La Universidad de Sevilla elige a su nuevo rector en unas elecciones insólitas y más democráticas

La Universidad de Sevilla, la tercera más grande de España en cuanto a número de alumnos, con 60.000 estudiantes, vota este jueves a su nuevo rector o rectora en unas elecciones históricas, en muchos sentidos. Por primera vez, se celebran por sufragio universal ponderado, rompiendo con una inercia de 21 años en la que el proceso quedaba restringido al claustro. También por primera vez concurren siete aspirantes: cuatro que han ocupado cargos en el gobierno del actual rector, Miguel Ángel Castro (Carmen Vargas, Ana López, Felipe Rosa y Ángeles Gallego) y tres que son ajenos a la anterior dirección (José Luis Gutiérrez, Pastora Moreno y Alfonso Castro).

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 Por primera vez en 21 años, la elección se celebra por sufragio universal ponderado, no queda en manos del claustro  

La Universidad de Sevilla, la tercera más grande de España en cuanto a número de alumnos, con 60.000 estudiantes, vota este jueves a su nuevo rector o rectora en unas elecciones históricas, en muchos sentidos. Por primera vez, se celebran por sufragio universal ponderado, rompiendo con una inercia de 21 años en la que el proceso quedaba restringido al claustro. También por primera vez concurren siete aspirantes: cuatro que han ocupado cargos en el gobierno del actual rector, Miguel Ángel Castro (Carmen Vargas, Ana López, Felipe Rosa y Ángeles Gallego) y tres que son ajenos a la anterior dirección (José Luis Gutiérrez, Pastora Moreno y Alfonso Castro).

Todos los candidatos, en mayor o menor medida, han centrado sus campañas en unos ejes comunes: cambio en la gestión, mayor autonomía de los centros, mayor transparencia y participación de la comunidad educativa, en especial los estudiantes, y cómo hacer para cuadrar las cuentas.

Entre las siete candidaturas hay dos que se postulan como las que más probabilidades tienen de ganar en la primera votación de este jueves, en la que si uno de los aspirantes se alza con más del 50% de los votos quedaría automáticamente proclamado. Si no fuera así, los dos más votados irían a una segunda vuelta que se celebraría el 10 de noviembre. Se trata de la de Vargas, catedrática de Microbiología y ex vicerrectora de Proyección Institucional e Internacionalización, se considera la opción continuista del actual equipo rectoral; y de la de José Luis Gutiérrez, antiguo decano de la Facultad de Odontología, que se ha presentado como una apuesta rupturista y la única con capacidad para revertir la actual inercia de sucesiones internas.

En liza también están las candidaturas de Ana López, catedrática de Psicología y ex vicerrectora de Servicios Sociales, Campus Saludable, Igualdad y Cooperación; Felipe Rosa, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y antiguo vicerrector de Transferencia; Ángeles Gallego, catedrática de Organización de Empresas, graduada en Medicina y exdirectora del Centro de Formación Permanente; Pastora Moreno; la primera catedrática de Periodismo de la Facultad de Comunicación; y Alfonso Castro, catedrático de Derecho Romano y exdecano de la Facultad de Derecho.

No existe un censo concreto de miembros de la Universidad de Sevilla (US) que puedan acudir a votar, pero fuentes de la institución cifran a toda la comunidad universitaria en torno a las 119.000 personas: 4.600 profesores e investigadores, 3.000 integrantes del personal de administración y en torno a 60.000 estudiantes, de acuerdo con los datos del último anuario estadístico. La participación será determinante a la hora de decantar el resultado de esta elección y en ella, cobra importancia la movilización de un alumnado que por primera vez podrá elegir directamente al rector y no a través de su representación de 53 claustrales.

“Movilizar a los estudiantes siempre es complicado, pero hay interés, aunque en unos centros más que en otros”, explica Luis Gonzalo, delegado del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus). “En algunos ya han votado por adelantado y lo han hecho entre 40, 80 y más de 100”, indica. Gonzalo reconoce que todas las candidaturas se han tomado en serio conocer los intereses de los alumnos y que han recogido sus propuestas. “Todos han recogido la evaluación continua y la compensatoria, que es nuestra principal reivindicación”, abunda.

Esa es una de las cuestiones que centraron el debate que los siete candidatos mantuvieron el pasado 23 de octubre, también una cita sin parangón, porque nunca en la historia reciente de la US los aspirantes a rector habían podido confrontar sus propuestas. En el encuentro, moderado por la periodista Mabel Mata, se abordó como los retos principales acabar con la precariedad laboral del personal docente investigador y del de gestión, administración y servicios; la necesidad de una descentralización de la universidad para que las escuelas y las facultades ganen en autonomía; la reducción de la carga burocrática y de garantizar una mayor transparencia en la gestión.

Expectación de profesores y estudiantes

El debate, según Gonzalo, ha servido para que muchos estudiantes hayan decantado su voto. Entre los profesores el interés que suscitan estas elecciones es desigual en función de los ambientes que frecuenten, pero todos los profesionales consultados reconocen que sí existe expectación por saber los resultados de la primera vuelta. Lo cierto es que los candidatos se han afanado por hacer llegar sus mensajes a la comunidad educativa con campañas en redes sociales o boletines informativos. Hasta el punto, que como si se tratara de unas elecciones políticas, en algunos casos se han lanzado hasta bulos.

Quien venza en estas elecciones también se enfrentará a un mandato más amplio: los nuevos estatutos fijan la duración en seis años y no en los cuatro actuales. Un período en el que queda por afinar el cumplimiento de los acuerdos de financiación universitaria por parte de la Junta y el desarrollo de las nuevas titulaciones, donde la US debe consolidar sus grandes apuestas y competir con las ofertas de las universidades privadas.

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