Ayer era día de clausura y también de balance. En cuanto a lo primero, el foco recayó en la argentina-barcelonesa Nathy Peluso, que regresaba fielmente al Sónar por partida doble. Y sobre lo segundo, buenas noticias para el festival y también para la ciudad: los resultados de esta edición han sido satisfactorios, ya que por él han pasado un total de 161.000 asistentes, lo que significa 7.000 más que la edición del 2024.
La cantante argentina ofreció un potente directo en el que hizo una amplio repaso de su repertorio
Ayer era día de clausura y también de balance. En cuanto a lo primero, el foco recayó en la argentina-barcelonesa Nathy Peluso, que regresaba fielmente al Sónar por partida doble. Y sobre lo segundo, buenas noticias para el festival y también para la ciudad: los resultados de esta edición han sido satisfactorios, ya que por él han pasado un total de 161.000 asistentes, lo que significa 7.000 más que la edición del 2024.
Como se decía antes, Peluso volvió a dar muestra de su potencia por partida doble, o sea, abriendo ayer el Sónar de Noche con el estreno español de su álbum Grasa , y unas horas más tarde tenía previsto hacer una parada en el SonarCar x Boiler Room para una única actuación como dj bajo el nombre de Club Grasa, en referencia al EP de remezclas que acompaña a su citado último disco. Actuará junto a Chris Collins y Afri K, residentes de Zsongo Club, la emblemática sala del barrio madrileño de Malasaña.
El balance de este año del Sónar es positivo , con 161.000 asistentes, 7.000 más que la edición anterior
Lo que no dejó ninguna duda, nuevamente, es su briosa entrega en un directo sólido, pensado y estructurado en busca de una brillante eficacia y, sobre todo, con una entrega muy encomiable.
Por otra parte, la sanguínea artista confirmó una vez más en el marco del festival Sónar su volcánica evolución. Anoche, el amplísimo aforo del SonarClub acabó llenándose prácticamente con un público devoto, que se conocía el amplio repertorio que ofreció durante hora y cuarto. Es fácil acordarse de su estreno en el Sónar de Noche en el 2018, en el más bien reducido espacio SX, en aquel entonces bastante focalizado en las músicas urbanas. Regresó cuatro años más tarde, tras una pausa del festival por la pandemia y para presentar su segundo álbum, Calambre, abriendo ya el de Noche ante 14.000 entregados que atestaban el Sonar Club.
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Y ayer lo volvió a hacer en idéntico marco, inaugurando la jornada nocturna de clausura y dando vida a una veintena de temas, la mayoría incluidos en sus dos álbumes y su primer EP, La sandunguera . Desde que abrió la función a ritmo de Corleone, uno de los hits indiscutibles del citado Grasa , hasta el apoteósico cierre con Vivir así es morir de amor , la casi venerada pieza de Camilo Sesto, la argentina afincada en Barcelona dio vida a una combinación tan eficaz como contundente a base de letras críticas y sin dobleces y unas músicas que combinan el rap, las baladas, las bases folklóricas.
En esta gira, además, propone una puesta en escena tirando a teatral, tanto en las coreografías como en los bailes (bastante sensuales, por otra parte), y arropada por una contundente banda en directo, que permaneció en un segundo plano. En el primero estaban ella y su imparable voz.
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