La Policía carga contra los manifestantes propalestinos después de que Sánchez alentara las protestas en la Vuelta Ciclista

La carrera, finalmente, ha sido cancelada; esta mañana, el presidente de Gobierno manifestó admirar cómo «el pueblo español se moviliza por causas justas como la de Palestina» Leer La carrera, finalmente, ha sido cancelada; esta mañana, el presidente de Gobierno manifestó admirar cómo «el pueblo español se moviliza por causas justas como la de Palestina» Leer  

Los ánimos estaban caldeados y, finalmente, una chispa encendió la mecha. La Policía Nacional ha efectuado varias cargas contra algunos de los manifestantes que han ocupado enclaves estratégicos como la Gran Vía, Callao o Castellana, portando banderas de Palestina. No son los únicos grupos reivindicativos desplegados por Madrid. Una gran masa de convocados se ha dispersado por todo el centro de la capital con un único objetivo: aprovechar la última bala y «boicotear» la Vuelta a España en su última etapa, como forma de protesta por la participación del equipo Israel-Premier Tech.

La tensión ha llegado a tal punto que algunos ciclistas, antes de que se detuviera la carrera, se han llegado a encarar con manifestantes, con el peligro que eso conlleva para los deportistas. Incluso, en un vídeo que comienza a hacerse viral en redes sociales, se puede observar cómo un ciudadano llega a tirar de la bicicleta a un atleta del equipo UAE.

Todo en un domingo que amaneció con el mensaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, donde manifestaba su «reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas, pero también nuestra admiración a un pueblo como el español que se moviliza por causas justas como la de Palestina».

Además de las caras de frustración de algunos ciclistas, como la del ganador de la Vuelta, el danés Jonas Vingegaard -que se queda sin su momento de gloria en Madrid-, la jornada está dejando algunas imágenes que mucho distan del deporte, como manifestantes saltando enfervorecidos encima de varias vallas de protección, tiradas ya en el suelo, profiriendo cánticos como «Vosotros, sionistas, sois los terroristas».

Demasiados puntos calientes en una capital que se ha teñido con los colores de la bandera palestina. En el centro de Madrid, con cara seria, también se resignaba su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que negaba con la cabeza al enterarse del desenlace de esta competición y afirmaba que «hoy ha triunfado la violencia por encima del deporte». Por su parte, Isabel Díaz Ayuso ve «intolerable» que Sánchez «lance fuego» con la situación de la Vuelta Ciclista: «Hay que protestar libremente pero no coaccionar a ciclistas. Esto va contra el deporte y la libertad».

La organización de la Vuelta a España ha intentado, hasta el último momento, que el torneo llegase a su fin. Llevó a acbo, durante toda la tarde, modificaciones improvisadas y sin avisar para tratar de evitar las protestas propalestinas en su camino hacia el centro de Madrid. Finalmente, todos los intentos fueron en balde, y eso que el despliegue de seguridad ha sido más amplío que durante la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid, con un dispositivo con 1.100 policías nacionales, para evitar que haya incidentes como los de ayer sábado, cuando un grupo de unos 100 manifestantes entorpecieron la penúltima etapa de la Vuelta con una sentada a 18 kilómetros de meta.

Ya las cuatro de la tarde, bastante antes de la llegada del pelotón a la capital, centenares de personas han coreado «¡No es una guerra, es un genocidio!», mientras la policía revisaba los palos de las banderas para verificar que no se portaba en su interior objetos peligrosos.

«Fuera, fuera, fuera«, han sido gritos sonoros en el paseo del Prado, mientras en las inmediaciones de la plaza del Museo Reina Sofía ha habido una sentada en apoyo a Palestina. Las banderas en apoyo a este país no solo han inundado Atocha sino que se han expandido por el resto de la ciudad, en especial, en los puntos donde también se habían convocado protestas por el Comité palestino del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), entre otros movimientos sociales.

En los alrededores del Cibeles y el paseo del Prado, también hay un gran número de personas que portan la bandera palestina mientras corean «Netanyahu asesino» al paso de los coches de la organización.

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