Poca protección y órdenes de alejamiento rotas: qué falló en el caso de Martha y su bebé

Sobre las tres de la tarde de este lunes, Juan José M. P., el exnovio de Martha E. M., la asesinó en un piso del distrito de Villaverde, al sur de la ciudad de Madrid. Lo hizo delante de la bebé de ambos, de 16 meses, a la que los servicios de emergencia encontraron junto al cadáver de su madre, de 21. Fue otra niña, de 12, quien los avisó, la hija de la propietaria de esa casa donde Martha había alquilado una habitación hacía menos de un mes para vivir con su hija. Ella estaba en el Sistema VioGén, el de seguimiento de las víctimas de violencia machista y sus agresores.

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 La mujer de 21 años asesinada en Villaverde, en Madrid, había estado en una casa para víctimas de la violencia machista y actualmente tenía una evaluación del riesgo baja  

Sobre las tres de la tarde de este lunes, Juan José M. P., el exnovio de Martha E. M., la asesinó en un piso del distrito de Villaverde, al sur de la ciudad de Madrid. Lo hizo delante de la bebé de ambos, de 16 meses, a la que los servicios de emergencia encontraron junto al cadáver de su madre, de 21. Fue otra niña, de 12, quien los avisó, la hija de la propietaria de esa casa donde Martha había alquilado una habitación hacía menos de un mes para vivir con su hija. Ella estaba en el Sistema VioGén, el de seguimiento de las víctimas de violencia machista y sus agresores.

Martha entró a ese sistema estando embarazada, con una calificación de “riesgo alto” que con el tiempo descendió a “riesgo bajo” según las valoraciones de riesgo policiales que se le fueron haciendo, y que, según la revisión que se ha hecho hasta ahora durante la investigación, fueron “correctas”, explican fuentes cercanas al caso, y cifran en cuatro las veces que él había quebrantado esa orden de alejamiento y prohibición de comunicación llamándola por teléfono.

También en algún momento desde que Martha entró al sistema, se solicitó para ella un dispositivo telemático para cumplir con ese alejamiento, y en algún momento un juez decidió que no era necesario, según fuentes cercanas a la investigación. Con esa calificación de riesgo bajo, y sin pulsera antimaltrato, fue asesinada este lunes. De su hija, la bebé de 16 meses, y hasta quese localice a la familia de Martha, se han hecho cargo los servicios sociales de la Comunidad de Madrid.

En la madrugada ya del martes, él, de 30 años, fue detenido por la Policía, que lo encontró en un piso vinculado a su nombre, en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Según las fuentes, ambos son españoles y el detenido tiene 30 años. Pero para llegar hasta ahí, hubo, como siempre en estos casos, una compleja confluencia de circunstancias.

Martha vivía en San Fernando de Henares, en Madrid, y se mudó con Juan José a Guadalajara. Él trabajaba en Torrejón de Ardoz y ambos alquilaron una habitación. Cuando ella se quedó embarazada, decidieron mudarse a Horche, un municipio de Guadalajara de poco menos de 3.000 habitantes, y es allí, según fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha, donde se produjo la primera agresión. O al menos la primera de la que las instituciones tuvieron constancia porque ella denunció.

Entró entonces en el sistema VioGén con una calificación de riesgo alto. E ingresó en uno de los recursos castellanomanchegos de acogida para mujeres víctimas de violencia machista, el de Azuqueca de Henares, porque es el que pertenece a la demarcación de Horche.

El 7 de marzo de este año, en el Juzgado de Guadalajara, se celebró el juicio tras la denuncia por violencia de género que Martha había interpuesto, y en ese juicio se fijaron para el agresor varias medidas: trabajos en beneficio de la comunidad de un total de 40 días, la privación del derecho a tenencia y porte de armas con una duración de 16 meses, la prohibición de aproximarse a la víctima o a determinadas personas en relación con ella durante 16 meses y la prohibición de comunicarse con la víctima o determinadas personas también en relación con ella durante otros 16 meses.

Días después, explican esas mismas fuentes, ella volvió a poner una denuncia porque él la llamó por teléfono. Denuncia que después retiró, como hacen, en multitud de ocasiones, las víctimas de la violencia machista y por motivos que van desde el miedo al agresor por ellas o por sus hijos e hijas a la creencia de que ellos podrán cambiar.

Tiempo después, desde el centro de Azuqueca la derivaron a otro recurso en la provincia de Ciudad Real, gestionado por la congregación de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, “especializado en mujeres jóvenes”, explican las fuentes. Hasta septiembre, este septiembre, cuando Martha pidió el alta voluntaria y se fue a otra localidad de Ciudad Real, a vivir con una mujer que había conocido en ese recurso, otra mujer víctima de violencia machista.

“Hace apenas dos días”, cuentan también esas fuentes, “se pone en contacto con las Adoratrices para contarles cómo estaba la niña”, también que había tenido unos problemas con esa amiga con la que se había mudado. Y les dice “que se ha vuelto a Madrid”.

Ese cambio de domicilio, sin embargo, explican diversas fuentes, no fue comunicado, no constaba en el sistema. Para las instituciones, Martha seguía en Castilla-La Mancha, aunque ya vivía en ese piso del distrito madrileño de Villaverde, en la calle de Astillero, donde Juan José la asesinó. Ella es la víctima número 32 de la violencia machista este año, la 1.327 desde que existen datos oficiales, en 2003. Y su hija, de 16 meses, es la huérfana número 17 de este año, y la 486 desde 2013, cuando comenzó la contabilidad.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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