La Generalitat asegura que sigue negociando con Liberty Media. Renueva con MotoGP hasta 2031 y busca nuevas fuentes de ingresos Leer La Generalitat asegura que sigue negociando con Liberty Media. Renueva con MotoGP hasta 2031 y busca nuevas fuentes de ingresos Leer
Montmeló se resiste a la idea de ver su nombre fuera del calendario de la Fórmula 1. A pocos meses para que se haga oficial la lista de sedes del próximo Campeonato del Mundo, la Generalitat lo fía todo a la «máxima discreción» en sus negociaciones para conseguir una ampliación del contrato con Liberty Media.
Pese a que nadie ha querido dar por enterrada esa posibilidad, cada día que transcurre está más cerca el adiós del Circuit de Barcelona-Catalunya a una relación ininterrumpida desde 1991. Desde que hace poco más de un año se anunciara que Madrid acogería el Gran Premio de España a partir de 2026, la incertidumbre planea sobre el autódromo catalán, que del 30 de mayo al 1 de junio acogerá la novena prueba de la 75 edición de la competición de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
El vínculo contractual de diez años con la capital y las reticencias de la organización a programar más de una carrera en un mismo país, con las actuales excepciones de Estados Unidos (tres) e Italia (dos), dejan escaso margen para la supervivencia de la cita barcelonesa, por más que Montmeló haya gozado siempre de una gran aceptación en el paddock por sus características técnicas.
De quedar fuera del calendario, una de las opciones sobre la mesa para que los monoplazas no abandonen definitivamente Barcelona es que el circuito donde Fernando Alonso consiguió su última victoria en la F1, la icónica 32 del año 2013, vuelva a ser sede de los test de pretemporada del Mundial, un rol que perdió hace tres años frente a Bahrein, que acoge en exclusiva desde 2023 la puesta en escena de la parrilla. El aumento de tres a nueve días de pruebas en 2026 por la entrada en vigor del nuevo reglamento, unido a recientes incidencias como el apagón de hace dos semanas en la sesión preparatoria en el circuito ubicado en la zona desértica de Sakhir, podría propiciar un retorno a Cataluña en la próxima apertura del telón. Una suerte de premio de consolación para la instalación situada a 30 kilómetros de Barcelona, en cuyo centro tuvo lugar el año pasado un Road Show con el que la ciudad quiso mostrar su compromiso con el automovilismo.
En paralelo a esas negociaciones discretas, Montmeló ha copado varios titulares este último año en lo que respecta a su futuro, con o sin el Gran Circo sobre su asfalto. El pasado abril, la Generalitat adjudicó la explotación y gestión de la actividad del Circuit de Barcelona-Catalunya a Fira de Barcelona para los próximos 20 años a través de la nueva sociedad Fira Circuit, que abonará nueve millones de euros este año y diez en 2026, más un variable del 25% hasta los 45 millones de ingresos y del 20% si la cantidad es superior.
Según detalló el anterior Gobierno autonómico presidido por Pere Aragonès (ERC), el objetivo es abrir el recinto, con sus 4,7 kilómetros de pista y 25 hectáreas de terreno verde, a «nuevos modelos de negocio» relacionados con ferias, congresos, movilidad sostenible, eventos musicales y actividades culturales, más allá de las grandes competiciones de motor.
Una estrategia para ganar músculo financiero y comercial en una instalación siempre dependiente de la inyección de dinero público. La Generalitat había repetido en los últimos años que era necesario un nuevo plan estratégico para el circuito frente a sus reiterados números rojos. El acuerdo con la institución ferial no afecta a la titularidad de los contratos de Fórmula 1 y MotoGP, que continúan en manos de la compañía pública Circuits de Catalunya.
En septiembre, el nuevo Govern del PSC aprobó una aportación extraordinaria de 20,5 millones de euros para las instalaciones de Montmeló que se sumaba a las inversiones ordinarias de mantenimiento, de 11,8 millones para 2024. «La Generalitat está trabajando en la permanencia a futuro más allá de 2026», explicó la portavoz del Ejecutivo catalán, Sílvia Paneque, al anunciar esta partida económica destinada, principalmente, a la mejora de la fachada principal de boxes, el rooftop y la instalación de la cubierta de una tribuna.
Y fue hace un mes cuando Montmeló certificó buenas noticias procedentes del mundo del motor, pero en este caso de las dos ruedas. El circuito acogerá el Gran Premio de Cataluña de Motociclismo al menos hasta 2031 tras la renovación del contrato con Dorna Sports, que concluía en 2026. «La conexión ya era buenísima, pero con el GP Solidario fue especial», dijo el CEO de la empresa organizadora, Carmelo Ezpeleta, en referencia a la prueba que Barcelona acogió en noviembre tras los efectos de la dana en la Comunidad Valenciana, obligada a anular la carrera de Cheste con la que terminaba el Mundial.
La Generalitat se vale de esta reciente renovación de MotoGP para insuflar optimismo en la recta final de sus negociaciones con Liberty Media: «Seguimos trabajando con la máxima discreción para la extensión del contrato de la Fórmula 1 y mostrando día a día la capacidad organizativa y el nivel de nuestras instalaciones y de los eventos que acogemos», asegura a EL MUNDO Pol Gibert, número dos de la consejería de Empresa y consejero delegado de Circuits de Catalunya.
Deportes // elmundo