España está cerca de abandonar el verano, una estación que ha dejado varias heridas aún están por cicatrizar. Andalucía se enfrenta a una tierra seca y agrietada por la falta de lluvias. En Galicia y Castilla y León, los agricultores miran con preocupación al horizonte después de una temporada estival que ha dejado ríos exhaustos y miles de hectáreas calcinadas por incendios . Y en las ciudades, los termómetros por encima de 40 grados durante semanas paralizaron obras, vaciaron terrazas y dispararon el consumo eléctrico. Todo esto tendrá una factura muy concreta: más de 12.000 millones de euros en pérdidas este año y 35.000 millones acumulados de aquí a 2029.Así lo desgrana un nuevo estudio, elaborado por la Universidad de Mannheim junto con el Banco Central Europeo , que pone cifras al impacto económico de las olas de calor, sequías e inundaciones que han golpeado Europa este verano. Según sus cálculos, el conjunto de la UE los investigadores calculan que las pérdidas de este verano reducirán el VAB en 40.000 millones en 2025. Pero el problema se agrava con el tiempo: para 2029, el impacto acumulado en la UE será de 126.000 millones de euros. Y en nuestro caso, España es el país más castigado en términos absolutos: absorberá el 30% de esas pérdidas, con una caída de su VAB del 0,84% en 2025.Los autores calculan el coste de esta «factura climática» teniendo en cuenta varios factores dependiendo de cada evento climático. Por ejemplo, el calor reduce la productividad —en concreto en la construcción y la hostelería—; la sequía afecta sobre todo a la agricultura; y las inundaciones dañan las infraestructuras. También incorporan pérdidas indirectas, como las derivadas de la interrupción de las cadenas de suministro.Noticias relacionadas estandar No Los incendios forestales «extremos» como los de este verano se repetirán cada 15 años Javier Palomo estandar No El calor no frena a las lluvias: el año hidrológico cerrará con más precipitaciones de lo habitual Javier PalomoAndalucía, epicentro de la sequíaEl informe sitúa a Andalucía entre las regiones más golpeadas por la falta de lluvias. Sus ocho provincias han vivido condiciones de sequía «severas o extremas» desde primavera, que se agudizaron en julio y agosto. El resultado, según los investigadores, es una pérdida estimada de 2.200 millones de euros en 2025 —un 1,1% de su VAB— y 5.700 millones de aquí a 2029. La Junta de Andalucía ha anunciado inversiones por 517 millones para mitigar el riesgo hídrico, pero la investigación advierte de que la brecha entre las medidas de adaptación y el impacto económico sigue siendo enorme.Castilla y León es otro de los territorios que han sufrido de manera intensa. Los nueve provincias de esta comunidad registraron condiciones de sequía extrema y se enfrentaron a una temporada de incendios particularmente virulenta. El estudio cifra sus pérdidas en 782 millones de euros este año, que llegarán a 2.000 millones en 2029. Además, la desertificación avanza y, según advierten los autores, el riesgo de que se repitan episodios de esta magnitud aumenta con el calentamiento global.Más calor, menos productividadLas olas de calor, que en España han batido récords de temperaturas medias en junio y agosto, tienen un coste que va mucho más allá del malestar. Sectores como la construcción, la hostelería o el transporte ven caer su productividad cuando los termómetros superan determinados umbrales. El estudio calcula que solo por efecto del calor España ha perdido 1.500 millones de euros este año, con impacto especialmente agudo en Cataluña y Aragón.Alerta en el resto de EuropaEl impacto no se limita a España. Italia suma casi 12.000 millones en pérdidas, Francia más de 10.000 y Grecia, aunque con cifras absolutas más bajas, es uno de los países más golpeados en términos relativos: perderá un 1,13% de su VAB en 2025. En el norte de Europa, donde las olas de calor son menos frecuentes, las inundaciones han sido el principal problema. Regiones del norte de Italia y del este de Alemania han sufrido lluvias torrenciales y desbordamientos de ríos que han dañado infraestructuras y paralizado el transporte.Los autores resaltan que el clima extremo es algo que ya está impactando de lleno en la economía europea. En su trabajo, promueven la reducción urgente de las emisiones, pero también apoyan una mayor inversión para adaptar mejor las grandes ciudades a las olas de calor. No llevar estas medidas a cabo, advierten los investigadores, producirá una «factura climática» mucho mayor debido al «incremento previsto de los eventos climáticos, cada vez más recurrentes según el calentamiento siga avanzando». España está cerca de abandonar el verano, una estación que ha dejado varias heridas aún están por cicatrizar. Andalucía se enfrenta a una tierra seca y agrietada por la falta de lluvias. En Galicia y Castilla y León, los agricultores miran con preocupación al horizonte después de una temporada estival que ha dejado ríos exhaustos y miles de hectáreas calcinadas por incendios . Y en las ciudades, los termómetros por encima de 40 grados durante semanas paralizaron obras, vaciaron terrazas y dispararon el consumo eléctrico. Todo esto tendrá una factura muy concreta: más de 12.000 millones de euros en pérdidas este año y 35.000 millones acumulados de aquí a 2029.Así lo desgrana un nuevo estudio, elaborado por la Universidad de Mannheim junto con el Banco Central Europeo , que pone cifras al impacto económico de las olas de calor, sequías e inundaciones que han golpeado Europa este verano. Según sus cálculos, el conjunto de la UE los investigadores calculan que las pérdidas de este verano reducirán el VAB en 40.000 millones en 2025. Pero el problema se agrava con el tiempo: para 2029, el impacto acumulado en la UE será de 126.000 millones de euros. Y en nuestro caso, España es el país más castigado en términos absolutos: absorberá el 30% de esas pérdidas, con una caída de su VAB del 0,84% en 2025.Los autores calculan el coste de esta «factura climática» teniendo en cuenta varios factores dependiendo de cada evento climático. Por ejemplo, el calor reduce la productividad —en concreto en la construcción y la hostelería—; la sequía afecta sobre todo a la agricultura; y las inundaciones dañan las infraestructuras. También incorporan pérdidas indirectas, como las derivadas de la interrupción de las cadenas de suministro.Noticias relacionadas estandar No Los incendios forestales «extremos» como los de este verano se repetirán cada 15 años Javier Palomo estandar No El calor no frena a las lluvias: el año hidrológico cerrará con más precipitaciones de lo habitual Javier PalomoAndalucía, epicentro de la sequíaEl informe sitúa a Andalucía entre las regiones más golpeadas por la falta de lluvias. Sus ocho provincias han vivido condiciones de sequía «severas o extremas» desde primavera, que se agudizaron en julio y agosto. El resultado, según los investigadores, es una pérdida estimada de 2.200 millones de euros en 2025 —un 1,1% de su VAB— y 5.700 millones de aquí a 2029. La Junta de Andalucía ha anunciado inversiones por 517 millones para mitigar el riesgo hídrico, pero la investigación advierte de que la brecha entre las medidas de adaptación y el impacto económico sigue siendo enorme.Castilla y León es otro de los territorios que han sufrido de manera intensa. Los nueve provincias de esta comunidad registraron condiciones de sequía extrema y se enfrentaron a una temporada de incendios particularmente virulenta. El estudio cifra sus pérdidas en 782 millones de euros este año, que llegarán a 2.000 millones en 2029. Además, la desertificación avanza y, según advierten los autores, el riesgo de que se repitan episodios de esta magnitud aumenta con el calentamiento global.Más calor, menos productividadLas olas de calor, que en España han batido récords de temperaturas medias en junio y agosto, tienen un coste que va mucho más allá del malestar. Sectores como la construcción, la hostelería o el transporte ven caer su productividad cuando los termómetros superan determinados umbrales. El estudio calcula que solo por efecto del calor España ha perdido 1.500 millones de euros este año, con impacto especialmente agudo en Cataluña y Aragón.Alerta en el resto de EuropaEl impacto no se limita a España. Italia suma casi 12.000 millones en pérdidas, Francia más de 10.000 y Grecia, aunque con cifras absolutas más bajas, es uno de los países más golpeados en términos relativos: perderá un 1,13% de su VAB en 2025. En el norte de Europa, donde las olas de calor son menos frecuentes, las inundaciones han sido el principal problema. Regiones del norte de Italia y del este de Alemania han sufrido lluvias torrenciales y desbordamientos de ríos que han dañado infraestructuras y paralizado el transporte.Los autores resaltan que el clima extremo es algo que ya está impactando de lleno en la economía europea. En su trabajo, promueven la reducción urgente de las emisiones, pero también apoyan una mayor inversión para adaptar mejor las grandes ciudades a las olas de calor. No llevar estas medidas a cabo, advierten los investigadores, producirá una «factura climática» mucho mayor debido al «incremento previsto de los eventos climáticos, cada vez más recurrentes según el calentamiento siga avanzando». España está cerca de abandonar el verano, una estación que ha dejado varias heridas aún están por cicatrizar. Andalucía se enfrenta a una tierra seca y agrietada por la falta de lluvias. En Galicia y Castilla y León, los agricultores miran con preocupación al horizonte después de una temporada estival que ha dejado ríos exhaustos y miles de hectáreas calcinadas por incendios . Y en las ciudades, los termómetros por encima de 40 grados durante semanas paralizaron obras, vaciaron terrazas y dispararon el consumo eléctrico. Todo esto tendrá una factura muy concreta: más de 12.000 millones de euros en pérdidas este año y 35.000 millones acumulados de aquí a 2029.Así lo desgrana un nuevo estudio, elaborado por la Universidad de Mannheim junto con el Banco Central Europeo , que pone cifras al impacto económico de las olas de calor, sequías e inundaciones que han golpeado Europa este verano. Según sus cálculos, el conjunto de la UE los investigadores calculan que las pérdidas de este verano reducirán el VAB en 40.000 millones en 2025. Pero el problema se agrava con el tiempo: para 2029, el impacto acumulado en la UE será de 126.000 millones de euros. Y en nuestro caso, España es el país más castigado en términos absolutos: absorberá el 30% de esas pérdidas, con una caída de su VAB del 0,84% en 2025.Los autores calculan el coste de esta «factura climática» teniendo en cuenta varios factores dependiendo de cada evento climático. Por ejemplo, el calor reduce la productividad —en concreto en la construcción y la hostelería—; la sequía afecta sobre todo a la agricultura; y las inundaciones dañan las infraestructuras. También incorporan pérdidas indirectas, como las derivadas de la interrupción de las cadenas de suministro.Noticias relacionadas estandar No Los incendios forestales «extremos» como los de este verano se repetirán cada 15 años Javier Palomo estandar No El calor no frena a las lluvias: el año hidrológico cerrará con más precipitaciones de lo habitual Javier PalomoAndalucía, epicentro de la sequíaEl informe sitúa a Andalucía entre las regiones más golpeadas por la falta de lluvias. Sus ocho provincias han vivido condiciones de sequía «severas o extremas» desde primavera, que se agudizaron en julio y agosto. El resultado, según los investigadores, es una pérdida estimada de 2.200 millones de euros en 2025 —un 1,1% de su VAB— y 5.700 millones de aquí a 2029. La Junta de Andalucía ha anunciado inversiones por 517 millones para mitigar el riesgo hídrico, pero la investigación advierte de que la brecha entre las medidas de adaptación y el impacto económico sigue siendo enorme.Castilla y León es otro de los territorios que han sufrido de manera intensa. Los nueve provincias de esta comunidad registraron condiciones de sequía extrema y se enfrentaron a una temporada de incendios particularmente virulenta. El estudio cifra sus pérdidas en 782 millones de euros este año, que llegarán a 2.000 millones en 2029. Además, la desertificación avanza y, según advierten los autores, el riesgo de que se repitan episodios de esta magnitud aumenta con el calentamiento global.Más calor, menos productividadLas olas de calor, que en España han batido récords de temperaturas medias en junio y agosto, tienen un coste que va mucho más allá del malestar. Sectores como la construcción, la hostelería o el transporte ven caer su productividad cuando los termómetros superan determinados umbrales. El estudio calcula que solo por efecto del calor España ha perdido 1.500 millones de euros este año, con impacto especialmente agudo en Cataluña y Aragón.Alerta en el resto de EuropaEl impacto no se limita a España. Italia suma casi 12.000 millones en pérdidas, Francia más de 10.000 y Grecia, aunque con cifras absolutas más bajas, es uno de los países más golpeados en términos relativos: perderá un 1,13% de su VAB en 2025. En el norte de Europa, donde las olas de calor son menos frecuentes, las inundaciones han sido el principal problema. Regiones del norte de Italia y del este de Alemania han sufrido lluvias torrenciales y desbordamientos de ríos que han dañado infraestructuras y paralizado el transporte.Los autores resaltan que el clima extremo es algo que ya está impactando de lleno en la economía europea. En su trabajo, promueven la reducción urgente de las emisiones, pero también apoyan una mayor inversión para adaptar mejor las grandes ciudades a las olas de calor. No llevar estas medidas a cabo, advierten los investigadores, producirá una «factura climática» mucho mayor debido al «incremento previsto de los eventos climáticos, cada vez más recurrentes según el calentamiento siga avanzando». RSS de noticias de sociedad
La factura del calor sale cara: España tendrá que pagar más de 30.000 millones por las condiciones climáticas de este verano
