gracias entre otras cosas a la película con el mismo título estrenada en 1979, auténtica difusora de la cultura mod.
La segunda ópera rock de la banda fue un homenaje a la audiencia que los aupó en sus inicios. “Townshend la escribe a finales de 1972, ocho años después de Brighton”, recuerda el autor en conversa telefónica. La banda que se hizo famosa con éxitos como My Generation o The kids are Allright había evolucionado, se había distanciado del colectivo que les dio fama y muchas ventas de discos. “Los Who dejan de ser mods después del segundo disco, A quick one, ellos mismos lo dicen”, recuerda Oró, y pone como ejemplo al vocalista Roger Daltrey, que dejó de utilizar gomina, “a partir del tercer disco recupera su pelo rizado y comienza a vestirse como un hippie”.
Los problemas técnicos enturbiaron la relación de la banda durante la grabación de un disco que compuesto para unirlos
Pero los mod seguían escuchando The Who, y por eso se acordaron de ellos después de fracasar en el intento de elaborar una ópera rock, Lifehouse, que acabó convirtiéndose en el álbum Who’s next. Necesitados de nuevo material, y con la megalomanía que le caracteriza, Townshend se embarcó en una nueva odisea que pretendía grabar en sonido cuadrofónico, para lo cual quiso construir su propio estudio de grabación, “una idea que forma parte de una época, de la megalomanía de las estrellas de rock que tenían su propio avión”. Townshend, que había sido pionero en el uso de sintetizadores en el rock, también quería serlo con el uso cuadrofónico, “pero su cabeza iba más deprisa que la tecnología, y acabaron grabando el disco en un estudio móvil con pocas pistas”.
La banda se encontró con nuevas dificultades a la hora de interpretar en directo unos temas como The real me o Love, Reign O’er me que requieren de efectos de estudio sólo reproducibles mediante cinta. “Tenía que haber alguien que la reprodujera, que la bobina no se encallara y entrase a tiempo”, muchos condicionantes que no siempre funcionaron como era debido “en una época donde el rock era artesanía”. Los problemas técnicos enturbiaron la relación de la banda, tensionada durante la grabación de un disco que Townshend compuso para unirlos y reflejar sus propias personalidades, pero que por el contrario los enfrentó. “Es la primera vez que Townshend compone solo todo el disco, y eso enfada a los demás, fue un disco que casi acaba con los Who”.
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La publicación del disco no alcanzó el éxito esperado, pero la presentación de la película catapultó el movimiento mod a nivel internacional. “La película se estrenó durante un incipiente revival mod en Inglaterra liderado por Paul Weller con The Joam y los grupos que siguieron la corriente como los Chords, los Lambrettas o los Secret Affair”. Fue entonces cuando surgieron grupúsculos mod en varios países, también en Lleida, donde vivía y vivé Oró. “En el instituto los mayores te hablaban de Yes, de Jethro Tull, Genesis o la Eléctrica Dharma, te decían que eso era lo que molaba, pero tú pensabas: menudo rollo”, recuerda Oró.
Fue la película, y no el disco, lo que influyó en las bandas rock locales como Brighton 64 o Los flechazos, que bebieron de su banda sonora, muy diferente a los temas del álbum. “Quadrophenia no es un disco mod, es rock denso, progresivo, en algunos momentos hard rock” comenta Oró, “no tiene nada que ver con los mod, pero la historia que explica sí”. Y también tiene mucho que ver la banda sonora, donde se incluye la música que escuchaban los mods como James Brown, The Kingsmen, The Chiffons o The Ronettes, y que influirá en las bandas que tomaron el relevo.
Las similitudes entre las sociedades de una y otra época también jugaron un papel importante en la pervivencia del movimiento mod, cuyos componentes venían de la clase trabajadora, “eran hijos de la gente que vivió de joven la Segunda Guerra Mundial, una generación que se calló muchas cosas, como los españoles de posguerra”. De allí salieron teddy boys, rockers y mods, “fueron los primeros jóvenes con algo de dinero en el bolsillo para gastar”. Esta primera hornada de consumidores invertía en ropa, fiesta y motos creando así un movimiento contracultural juvenil que se enfrentaba a los padres diferenciándose de ellos en la vestimenta y la manera de entender la vida, “desde la parte afectiva sexual a la manera de divertirse”.
“Todo se inventó en los 60, es la década donde los paradigmas se mueven más deprisa y se compone toda aquella música fantástica, que ha perdurado en el tiempo y la memoria” afirma Oró. Lo mismo sucede con la cultura mod, “es perenne, ofrece una manera de sentirse diferente sin estridencias”. Un mod se viste con traje, polo o unos tejanos, “es un estilo que puedes mantener a medida que te haces mayor: pelo corto, vestir bien, la música es atractiva y si aún te gusta ir de conciertos, tienes muchas opciones”, incluidos los Who, que han confirmado su regreso a los escenarios en 2025 aunque ya no sean mods ni mucho menos jóvenes.
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