Los magnates no son personas todopoderosas ni infalibles. Dependen de colaboradores brillantes que les ayuden a perpetuar su fortuna. Ese inevitable ejercicio de modestia lo ha hecho François-Henri Pinault, uno de los hombres más ricos de Francia, dueño de Kering, imperio del lujo que incluye firmas como Gucci, Yves Saint-Laurent, Balenciaga o Bottega Veneta. El empresario anunció hace pocos días que renunciaba a su doble cargo como presidente y consejero delegado. Para esa segunda posición, el mando ejecutivo, ha elegido a Luca de Meo, hasta ahora al frente de Renault –y ex número uno de Seat–, un fichaje inesperado que ha causado sensación y ha sumido a la compañía automovilística en depresión y en un cierto desconcierto.
El multimillonario del sector del lujo, casado con Salma Hayek y gran mecenas, ha renunciado a ser consejero delegado del grupo Kering y ha fichado a Luca de Meo, número uno de Renault
Los magnates no son personas todopoderosas ni infalibles. Dependen de colaboradores brillantes que les ayuden a perpetuar su fortuna. Ese inevitable ejercicio de modestia lo ha hecho François-Henri Pinault, uno de los hombres más ricos de Francia, dueño de Kering, imperio del lujo que incluye firmas como Gucci, Yves Saint-Laurent, Balenciaga o Bottega Veneta. El empresario anunció hace pocos días que renunciaba a su doble cargo como presidente y consejero delegado. Para esa segunda posición, el mando ejecutivo, ha elegido a Luca de Meo, hasta ahora al frente de Renault –y ex número uno de Seat–, un fichaje inesperado que ha causado sensación y ha sumido a la compañía automovilística en depresión y en un cierto desconcierto.
La retirada parcial de Pinault es un intento por relanzar Kering, que tuvo un 2024 bastante negro, con un retroceso de facturación del 12% y una caída de beneficios del 62%, lo que hizo desplomarse el valor en bolsa. La apuesta es que el hábil fichaje de De Meo, con su osado cambio de sector, tenga éxito. El ejecutivo italiano es un hombre elegante, con olfato comercial y que siempre ha mostrado un vínculo casi emocional con sus productos. Ya en Renault se esforzó mucho en promocionar la marca Alpine entre el segmento de alta gama, lo cual es un buen augurio.
En la lupa mediática por ser rico y por sus amores, a Pinault no le perdonan ni que viaje en helicóptero
François-Henri Pinault, de 63 años e hijo del patriarca del grupo, François Pinault, lleva mucho tiempo no solo apareciendo en la prensa económica sino también en la rosa, debido a su matrimonio con la actriz Salma Hayek. Ya antes dio que hablar por su breve relación con la modelo Linda Evangelista, con la que tuvo un hijo que hubo de reconocer a instancias de la madre.

Gusi Bejer
La relación con Hayek, con quien tiene una hija, Valentina Paloma, dura desde el 2006. Según explicó él mismo en una entrevista con Paris Match , ella le “educó” para ser mucho más sensible al maltrato que sufren las mujeres y a la conculcación de sus derechos. Por eso, la Fundación Kering dedica ingentes recursos a luchar contra esta lacra. Entre los proyectos más emblemáticos figura la creación de la Casa de las Mujeres de Saint-Denis, en un suburbio del norte de París, una de las áreas con más problemas sociales de Francia. Esta instalación da todo tipo de apoyo, en colaboración con un hospital vecino, a mujeres que necesitan ayuda debido a la violencia conyugal, abusos sexuales o simple desamparo por su situación marginal.
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La ayuda a las mujeres y su promoción profesional, dentro de Kering y también en el mundo cultural y otros ámbitos, no es la única manera de cuidar la imagen de la saga Pinault. En su función filantrópica y de mecenazgo, la familia, a través de su holding Artémis, donó 100 millones de euros para la reconstrucción de Notre Dame después del incendio del 2019. La colección de arte de los Pinault encontró acomodo en la Bolsa de Comercio de París, propiedad del Ayuntamiento. Artémis costeó la restauración y adaptación necesarias. Los Pinault también son los dueños del club de fútbol de primera división Stade Rennais y de fincas vitivinícolas.
Como suele ser casi inevitable para figuras con tan alto patrimonio, François-Henri Pinault, también ha tenido sus problemas con el fisco, tanto el británico como el francés, pues comparte su tiempo entre Londres y París. Al magnate, siempre bajo la lupa mediática, le han querido buscar las cosquillas incluso por sus desplazamientos en helicóptero. La publicación digital Mediapart , especializada en desvelar escándalos, descubrió en el 2023 que François-Henri Pinault y otro multimillonario, Martin Bouygues, compartían un helicóptero con el que realizaban múltiples desplazamientos, a veces muy cortos. Mediapart se detuvo en calcular que la emisión de CO2 emitida por el helicóptero en un año equivalía a las de un francés medio durante 32 años. Es evidente que los magnates no tienen el poder de salvaguardar su privacidad ni de ocultar sus pecados, tampoco los medioambientales.
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