La presentación que hizo el lunes la Seguridad Social a los agentes sociales de la propuesta para la subida de las cuotas de autónomos para los próximos tres años desató de manera inmediata la batalla tanto en el terreno laboral como en el político. La medida concreta el marco fijado en el acuerdo del 2022 entre sindicatos y patronal, y plasmado después en un real decreto ley en el que se establece que los autónomos cotizarán según sus ingresos, estableciendo el paralelismo con lo que ocurre actualmente con los asalariados. Un proceso que empezó en el 2023 y con final para completar la transición en el 1 de enero del 2032.
Elma Saiz pide tranquilidad mientras que ATA reclama aumentar solo la inflación y UATAE critica que se castiga a los tramos más bajos
La presentación que hizo el lunes la Seguridad Social a los agentes sociales de la propuesta para la subida de las cuotas de autónomos para los próximos tres años desató de manera inmediata la batalla tanto en el terreno laboral como en el político. La medida concreta el marco fijado en el acuerdo del 2022 entre sindicatos y patronal, y plasmado después en un real decreto ley en el que se establece que los autónomos cotizarán según sus ingresos, estableciendo el paralelismo con lo que ocurre actualmente con los asalariados. Un proceso que empezó en el 2023 y con final para completar la transición en el 1 de enero del 2032.
La propuesta concreta las subidas para los próximos tres años, con aumentos que van en el 2026 desde los 11 a los 206 euros en 2026, en porcentaje es un 9% de incremento para el tramo con menores ingresos hasta el 35% para los que más ganan. Una propuesta que también detalla las cuotas para 2027 y 2028, y marca la línea a seguir para después, cuando indica que seguirán una evolución lineal en el periodo 2028-2031.
Es un incremento para todos los trabajadores por cuenta propia, pero en porcentajes diversos. Es mucho más acentuada para los que tienen más rendimientos netos. Por ejemplo, en los tramos más altos, a partir de 4.000 euros de rendimientos netos al mes, la cuota del 2026 superaría los 648 euros, y en el 2028 los 880 euros.
Las protestas han llegado tanto por la derecha como por la izquierda, y tanto por las asociaciones de autónomos como por los partidos políticos. Por la derecha, fue ATA, la asociación integrada en la CEOE, la que primero reaccionó, hablando de “sablazo”. Lo que plantea es incrementar solo el IPC en las cuotas en los próximos tres años. Su tesis es que ya se está cumpliendo el tránsito hacia un sistema en que se vinculen las cotizaciones a los rendimientos y que el acuerdo “no fijó cotizaciones futuras”. Por tanto, dicen que actualizar las bases según la inflación hasta el 2031 sería compatible con el acuerdo.
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Sin embargo, aquí, es donde Seguridad Social recuerda que el real decreto del 2022 señala que “A partir del día 1 de enero de 2032, las bases de cotización…..se fijarán en función de los rendimientos netos obtenidos anualmente por los trabajadores por cuenta propia o autónomos por su actividad económica o profesional, dentro de los límites de las bases de cotización máxima y mínima que se determinen en la correspondiente Ley de Presupuestos Generales del Estado”. Por tanto, indican, se puede graduar el proceso, que es lo que plantean de manera lineal, pero a partir del 2032, se tendrá que cotizar según los rendimientos.
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Esta mañana, la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, ha pedido tranquilidad para desarrollar esta negociación, pero subrayando uno de sus argumentos principales. “Lo que no puede ser es que un autónomo que esté toda su vida trabajando llega al momento de la jubilación, se encuentre con una pensión de jubilación que sea casi más de seiscientos cincuenta euros al mes de diferente a un trabajador por cuenta ajena”, ha afirmado.
Si por la derecha, ATA critica duramente la propuesta, por el otro extremo, también UATAE, la organización ligada a CC.OO, insiste en rechazarla. Critican el aumento de las cuotas mínimas, la que están situadas por debajo del SMI. “Castiga a los más bajos y beneficia a quienes más ingresan”, ha afirmado su secretari general, María Jose´Landaburu.
Es una referencia al aumento de las cuotas que se aplican a los autónomos que ingresan por debajo de los 1.166 euros, que aumentarán el próximo año hasta situarse entre 217 y 271 euros, y en el 2028, hasta entre los 252 y los 293 euros. Aquí, Seguridad Social señala que, a pesar del aumento, estas cuotas seguirán por debajo de las que había en el 2022, que eran de 294 euros.
Mientras en el campo político la propuesta también ha provocado el rechazo tanto de PP, Vox y Junts, según manifestó el presidente de ATA, Lorenzo Amor que dijo que contaba con su apoyo para tumbar la subida cuando llegara al Congreso, como también la oposición de Sumar, el socio de coalición, en este caso, por la subida de las cuotas de los autónomos con menos ingresos.
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