La tecnología de la conducción autónoma ha venido para quedarse. Esta característica está cada vez más implementada en los nuevos coches, aunque todavía cuenta con fallos importantes en cuanto a seguridad.
Este proceso no es el único que la marca de coches eléctricos tiene abierto alrededor del mundo
La tecnología de la conducción autónoma ha venido para quedarse. Esta característica está cada vez más implementada en los nuevos coches, aunque todavía cuenta con fallos importantes en cuanto a seguridad.
Una de las marcas pioneras en este sentido es Tesla. La firma de automóviles eléctricos estadounidense, propiedad del magnate Elon Musk, fue una de las primeras en incorporar este sistema a sus vehículos.
Sin embargo, después de varios años hay importantes errores que no se han arreglado. Es más, en ocasiones hasta han ido a peor. Eso ha motivado a más de 10.000 conductores australianos a unirse en una demanda colectiva.
La demanda se centra en “falsas promesas” de Tesla en cuanto a la conducción autónoma y la autonomía de los vehículos. Lo primero indica que hay veces en las que, cuando está activada, frena de manera repentina sin motivo, provocando una situación peligrosa.
Una autonomía real que no se corresponde con la prometida
La otra razón principal es que la firma estadounidense prometía que sus coches alcanzaban hasta 750 kilómetros de autonomía. Pero los participantes en el pleito protestan porque no se alcanza el 75% de dicha cantidad de recorrido.
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