Un equipo de 75 expertos trabajando durante 41 días. Más de 300 gigabites de información analizados. Las 770 solicitudes de información gestionadas y un detallado relato a lo largo de 182 páginas describe con profusión la sucesión de eventos que llevó al cero eléctrico peninsular el 28 de abril de 2025. Pero lejos de apaciguar las ansias por conocer los motivos del apagón y clarificar el momento más crítico de la historia energética de la península Ibérica, el efecto del informe del Gobierno ha sido el contrario.
La explicación del cero eléctrico del 28 de abril adolece de la concreción esperada y dispara, más si cabe, las especulaciones
Un equipo de 75 expertos trabajando durante 41 días. Más de 300 gigabites de información analizados. Las 770 solicitudes de información gestionadas y un detallado relato a lo largo de 182 páginas describe con profusión la sucesión de eventos que llevó al cero eléctrico peninsular el 28 de abril de 2025. Pero lejos de apaciguar las ansias por conocer los motivos del apagón y clarificar el momento más crítico de la historia energética de la península Ibérica, el efecto del informe del Gobierno ha sido el contrario.
El texto plagado de tachones, algunos cubriendo párrafos enteros, junto a descripciones precisas de horas y actividad de las instalaciones ha agudizado la soterrada batalla que, desde el mismo día 28, mantienen los principales protagonistas del sistema energético para desviar de ellos el cáliz de culpabilidad que implicaría asumir las millonarias indemnizaciones que están en juego.
Ni REE ni las eléctricas cómodas con el reparto de responsabilidad del Gobierno
La ministra para la Transición Energética Sara Aagesen, incidió el pasado martes, durante la presentación del informe, que el incidente no fue provocado por un “único fallo”, sino que “fue una convergencia de múltiples factores”. Atribuye a Red Eléctrica (REE), el operador del sistema, un error en la programación de las energías convencionales suficientes para garantizar el control de la tensión del sistema. Esta es una de la variables clave para asegurar la estabilidad de demanda y oferta eléctrica necesaria para que todo funcione correctamente.
Las empresas privadas también son señaladas como responsables de una inadecuada gestión de las instalaciones disponibles para regular esa tensión incumpliendo la normativa establecida. Pero el informe no permite ver ni el nombre de las instalaciones en las que detectaron esos fallos, ni tampoco conocer el volumen de incumplimiento y afectación de estas prácticas. Ocultos quedan también los nombres de las plantas de generación en las que se detectaron los problemas, aunque no la hora y la zona, por lo que los más avezados del sector las pueden identificar.
“No entiendo el secretismo porque ahora todo el mundo es sospechoso. Estamos en un escenario en que alguien ha matado a alguien, pero no sabemos ni quién ni cómo. Si el Gobierno tiene claro lo ocurrido, tiene la obligación de reflejarlo por mucho que las compañías pidan no hacerlo. Al no hacerlo invita a pensar que no tal vez no estén tan seguros de lo que pone en su informe”, analiza Jorge Sanz, director de la consultora energética, Nera Economic Consulting.
El sistema estaba preparado para un evento extraordinario, no para todos los que acontecieron el 28A
Él pone voz a las innumerables especulaciones que se han sucedido en el sector desde el pasado martes, alimentadas con no pocas filtraciones interesadas. Tantas que incluso el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz Tagle, ha llegado a reclamar “un informe más esclarecedor”, según declaró a Europa Press. Una petición un punto sorprendente considerando que han sido las principales empresas eléctricas las que no dieron su autorización al Gobierno para revelar en su informe nombres y datos concretos sobre las instalaciones y eventos implicados en el apagón.
Red Eléctrica sí que autoriza a publicar sus datos, pero tampoco está satisfecha con el resultado del informe del Gobierno. No habían pasado ni 24 horas desde su publicación cuando los principales directivos de REE, liderados por su presidenta, Beatriz Corredor, presentaban su propio análisis en el que se autodescargan de toda culpa en la gestión del sistema y señalan a los fallos de control de tensión por parte de las eléctricas como los culpables de llegar al cero eléctrico.
Mañana, la patronal de las eléctricas, Aelec, presentará su propia explicación que, con toda probabilidad, concluirá lo contrario.
“Es incomprensible que ahora se esté volviendo a buscar una causa única del apagón como se hacía el 30 de abril”, señala Pedro Fresco, actual director de la Asociación Valenciana del Sector de la Energía y ex director general de Transición Ecológica de la Comunidad Valenciana.
En su opinión, con los informes publicados “queda muy claro que no hay una causa única. El sistema eléctrico está preparado para gestionar un único suceso extraordinario. Lo ocurrido el 28 de abril es un cúmulo de sucesos que ninguno de ellos por si solo habría sido suficiente para provocar un cero eléctrico, pero que aquel día, en aquel momento confluyeron todos y no se pudo o no se supo controlar esa cadena de eventos”.
Una cadena de eventos todavía con demasiadas lagunas que empresarios y analistas del sector esperan que sea la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la asociación europea Entso-e las que lo permitan aclarar. Entre los puntos por esclarecer, si lo acontecido durante las primeras horas de la mañana del 28 abril en el sistema eléctrico español estaba dentro de los límites, como asegura REE; o si al contrario, “el día presentaba muchas complicaciones”, como refleja el informe del Gobierno y aseguran las eléctricas.
Fase 1: Oscilaciones en el Sistema (12:00 h – 12:30 h)
Fase 2: Pérdidas de Generación (12:32:57 h – 12:33:18 h)
Fase 3: Colapso (12:33:18 h – 12:33:30 h)
Uno de los primeros focos de atención recae sobre la generación renovable (RCR). El informe del Gobierno señala una correlación entre el aumento de tensiones y una “caída de la generación, en este caso generación solar, probablemente por señales de mercado” entre las 10h30 y las 11h10. Esto, sumado a una reducción de las exportaciones a Francia, implicó decisiones económicas de los generadores que impactaron en la red.
Tampoco queda claro el papel de las instalaciones de autoconsumo que, según el mismo informe, “se vieron afectadas por las oscilaciones del sistema” y en esa franja horaria “generaron picos de demanda anómalos”.
Parece fuera de dudas que la situación se complicó a las 12h03 cuando la “Planta Fotovoltaica A en la provincia de Badajoz”, según la terminología de REE, presentó una oscilación “forzada” muy superior a la media por el “mal funcionamiento de un control interno o por una anomalía interna de la planta, que deberá aclarar el propietario de la misma”. Esto lo apunta Red Eléctrica. El informe del Gobierno no señala los motivos.
Las decisiones de REE para controlar esa oscilación, entre ellas el modo de gestionar la interconexión con Francia, implicaron una escalada de la tensión en el sistema que resultó fatal. ¿Pero, fue por el error de Red Eléctrica o fue porque las instalaciones en uso no funcionaron?
El Gobierno ha apostado por reforzar el sistema a futuro, sin desplazar a las renovables
“¿Si la programación de respaldo del sistema hubiera contado con la planta de San Roque, que sabemos que fue la que se desconectó de la programación inicial, hubiera sido sustituida por REE se habría evitado el colapso? Es la gran pregunta a resolver”, dice Pedro Fresco, que añade que “habrá tiempo para saberlo. El Gobierno ha apostado por la solución más correcta, dar prioridad a la solución y luego se verán las culpas. Y diseñar una solución en la dirección más correcta, reformar la regulación para que las renovables que tensionan el sistema sean ahora parte de sus solución”.
En esa línea va el cambio de regulación del control del sistema aprobado el jueves por la CNMC y las modificaciones que se espera que este martes apruebe el Consejo de Ministros. Desenmascarar los tachones del informe y aclarar las culpas será una labor que, nadie tiene dudas, deberá asumir la justicia española y casi seguro también la europea.
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