Interesante programa doble en el festival Alma dedicado a la cantautoría moderna. El gran protagonista de la noche fue José González, artista sueco de padres argentinos, que en su regreso a la ciudad firmó otra gran actuación, seguida de modo casi reverencial por la audiencia (algo más demedia entrada) congregada en la plaza mayor del Poble Espanyol. Le precedió en escena el inglés Charlie Cunningham, quien también desgranó una excelente comparecencia.
El británico Cunningham nos atrapó con su cancionero de pálpito lacónico, y el sueco González reafirmó su calidad y encantos
Indie-Folk
Interesante programa doble en el festival Alma dedicado a la cantautoría moderna. El gran protagonista de la noche fue José González, artista sueco de padres argentinos, que en su regreso a la ciudad firmó otra gran actuación, seguida de modo casi reverencial por la audiencia (algo más demedia entrada) congregada en la plaza mayor del Poble Espanyol. Le precedió en escena el inglés Charlie Cunningham, quien también desgranó una excelente comparecencia.
Lee tambiénDonat Putx

Es notable que, pese a haber publicado tan solo cuatro álbumes de estudio desde 2003 hasta el presente (el último es de 2021), José González siga actuando con regularidad por Europa y América. Notable y sin duda justo, atendiendo a la calidad de su propuesta. Alternando dos guitarras acústicas y sirviéndose de bases pregrabadas cuando la ocasión lo requería, este viernes reafirmó sus encantos mediante canciones tan imprescindibles como Crosses , Killing for love o, ya para despedirse, su famosa relectura del Teardrop de Massive Attack.
Lee tambiénDonat Putx

Nos obsequió además con un buen puñado de detalles de calidad. Entre ellos, un dulce perfume a lo nueva trova que se adivinaba en El invento , uno de los dos números en castellano que interpretó,o la contagiosa caligrafía afro de su tema en sueco Tjomme , justo antes de bises. Presencia y talento a raudales, que esperemos ver incrementado pronto con nuevos trabajos.
Lee tambiénDonat Putx

Con anterioridad, Charlie Cunningham, que este año ha publicado su cuarto álbum ( In light ), nos atrapó con su cancionero de pálpito lacónico, mediante temas como Bite o Happening lately. También se marcó una bonita soleá, recordando los años que vivió en Sevilla, estancia que ha dejado una gran huella en su trabajo. Lo comprobamos en su técnica guitarrística, en la que utiliza recursos del flamenco (rasgueo, golpe) en muy justas proporciones, sin abuso ni sobreactuación, integrándolos de fábula en su propio discurso musical. Debido a su condición de telonero la actuación fue breve, pero creó una buena expectativa para futuras visitas a nuestros escenarios. Veremos.
Cultura