La Fundación Trinidad Alfonso y clubes como el Villarreal, el Valencia y Osasuna han impulsado la recuperación de instalaciones arrasadas en menos de un año. La RFEF invertirá casi dos millones en el campo de El Palleter de Paiporta Leer La Fundación Trinidad Alfonso y clubes como el Villarreal, el Valencia y Osasuna han impulsado la recuperación de instalaciones arrasadas en menos de un año. La RFEF invertirá casi dos millones en el campo de El Palleter de Paiporta Leer
El día 30 de octubre de 2024, en el campo de El Terrer de Paiporta amaneció con un medio metro de fango. El césped ni se intuía, los banquillos habían sido arrastrados y la furia de la riada había llevado hasta allí todo lo que había encontrado a su paso. A pocos metros, el campo de El Palleter era un mar de lodo. Casi 800 jugadores y jugadoras de dos clubes se habían quedado sin terreno de juego. No era una imagen muy distinta a la que se veía en Alfafar, Massanassa, Aldaia o Catarroja. Incluso más al norte de la provincia, en Bugarra. La dana había enterrado el fútbol bajo el barro y más de 20.000 licencias estaban paradas.
Con el deporte como última prioridad, nadie se aventuraba a estimar cuándo volvería a correr la pelota. Sin embargo, antes de cumplirse un año de la dana, la normalidad ha regresado. No en su totalidad, pero sí lo suficiente como para que el fútbol sirva para salir de la pesadilla.
De los 17 campos que arrasó el agua, 14 están a pleno rendimiento. Algunos arrancaron en marzo, apenas unos meses después de la tragedia; otros tardaron algo más y tres quedan pendientes por su especial complejidad. El deporte, y sobre todo el fútbol, se volcó en la recuperación de unas instalaciones que los ayuntamientos se hubieran visto obligados a dejar a la cola.
El empresario Juan Roig, a través de la Fundación Trinidad Alfonso, fue el primero en dar el empujón a todas las federaciones con casi dos millones de euros que ayudaron a 194 clubes de 37 disciplinas y dotaron de material deportivo a 60 colegios que lo habían perdido todo.
A través de la misma vía, el Villarreal aportó 2,3 millones que ido directamente al fútbol para reconstruir los campos de La Torre, que abrió sus puertas el 17 de febrero, Las Encrucijadas de Aldaia, municipales de Massanassa, Catarroja, Beniparrell y el Joan Girbés de Algemesí.
La Fundación del Valencia CF, por su parte, con la recaudación de su partido de Liga ante el Betis (325.000 euros) que dobló Peter Lim de sus fondos y se ha hecho cargo del Polideportivo Jaume Ortí de Aldaia, el campo Mundial 82 de Catarroja y los municipales de Sedaví y Algemesí, este último aún en tramitación.
Mucho valor dio el pueblo de Massanassa a la decisión de Osasuna, entonces entrenado por su paisano Vicente Moreno, de rehabilitar todo el complejo polideportivo de la localidad, con un coste de 450.755 euros y que ha permitido que toda la actividad deportiva, y de ocio con las piscinas públicas, haya podido recuperarse antes de un año.
Coordinando toda esta solidaridad ha tenido un papel relevante la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, presidida por Salvador Gomar. Ha sido el mediador para cubrir las necesidades de los clubes, desde autobuses para que los chavales afectados se desplazaran a entrenar a las cuotas de los arbitrajes para colegiados afectados. En total, 650.000 euros en ayudas, 230.000 que provenían de donaciones de la Mutualidad, de la Federación Insular de Las Palmas, la Asociación de Futbolistas del Valencia o de clubes modestos como el Chera o el Malilla.
La RFEF también ha puesto su grano de arena con un sinfín de iniciativas y casi dos millones de euros de aportación económica. Llevó a Valencia a la selección femenina y masculina a disputar partidos oficiales de la Liga de Naciones ante Bélgica y Países Bajos y abrió, en ambos casos, una fila cero.
La recaudación de esos partidos dejó casi 1,8 millones, a los que suman 57.000 euros de un entrenamiento de la selección en Tenerife donde se recogió una entrada solidaria. La RFEF ha precisado que esos dos millones se destinarán a la nueva construcción del campo El Palleter de Paiporta, cuyas obras no se han iniciado porque requiere de una especial tramitación urbanística por el ayuntamiento, que ya recibió 10.000 euros de la federación de Países Bajos. También el Real Madrid donó un millón, en este caso a las poblaciones afectadas, y el Betis 200.000 euros.
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