La Semana Santa se vive muy a fondo y de muchas maneras distintas a lo largo de la geografía española. No faltan pueblos donde los últimos días de Cristo se representan no con tallas procesionando por las calles, sino con personajes de carne y hueso que reviven esa parte de la historia. Uno de esos pueblos es Cuevas del Campo, un municipio de la provincia de Granada de algo menos de dos mil habitantes. La cifra no se dice por decir sino porque son 600 las personas que participan en la Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo, drama de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, que es el nombre oficial que recibe una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Dicen quienes la han visto que, en esa semana, Cuevas del Campo más bien parece la antigua Jerusalén . Es así desde el Domingo de Ramos, cuando empiezan las actividades. Aunque es innegable que hay detrás un fervor religioso, éste se mezcla con la tradición y las costumbres locales, de ahí que en esos días también se conozca a la localidad por su gastronomía: migas, fritura de tomate con pimientos, papas a lo pobre… comida sana, contundente y sencilla. «La Semana Santa Viviente, de Cuevas del Campo, es un crisol de emociones, de miradas y sentimientos, de miradas del alma que no nos deja indiferentes, ante el hecho de la pasión de Jesús, escenificada en esta Jerusalén en que se convierte Cuevas del Campo, cada Jueves y Viernes Santo», destacan desde el ayuntamiento, orgulloso de una tradición que nació en el año 2000 y que ya es un reclamo turístico de primer orden. El día más apropiado para ir a este interesante pueblo de la comarca del Altiplano -y de paso, se puede conocer el cercano embalse del Negratín , que es un espectáculo- es el Viernes Santo, porque es cuando se desarrolla el acto central. Los organizadores han tenido siempre mucho cuidado con ser fieles a lo que se escribe en el Evangelio según San Mateo, todo es de lo más real. Subida al GólgotaLa representación comienza en la terraza de la iglesia principal, consagrada a San Isidro, con la representación del juicio de Jesús ante Poncio Pilatos, donde es condenado a morir. Después se sube al Gólgota, que parea el caso es la Cañá de San Isidro, y allí Jesús sufre las tres caídas. En la primera, una de las actrices, una mujer, acompañada de unos niños, se acerca a Jesús, para darle de beber. En la segunda, la Verónica sale de entre el pueblo judío y limpia el rostro ensangrentado del Nazareno, ante la fuerte oposición de los soldados romanos. De fondo suena el Ave Verum Corpus, de Mozart. En la tercera caída, probablemente también la más emocionante, Jesús se encuentra con su madre y se abrazan , reflejando ambos su tristeza. El enorme plató que es Cuevas del Campo, el teatro al aire libre en el que se convierte, lo vive con intensidad y sobre todo con emoción.Después llegan la crucifixión, el entierro y la resurrección, que se desarrolla en un paraje llamado la Cueva de Parejo , con lo que la situación se hace aún más creíble. Allí se pone el punto final, aunque en realidad más cabe hablar de punto y seguido, porque en Cuevas del Campo trabajan todo el año por su Semana Santa Viviente. El vestuario, los complementos, la mejora de las interpretraciones… nada se escapa porque se quiere hacer todo a la perfección. «Gracias a la Semana Santa Viviente, ya se conoce en toda España a Cuevas del Campo como el pueblo de la Pasión «, acentúa el ayuntamiento. La Semana Santa se vive muy a fondo y de muchas maneras distintas a lo largo de la geografía española. No faltan pueblos donde los últimos días de Cristo se representan no con tallas procesionando por las calles, sino con personajes de carne y hueso que reviven esa parte de la historia. Uno de esos pueblos es Cuevas del Campo, un municipio de la provincia de Granada de algo menos de dos mil habitantes. La cifra no se dice por decir sino porque son 600 las personas que participan en la Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo, drama de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, que es el nombre oficial que recibe una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Dicen quienes la han visto que, en esa semana, Cuevas del Campo más bien parece la antigua Jerusalén . Es así desde el Domingo de Ramos, cuando empiezan las actividades. Aunque es innegable que hay detrás un fervor religioso, éste se mezcla con la tradición y las costumbres locales, de ahí que en esos días también se conozca a la localidad por su gastronomía: migas, fritura de tomate con pimientos, papas a lo pobre… comida sana, contundente y sencilla. «La Semana Santa Viviente, de Cuevas del Campo, es un crisol de emociones, de miradas y sentimientos, de miradas del alma que no nos deja indiferentes, ante el hecho de la pasión de Jesús, escenificada en esta Jerusalén en que se convierte Cuevas del Campo, cada Jueves y Viernes Santo», destacan desde el ayuntamiento, orgulloso de una tradición que nació en el año 2000 y que ya es un reclamo turístico de primer orden. El día más apropiado para ir a este interesante pueblo de la comarca del Altiplano -y de paso, se puede conocer el cercano embalse del Negratín , que es un espectáculo- es el Viernes Santo, porque es cuando se desarrolla el acto central. Los organizadores han tenido siempre mucho cuidado con ser fieles a lo que se escribe en el Evangelio según San Mateo, todo es de lo más real. Subida al GólgotaLa representación comienza en la terraza de la iglesia principal, consagrada a San Isidro, con la representación del juicio de Jesús ante Poncio Pilatos, donde es condenado a morir. Después se sube al Gólgota, que parea el caso es la Cañá de San Isidro, y allí Jesús sufre las tres caídas. En la primera, una de las actrices, una mujer, acompañada de unos niños, se acerca a Jesús, para darle de beber. En la segunda, la Verónica sale de entre el pueblo judío y limpia el rostro ensangrentado del Nazareno, ante la fuerte oposición de los soldados romanos. De fondo suena el Ave Verum Corpus, de Mozart. En la tercera caída, probablemente también la más emocionante, Jesús se encuentra con su madre y se abrazan , reflejando ambos su tristeza. El enorme plató que es Cuevas del Campo, el teatro al aire libre en el que se convierte, lo vive con intensidad y sobre todo con emoción.Después llegan la crucifixión, el entierro y la resurrección, que se desarrolla en un paraje llamado la Cueva de Parejo , con lo que la situación se hace aún más creíble. Allí se pone el punto final, aunque en realidad más cabe hablar de punto y seguido, porque en Cuevas del Campo trabajan todo el año por su Semana Santa Viviente. El vestuario, los complementos, la mejora de las interpretraciones… nada se escapa porque se quiere hacer todo a la perfección. «Gracias a la Semana Santa Viviente, ya se conoce en toda España a Cuevas del Campo como el pueblo de la Pasión «, acentúa el ayuntamiento. La Semana Santa se vive muy a fondo y de muchas maneras distintas a lo largo de la geografía española. No faltan pueblos donde los últimos días de Cristo se representan no con tallas procesionando por las calles, sino con personajes de carne y hueso que reviven esa parte de la historia. Uno de esos pueblos es Cuevas del Campo, un municipio de la provincia de Granada de algo menos de dos mil habitantes. La cifra no se dice por decir sino porque son 600 las personas que participan en la Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo, drama de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, que es el nombre oficial que recibe una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Dicen quienes la han visto que, en esa semana, Cuevas del Campo más bien parece la antigua Jerusalén . Es así desde el Domingo de Ramos, cuando empiezan las actividades. Aunque es innegable que hay detrás un fervor religioso, éste se mezcla con la tradición y las costumbres locales, de ahí que en esos días también se conozca a la localidad por su gastronomía: migas, fritura de tomate con pimientos, papas a lo pobre… comida sana, contundente y sencilla. «La Semana Santa Viviente, de Cuevas del Campo, es un crisol de emociones, de miradas y sentimientos, de miradas del alma que no nos deja indiferentes, ante el hecho de la pasión de Jesús, escenificada en esta Jerusalén en que se convierte Cuevas del Campo, cada Jueves y Viernes Santo», destacan desde el ayuntamiento, orgulloso de una tradición que nació en el año 2000 y que ya es un reclamo turístico de primer orden. El día más apropiado para ir a este interesante pueblo de la comarca del Altiplano -y de paso, se puede conocer el cercano embalse del Negratín , que es un espectáculo- es el Viernes Santo, porque es cuando se desarrolla el acto central. Los organizadores han tenido siempre mucho cuidado con ser fieles a lo que se escribe en el Evangelio según San Mateo, todo es de lo más real. Subida al GólgotaLa representación comienza en la terraza de la iglesia principal, consagrada a San Isidro, con la representación del juicio de Jesús ante Poncio Pilatos, donde es condenado a morir. Después se sube al Gólgota, que parea el caso es la Cañá de San Isidro, y allí Jesús sufre las tres caídas. En la primera, una de las actrices, una mujer, acompañada de unos niños, se acerca a Jesús, para darle de beber. En la segunda, la Verónica sale de entre el pueblo judío y limpia el rostro ensangrentado del Nazareno, ante la fuerte oposición de los soldados romanos. De fondo suena el Ave Verum Corpus, de Mozart. En la tercera caída, probablemente también la más emocionante, Jesús se encuentra con su madre y se abrazan , reflejando ambos su tristeza. El enorme plató que es Cuevas del Campo, el teatro al aire libre en el que se convierte, lo vive con intensidad y sobre todo con emoción.Después llegan la crucifixión, el entierro y la resurrección, que se desarrolla en un paraje llamado la Cueva de Parejo , con lo que la situación se hace aún más creíble. Allí se pone el punto final, aunque en realidad más cabe hablar de punto y seguido, porque en Cuevas del Campo trabajan todo el año por su Semana Santa Viviente. El vestuario, los complementos, la mejora de las interpretraciones… nada se escapa porque se quiere hacer todo a la perfección. «Gracias a la Semana Santa Viviente, ya se conoce en toda España a Cuevas del Campo como el pueblo de la Pasión «, acentúa el ayuntamiento. RSS de noticias de viajar
Este es el pueblo de España que ‘crucifica’ a tres personas durante la Semana Santa
