Netanyahu admite que el ataque a los negociadores de Hamas en Qatar fue una decisión exclusiva israelí ante el malestar de Washington Leer Netanyahu admite que el ataque a los negociadores de Hamas en Qatar fue una decisión exclusiva israelí ante el malestar de Washington Leer
Apoyo a la inminente incursión terrestre de Israel para tomar el control de la Ciudad de Gaza, bajo dominio de Hamas, y descontento con su ataque contra los líderes islamistas palestinos en Doha efectuado hace exactamente una semana. Con esta doble premisa y el deseo de acabar la guerra y con Hamas en la Franja de Gaza, el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio, se ha reunido este lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el plato fuerte de su visita.
Netanyahu, por otro lado, disparó las alarmas en su país y causó descensos en la Bolsa de Tel Aviv cuando admitió por primera vez que su país podría entrar en una situación de aislamiento internacional. Lo dijo en un evento económico celebrado en una jornada marcada precisamente por el quinto aniversario de la firma de la normalización de las relaciones en la Casa Blanca con varios países árabes bajo los Acuerdos de Abraham.
Bajo la crítica exterior por su ofensiva en la Franja de Gaza, Netanyahu cuenta, tal y como Rubio le ha prometido este lunes en Jerusalén, con «el apoyo inquebrantable» de EEUU en todos sus frentes abiertos, como el reconocimiento del Estado palestino previsto este mes a cargo de varios países («envalentonan a Hamas» dijo sobre los que llamó «salvajes terroristas») o la asignatura pendiente más dolorosa en la región: la Franja de Gaza.
«Todo rehén, vivo o muerto, debe estar hoy en casa. Hamas no puede seguir cumpliendo un papel armado que amenaza no solo a Israel, sino a todo el mundo. Los habitantes de la Franja de Gaza merecen un futuro mejor que no puede empezar hasta que Hamas sea eliminado», declaró Rubio en un mensaje idéntico a los de Netanyahu en las últimas semanas.
Rubio también habló de Irán y su dañado proyecto nuclear, prometiendo que EEUU seguirá la política de máxima presión «hasta que cambie de rumbo».
Más allá de deshacerse en elogios a Trump, del que depende en Gaza (para su ofensiva, la tregua y el día después) y en Nueva York (veto en el Consejo de Seguridad de la ONU), Netanyahu declaró que el ataque en Doha fue una decisión exclusiva israelí. Se trata de una nueva aclaración para disipar dudas sobre el grado de conocimiento o cooperación de EEUU con el bombardeo contra Hamas en la capital de uno de sus grandes socios en la región.
Netanyahu no necesitaba reunirse con Rubio para conocer la opinión de Washington. Por si acaso, en la víspera, Trump declaró sobre el ataque israelí: «Tienen que ser muy, muy cuidadosos. Tienen que hacer algo con Hamas, pero Qatar ha sido un gran aliado de Estados Unidos. Así que, Israel y todos los demás, tenemos que ser cautelosos. Cuando atacamos a alguien, tenemos que ser cautelosos».
Los elogios de Trump a Qatar, al que pide que siga en su papel de mediador, y al emir Tamim bin Hamad Al Thani («una persona maravillosa») contrastan con las críticas de Israel que acusa al rico emirato árabe de albergar y financiar al grupo islamista, recordando su vinculación a Los Hermanos Musulmanes. Doha replica que antes del ataque del 7 de octubre de 2023, envió dinero a la Franja de Gaza a petición sobre todo de Israel, para evitar una crisis humanitaria.
Del aviso de Netanyahu lanzado el pasado sábado a Hamas y Qatar se desprenden dos conclusiones: la operación para matar a los lideres integristas, entre ellos el jefe negociador Khalil Al Hayya, fracasó y no descarta volver a intentarlo. Este lunes, sin embargo, rechazó el fracaso al destacar que independientemente del resultado lograron «enviar el mensaje a los terroristas».
Concediendo a Israel un margen de varias semanas para acabar con Hamas en la Ciudad de Gaza, EEUU busca el fin de la guerra y la vuelta de los rehenes. Rubio tiene previsto reunirse con familias de parte de los 48 rehenes en cautiverio. El pánico se ha apoderado de muchas de ellas al temer, como les han admitido distintos oficiales, que la ampliación de la ofensiva pone en peligro a los 20 secuestrados vivos. Tampoco ocultan su ira hacia a Netanyahu por la acción en Doha, que ven como «un ataque contra la negociación» y la continuación de la ofensiva.
Mientras continúan los llamamientos al boicot a Israel, ya sea para cantar y bailar en Eurovisión o para vender y comprar armas, Netanyahu avisó de los efectos económicos en caso de confirmarse un aislamiento. «Vamos a ser Atenas y super Esparta», declaró en clave económica acusando por ejemplo a Qatar y a China de orquestar una gran campaña mediática-digital contra su país.
Las críticas aumentarán si miles de soldados israelíes se lanzan hacia la Ciudad de Gaza. Antes, el Tsáhal sigue con su estrategia de destruir edificios en altura, como hizo de nuevo, con previo aviso de desalojo este lunes. alegando que son usados por Hamas para atacar a sus tropas- y alentar el desplazamiento de los gazatíes a zonas humanitarias del sur de la devastada Franja de Gaza donde los habitantes denuncian que «no hay ningún lugar seguro». Según el Ministerio de Sanidad bajo control de Hamas, 33 palestinos murieron en la última jornada bajo el fuego israelí.
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