Irán e Israel elevan la intensidad de su primera guerra abierta Leer Irán e Israel elevan la intensidad de su primera guerra abierta Leer
Mientras los cazas israelíes aumentan significativamente sus ataques especialmente en la zona de Teherán, aprovechando una pasmosa libertad de vuelo, Irán disparó anoche otra andanada de misiles balísticos ampliando su represalia iniciada el viernes con unos 200 misiles con un balance de seis muertos en Israel.
¿Qué significa una escalada en un conflicto? Esencialmente que cada acción es respondida con otra de mayor intensidad que a su vez tiene una respuesta más dura. Es lo que sucede desde que el viernes de madrugada, Israel lanzó una operación a gran escala contra objetivos militares y nucleares en la que ha descabezado la cúpula de ejército y la Guardia Revolucionaria.
Debido al sorprendente golpe inicial y especialmente a la muerte del poderoso jefe de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria, Amir Ali Hajizadeh, el régimen iraní tardó en organizar la respuesta. Y cuando lo hizo al anochecer demostró que sus misiles con 300 ó 400 kilogramos de explosivos cada uno son letales si no son interceptados. La mayoría de los disparados en la noche y la madrugada del sábado lo fueron, pero los que sortearon el escudo defensivo israelí mataron a tres ciudadanos en sus casas en el centro de Israel.
«Si Jamenei sigue disparando misiles contra la retaguardia israelí, Teherán arderá», avisó el ministro de Defensa, Israel Katz. Tras denunciar que cruzó líneas rojas al atacar intencionadamente centros poblados, declaró que «el dictador iraní está convirtiendo a los habitantes de Teherán en rehenes de su política criminal para la supervivencia de su régimen». Lejos de los focos, la advertencia israelí a Teherán es que respondería atacando infraestructuras como refinerías.
«Si algunos de nuestros misiles impactaron en zonas residenciales, fue debido a las interferencias electrónicas que el régimen sionista generó para desviar los misiles e impedir que alcanzaran sus objetivos militares, en particular la sede del Ministerio de Defensa», replicó el portavoz militar iraní, Abolfazl Shekarchi, en alusión al complejo de la Kiryah situado en Tel Aviv. «Que no piensen que ya atacaron y se acabó. No. ellos han iniciado la guerra», avisa Jamenei.
El representante iraní ante la ONU, Saeed Iravani, indicó que 78 personas murieron en la primera jornada de la ofensiva mientras que según la televisión estatal en Teherán 60 murieron tras un ataque que alcanzó un edificio residencial vinculado al ministerio de Defensa.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que los ataques ya han infligido un «daño palpable» al plan nuclear iraní. «Nuestro objetivo es frustrar la doble amenaza de Irán: la nuclear y la de los misiles. Estábamos en el minuto 90″, añadió justificando la ofensiva considerada por Teherán como una declaración de guerra. Horas antes, el ejército anunció que las primeras oleadas de ataques acabaron con la vida de «nueve científicos y expertos de alto nivel que impulsaron el programa militar nuclear iraní» mientras las últimas golpearon las centrales de Isfahan y Natanz.
«El camino hacia Irán está allanado», sentenció el jefe del Estado Mayorisraelí, Eyal Zamir. Tras dos jornadas de misiles contra sistemas defensivos y lanzaderas, los daños sufridos por sus cuatro baterías S-300 en el cinturón de Teherán en el ataque israelí del 26 de octubre y la ausencia de ayuda del debilitado Hizbulá (no quiere ni puede tras la escalada iniciada el 7-0 por Hamas) y en Siria (sin Bashar Asad), Irán es más vulnerable que nunca ante la Fuerza Aérea israelí, que lleva años preparándose para este momento.
«Hemos creado una libertad de acción del oeste de Irán a Teherán», declaró el portavoz militar Effie Defrin afirmando que decenas de cazas sobrevolaron Teherán durante más de dos horas y media y drones durante 24 horas para realizar ataques y recopilar información. Y añadió: «No dejaremos que un régimen que pide nuestra destrucción tenga armas nucleares».
Las ciudades en el centro de Israel, empezando por Tel Aviv, se han convertido en el principal objetivo de los misiles y drones de Irán. El argentino-israelí Marcelo Fleker vive en Rishon Letsion, donde dos ciudadanos murieron al no acudir a un refugio antes de que un misil destruyera su edificio. «La explosión fue muy fuerte. No escuché la sirena como en otras ocasiones. Mi unidad tiene dos ambientes y el de mi cuarto es el refugio», dice a EL MUNDO. Le pregunto si apoya la decisión de lanzar la ofensiva en Irán. «Si el Organismo Internacional de Energía Atómica dice lo que dice y países como Francia o Alemania apoyan la acción, creo que fue aprovechar una ventana de tiempo que quién sabe si volverá a presentarse. Si de algo estoy seguro es que si Irán tiene su bomba, seremos blanco seguro», contesta en un país en estado de emergencia donde las escuelas, trabajos no vitales y espacio aéreo siguen cerrados.
Las casas de dos miembros del personal de la embajada española en Israel fueron considerablemente afectadas por misiles disparados por Irán.
El plan iraní era iniciar la respuesta a la masiva ofensiva aérea israelí con 1.000 misiles en una sola andanada y no 200 en cinco según admiten dos fuentes de la Guardia Revolucionaria al New York Times apuntando que los ataques israelíes contra sus bases lo impidieron.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que apoya a su aliado israelí, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, alineado con Irán, conversaron este sábado por quinta vez desde que el primero volvió al poder. «La peligrosa escalada en Oriente Próximo fue, por supuesto, el tema central de la conversación», afirmó en un comunicado el Kremlin, que recibió drones suicidas iraníes durante la guerra con Ucrania.
En su red social, Trump ha señalado que coincide con Putin en que «la guerra entre Israel e Irán debe acabar»
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