Cada día, más coches se cruzan con jabalíes. O con corzos, perros abandonados o incluso vacas. En la última década, los siniestros viales con animales se han duplicado en España, hasta representar ya un tercio de los accidentes en vías interurbanas. Solo en 2024 se registraron más de 36.000 incidentes. En la mayoría de los casos no hubo heridos, pero el problema preocupa, crece y afecta a buena parte del país, especialmente en la España vacía y la España verde.
En 2024 se registraron en España 36.000 accidentes de tráfico con animales, principalmente jabalíes y corzos, en los que fallecieron 8 personas y otras 58 fueron hospitalizadas
Cada día, más coches se cruzan con jabalíes. O con corzos, perros abandonados o incluso vacas. En la última década, los siniestros viales con animales se han duplicado en España, hasta representar ya un tercio de los accidentes en vías interurbanas. Solo en 2024 se registraron más de 36.000 incidentes. En la mayoría de los casos no hubo heridos, pero el problema preocupa, crece y afecta a buena parte del país, especialmente en la España vacía y la España verde.
Para ponerle freno, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha presentado una nueva guía elaborada por la Asociación Española de la Carretera (AEC) con datos, propuestas y buenas prácticas nacionales e internacionales. Un informe técnico, pero con vocación práctica para que sirva de herramienta para responsables de infraestructuras, gestores de tráfico y administraciones locales.

El problema no es nuevo, pero sí cada vez más frecuente. Según los datos recogidos, el 88% de los accidentes con animales se producen en carreteras convencionales y el 98% de los casos son atropellos. También se registran salidas de vía -alrededor del 1%- provocadas por maniobras evasivas, además de otros incidentes menos frecuentes.
El 88% de los accidentes con animales se producen en carreteras convencionales
La guía revela que la fauna más implicada es salvaje. Los jabalíes representan el 52% de los siniestros y los corzos, el 32%. Los perros, con un 8%, son los animales domésticos que más aparecen en este tipo de accidentes. La distribución geográfica apunta sobre todo a Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, y la época de mayor riesgo coincide con los meses de otoño e invierno.
A pesar de su elevada frecuencia, solo en el 1,5% de los casos se registran víctimas humanas. El año pasado, ocho personas fallecieron y 58 tuvieron que ser hospitalizadas tras colisiones con animales.

Una de las principales novedades del estudio es la definición de los llamados TEFIVA (Tramos con Especial Frecuencia de Incidentes Viales con Animales), zonas de al menos un kilómetro donde, en los últimos cinco años, se han producido al menos diez incidentes con fauna, y uno de ellos con víctimas.
Ya se han identificado 150 tramos en la red estatal, repartidos en 205 kilómetros, que suponen solo el 0,8% del total de las carreteras, pero concentran el 21% de los accidentes con fauna que provocan víctimas. Estos tramos ya están señalizados y se integrarán próximamente en la plataforma DGT 3.0, para que los navegadores puedan advertir a los conductores en tiempo real cuando se aproximen a zonas de riesgo.
Los tramos más peligrosos solo representan el 0,8% de la red estatal de carreteras, pero concentra el 21% de los accidentes con fauna que causan víctimas
La guía presentada por la DGT clasifica las soluciones en cinco grandes grupos. Algunas se centran en los conductores, otras en la fauna, y muchas combinan tecnología, ecología y gestión del territorio.
1. Actuar sobre el conductor
Señales más visibles, paneles luminosos y sistemas inteligentes que detectan animales en tiempo real ayudan a prevenir siniestros. También se aplican tecnologías como sensores térmicos o cámaras para alertar directamente al conductor, así como limpieza de márgenes para mejorar la visibilidad.
2. Mantener a los animales lejos de la carretera
Mediante tecnología y barreras sensoriales, las administraciones intentan mantener a la fauna alejada de las carreteras. Destacan los disuasores visuales, como reflectores y prismas que desvían la luz para ahuyentar a los animales, y los sistemas acústicos que emiten ultrasonidos activados por el paso de vehículos. También se usan barreras olfativas basadas en feromonas o repelentes, conocidas como ‘vallas perfumadas’, que crean una barrera invisible y eficaz para reducir el riesgo de accidentes.
3. Barreras físicas y pasos de fauna
Las vallas cinegéticas siguen siendo habituales, pero cada vez se combinan más con pasos específicos para animales: ecoductos (puentes cubiertos de vegetación), túneles o rampas de escape. En algunos tramos de Asturias, Galicia y Castilla y León también se ensayan vallas virtuales que combinan luz y sonido.

4. Conectividad ecológica
España apuesta por infraestructuras que facilitan el paso seguro de la fauna y evitan su aislamiento. Destacan los ecoductos, puentes vegetados que permiten cruzar por encima de las carreteras, y los túneles para anfibios y pequeños mamíferos. También se usan pasos inferiores adaptados (culverts) y pasos a nivel señalizados en zonas sensibles para mantener la conexión entre hábitats. Estas medidas protegen a la fauna y mejoran la seguridad vial.
5. Medidas complementarias
Se instalan barreras específicas para proteger a los motoristas, que al mismo tiempo impiden el paso de animales pesados como los jabalíes. También se aplican acciones de limpieza, mantenimiento y gestión del entorno.
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