La ONU investiga las macrofugas de metano del vertedero madrileño de Valdemingómez

Las alertas saltaron en el sur de Madrid hace cuatro años: la Agencia Espacial Europea advirtió de que había detectado a través de satélites una macrofuga de metano, un poderoso gas de efecto invernadero, desde el vertedero de Valdemingómez, al sur de la ciudad de Madrid. Cuando saltó la noticia, el Ayuntamiento de la capital, que gestiona las instalaciones, intentó restar importancia al aviso de la agencia europea. Pero los satélites que controlan las emisiones de este gas que sobrecalienta el planeta, que cada vez son más numerosos y mejor preparados, han seguido localizando desde entonces grandes fugas de metano en este vertedero y en otro cercano en la localidad de Pinto, también en el sur de la comunidad. Las filtraciones a la atmósfera, de gran magnitud y que no se pueden detectar a simple vista, están vinculadas a la descomposición de la materia orgánica.

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 El departamento de medio ambiente de Naciones Unidas estudia en este complejo la forma de mejorar la medición de las filtraciones de este potente gas de efecto invernadero  

Las alertas saltaron en el sur de Madrid hace cuatro años: la Agencia Espacial Europea advirtió de que había detectado a través de satélites una macrofuga de metano, un poderoso gas de efecto invernadero, desde el vertedero de Valdemingómez, al sur de la ciudad de Madrid. Cuando saltó la noticia, el Ayuntamiento de la capital, que gestiona las instalaciones, intentó restar importancia al aviso de la agencia europea. Pero los satélites que controlan las emisiones de este gas que sobrecalienta el planeta, que cada vez son más numerosos y mejor preparados, han seguido localizando desde entonces grandes fugas de metano en este vertedero y en otro cercano en la localidad de Pinto, también en el sur de la comunidad. Las filtraciones a la atmósfera, de gran magnitud y que no se pueden detectar a simple vista, están vinculadas a la descomposición de la materia orgánica.

Controlar las emanaciones de metano (CH₄) está ganando año a año peso en la lucha internacional contra el cambio climático, que históricamente se había centrado en el principal motor del calentamiento, el dióxido de carbono (CO₂). Pero en el contexto de la cumbre del clima que se celebró en Glasgow en 2021, la COP26, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lanzó el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO, sus siglas en inglés). Este ente, que basa su trabajo de control de las fugas en las observaciones satelitales principalmente, está muy enfocado a los problemas de la industria del petróleo y el gas natural, y en las filtraciones accidentales o intencionadas de este sector que acaban en la atmósfera.

Pero, como recuerda IMEO en el informe anual de actividades que se presenta este miércoles, sus investigadores están ampliando el foco hacia otros sectores, como el de los residuos. En el informe se explica que en mayo de 2025 comenzó una campaña de investigación en “un vertedero de Madrid”. “Las mediciones de emisiones fueron recopiladas simultáneamente por aviones, satélites y rastreadores”, añade el documento. “Se esperan resultados en 2026″, apunta el texto del IMEO.

Fuentes de este ente confirman a EL PAÍS que se trata de la planta de biometanización de Las Dehesas, más conocida como el vertedero de Valdemingómez. “Se han realizado dos campañas de medición, utilizando tecnología terrestre, instrumentos aerotransportados y satélites”, apuntan estas fuentes. “Una de estas acaba de tener lugar, por lo que los resultados aún no están disponibles. El equipo científico está procesando y analizando datos actualmente”.

IMEO explica que el estudio de este vertedero se inició en colaboración con la Agencia Espacial Europea, y ha contado “con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid”. El objetivo principal, al margen de identificar el origen de las fugas para poder ponerle coto, es mejorar la detección por satélite de este tipo de escapes, que difieren en parte de los del sector de los combustibles fósiles. “Se han encontrado discrepancias entre las mediciones de emisiones y los informes en este vertedero”, explican fuentes de IMEO. “Los datos de este estudio ayudarán a mejorar la forma en que detectamos y cuantificamos las emisiones de metano de un vertedero importante como este”, añaden. Tener mediciones precisas es básico para poder aplicar políticas de mitigación para frenar las fugas y servirá para otras plantas.

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IMEO cuenta con un rastreador en el que se identifican las grandes fugas de metano que detectan los satélites. Según los datos que figuran ahí, desde 2023 se han identificado ocho fugas en el complejo de Valdemingómez, de las que cinco son desde mayo de este año. A solo cinco kilómetros está otra planta de biometanización, la de Pinto, otro punto habitual de macrofugas. Desde 2023, se han detectado seis en estas otras instalaciones. “El hecho de que haya más emisiones detectadas en Valdemingómez que en Pinto no significa que emita de forma más frecuente, los dos emiten de forma persistente”, explican fuentes de IMEO. Lo que ocurre es que se cuenta con más mediciones de Valdemingómez gracias, entre otras cosas, a la campaña iniciada ahora.

Sector fósil

El Observatorio Internacional de Emisiones de Metano tiene como una de sus principales misiones detectar y alertar a los Gobiernos y empresas de las grandes fugas que se observan a través de los sistemas de satélites. La gran mayoría están vinculadas a filtraciones desde instalaciones de extracción y transporte de petróleo y gas.

En el informe se detalla que desde su creación IMEO ha enviado más de 3.500 alertas a 33 países para que las empresas actúen para frenarlas. A pesar de que se está detectando un aumento en las respuestas por parte del sector, “casi el 90% de las alertas” todavía siguen siendo ignoradas por parte de las compañías y las instituciones públicas a las que se les envían los avisos.

Respecto al futuro, IMEO pretende aumentar su capacidad para detectar las filtraciones también en las minas de carbón, además de en los vertederos, para lo que será fundamental la investigación de Valdemingómez.

“El metano es responsable de aproximadamente un tercio del calentamientoactual del planeta”, recalca IMEO en su informe. “Reducir las emisiones de metano es la forma más rápida y rentable de frenar el calentamiento a corto plazo a medida que avanzan los esfuerzos de descarbonización más amplios”, añade.

 Sociedad en EL PAÍS

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