El balance que publiqué hace un año se titulaba La voluntad de ignorar , y su antetítulo añadía: El poder destructivo de la incultura se dejó sentir durante el 2023 . Hoy debemos preguntarnos todavía qué obras artísticas, literarias y sociales son necesarias en un mundo dominado por poderes que ignoran la emergencia climática, fabrican noticias falsas, corrompen las democracias y destruyen la vida de las personas. Pero no voy a extenderme sobre las últimas andanzas de los putines, trumpistas, netanyús y talibanes de este mundo. Necesitamos luz para poder imaginar un mundo mejor. Así que intentaré recordar algunas buenas noticias culturales en este balance del año 2024, desde un punto de vista barcelonés y catalán.
Algunas buenas noticias en este balance del año, desde un punto de vista barcelonés y catalán
El balance que publiqué hace un año se titulaba La voluntad de ignorar , y su antetítulo añadía: El poder destructivo de la incultura se dejó sentir durante el 2023 . Hoy debemos preguntarnos todavía qué obras artísticas, literarias y sociales son necesarias en un mundo dominado por poderes que ignoran la emergencia climática, fabrican noticias falsas, corrompen las democracias y destruyen la vida de las personas. Pero no voy a extenderme sobre las últimas andanzas de los putines, trumpistas, netanyús y talibanes de este mundo. Necesitamos luz para poder imaginar un mundo mejor. Así que intentaré recordar algunas buenas noticias culturales en este balance del año 2024, desde un punto de vista barcelonés y catalán.
Es difícil resumir, pues sólo en una semana y en una ciudad como Barcelona la oferta es sustanciosa. Por ejemplo, el primer lunes de diciembre abría la gran muestra colectiva de arte actual en pequeño formato DelicArtessen, en la galería Esther Montoriol. El martes, Sebastiâo Salgado presentaba una espléndida exposición de fotografías de la Amazonia, en las Drassanes Reials, y nos recordaba que comer demasiada carne causa la deforestación del principal pulmón de nuestro planeta.
Y por la tarde, un concierto memorable de Jordi Savall en el Museu Tàpies, con la pintura Amor, a mor t de fondo. El miércoles, el alcalde rendía homenaje a la generación que modernizó Barcelona en los años ochenta, retratada por la fotógrafa Maria Espeus en su serie Hola! Barcelona . El jueves, el festival Dart estrenaba The wisdom of wonder. Eugènia Balcells once and again , un documental que hacía honor a su título: la sabiduría de la maravilla. Hay que reencantar el mundo. El viernes, una buena opción era despedirse de la muestra de Agnès Varda en el CCCB. Y el sábado, la Filmoteca proyectaba el homenaje de Chantal Akerman a Pina Bausch.
Algunas de las mejores exposiciones del 2024 aún se pueden visitar
Algunas de las mejores exposiciones del 2024 aún se pueden visitar. En Barcelona, Art en pedra –en la Fundació Catalunya La Pedrera– es relevante a nivel internacional y permite admirar esculturas de Barbara Hepworth, Arp, Oteiza, Chillida, Noguchi, Spalletti, Kapoor y otros, en diálogo ideal con la piedra del edificio. Lo mismo puede decirse del encuentro de Miró y Matisse en la Fundació Joan Miró. También es imprescindible la muestra itinerante de Salgado. En Madrid, la Fundación Juan March expone los dibujos de Saul Steinberg. En París, una gran muestra celebra el centenario del surrealismo, en el Centre Pompidou. En Londres, el último Van Gogh. Y Alechinsky en Bruselas.
Entre las tendencias del año destacan la demanda descolonizadora de los museos occidentales (habrá que distinguir las obras adquiridas legítimamente de los botines y los abusos de poder), el aumento de las cuotas femeninas y la colonización del arte actual por escaparatistas de ideologías posmodernas. Otra tendencia creciente son las exposiciones cinematográficas. En el Macba, Visual origen reivindicó el cine experimental y la televisión de vanguardia realizados en Catalunya entre 1976 y 1988, mientras que el CCCB ha expuesto a Varda y CaixaForum a Berlanga. También el cómic se ha exhibido en museos ( Bande Dessinée 1964-2024 , en el Centre Pompidou) y en galerías (la gráfica libre de Pere Joan, Olaf y otros en Lab 36).
Entre las exposiciones presentadas en galerías catalanas, destacaron Futurama Exprés , de Charris, en la Sala Parés, y las muestras de Sabine Finkenauer en Alzueta, Jordi Ortiz y Silvia Hornig en Artur Ramon, Gino Rubert en Senda, Lluís Lleó en Taché, María María Acha-Kutscher en ADN (hasta finales de enero de 2025) y Torres-García en Dalmau, Mayoral y la Parés. También las muestras de Marcos Palazzi en Sant Cugat y Mariscal y Víctor Pérez-Porro en Calonge.
En cuanto a otras artes, el 2024 fue el año en que renació la catedral de Notre Dame. Se estrenaron películas necesarias y certeras, como La zona de interés, de Jonathan Glazer, o atrevidas como Megalopolis , de Coppola. Y también obras de teatro como Qui som? , de Baró d’Evel. En cómic, se publicó una buena edición, por fin, de Los sueños del Niñato , de Gallardo, y la antología Delirio gráfico , de Calonge. En música, fue asombroso y genial el concierto del Marc Ribot Trio en el Terrassa Jazz Festival, fueron espléndidos los documentales Blur: To the end y Eno , y también el disco de Beth Gibbons Lives outgrown , con canciones a la altura de su grupo Portishead, como Floating on a moment y For Sale .
También The Smile ha estado a la altura de Radiohead en su canción Read the room . El cincuenta aniversario de la obra maestra de Robert Wyatt Rock Bottom coincidió con el estreno de la película homónima de María Trénor. Bryan Ferry celebró otro cumpleaños con una caja de cinco discos: Retrospective. Selected recordings 1973-2023 . Y algunas versiones inéditas de George Harrison en el nuevo disco doble Living in the material world son mejores que las publicadas en 1974: por ejemplo, The light that has lighted the world .
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