La polémica del VAR y la crítica de Courtois: «Hay que jugar más en equipo, no todo individualidades»

La sala VOR y el colegiado revisó las dos acciones clave de la primera parte, el penalti señalado a Asencio y el anulado sobre Mbappé. Lucas, contundente: «Somos responsables». Courtois, enfadado: «Hay que hacer autocrítica» Leer La sala VOR y el colegiado revisó las dos acciones clave de la primera parte, el penalti señalado a Asencio y el anulado sobre Mbappé. Lucas, contundente: «Somos responsables». Courtois, enfadado: «Hay que hacer autocrítica» Leer  

Cinco minutos lastraron las esperanzas de remontada del Real Madrid ante el Arsenal. Un logro casi imposible después del 3-0 de Londres que se deshizo en los 300 segundos que tardó la sala del VAR en comprobar el penalti de Rice sobre Mbappé y en los pocos instantes que necesitó el colegiado francés François Letexier para decidir que el agarrón del inglés sobre el delantero madridista no era pena máxima. Protestó todo el Madrid, pero no sirvió.

Ese momento apagó la llama de la esperanza blanca, empujada hacia la épica por la parada deCourtois a Saka en el primer penalti, la primera jugada polémica de una noche que tuvo de todo.

Antes del pitido inicial, más de diez mil personas recibieron al autobús del Madrid rodeando la plaza de los Sagrados Corazones hasta la Castellana. Bajo la lluvia y las bengalas, la afición del conjunto blanco intentaba marcar el primer gol del partido. En la memoria, las eliminatorias de 2022 ante PSG, City y Chelsea o la del curso pasado contra el Bayern.

El ambiente durante el calentamiento fue de minuto 90. Gritos de «Sí se puede», «cómo no te voy a querer» y un tifo gigante que rezaba «la fábrica de los sueños, haz el nuestro, Real». Ya en el césped, la locura. Mbappé marcó en el 2 bajo el delirio del Bernabéu, pero fue anulado por fuera de juego.

Y en el 10, la primera gran polémica. El Arsenal sacó un córner y la jugada siguió con normalidad hasta que un minuto después Letexier paró el juego e hizo el gesto del VAR. Al principio nadie sabía muy bien qué se estaba comprobando ni en qué área, así que reinó la incertidumbre. Y de repente, el colegiado galo señaló el punto de penalti del Madrid. Agarrón de Asencio sobre Merino y pena máxima. Momento para la capa de Courtois.

El belga, que se movió de lado a lado antes del lanzamiento de Saka, adivinó el Panenka del inglés mientras Asencio corría hacia el delantero para gritarle. Una vez más, el portero evitaba el drama y ampliaba la esperanza.

Diez minutos más tarde llegó la revisión del penalti a Mbappé y el inicio de los nervios del Bernabéu y del cuerpo técnico, que protestó cada pérdida de tiempo de los británicos y apretó al colegiado, que terminó sacando amarilla a Raya por sus constantes pausas. La tensión subía de nivel, pero el marcador seguía 0-0 y Arteta sonreía, viendo cómo Martinelli y Saka volvían a ser superiores a Lucas y Alaba.

El partido aterrizó en el descanso con rabia local, reflejada en el enganchón que tuvo Carvajal, vestido de calle, con Saka en la entrada al túnel. El español le recriminó algo, seguramente el Panenka, y el inglés le encaró, sin llegar a más.

Tras el intermedio y viendo que el único tiro a puerta de su partido era un tímido disparo de Vinicius, Ancelotti movió el árbol. El italiano encomendó a Fran, Ceballos y Endrick la remontada exprés, pero el tanto de Saka terminó por hundir al Bernabéu a pesar del gol de Vini, el primero en la historia del Madrid al Arsenal en 337 minutos (los dos enfrentamientos de 2006 y este año).

No hubo épica. Hubo silencio. Mbappé se lesionó el tobillo y Martinelli, como Henry en el 0-1 de 2006, sentenció. Los blancos se despiden de la Champions antes de semis por primera vez desde 2020 tras una racha extraordinaria de cuatro años jugando dos semis y dos finales. Toca la Liga, la Copa y mucha reflexión.

«Somos responsables, pero el Madrid volverá siempre«, aseguró Lucas Vázquez a pie de campo. «Nos ha faltado más claridad con balón, algo de paciencia a la hora de llevar el balón de lado a lado para penetrar en una defensa que estaba muy organizada». «El madridismo sabe que nos dejamos la piel siempre, puede salir bien o mal, siempre damos la cara. Queda mucha temporada», añadió.

Más duro se mostró Courtois, héroe en el penalti de Saka y crítico con el equipo. «Metimos muchos centros pero este año no tenemos un Joselu, un delantero nato ahí arriba. Hay que analizar bien lo que podemos hacer mejor, pero tenemos mucha temporada para nosotros», dijo el belga, que defendió a Ancelotti. «Ahí no hay ningún problema, no tenemos ninguna duda con el míster. Es cosa nuestra en el campo hacer lo que nos pide», insistió.

Courtois no se centró en Ancelotti y sí en la plantilla. «A veces hay que hacer autocritica y mirar todo bien, esto lo tiene que hacer cada uno, siento que somos un equipo pero tenemos que hacer más jugadas en equipo y no todo individualidades. Si doblan marcaje a Vini o Kylian, un dos contra uno sale una vez pero no cinco veces», declaró.

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