Jauregizar, con un obús, y Roberto Fernández remontan el gol de Munteanu y evitan jugarse la clasificación con Italia en la última jornada Leer Jauregizar, con un obús, y Roberto Fernández remontan el gol de Munteanu y evitan jugarse la clasificación con Italia en la última jornada Leer
Tendemos a subestimar ciertas selecciones que nunca suelen ocupar altos peldaños ni en categoría absoluta ni sub21. Son equipos que dependen de la coincidencia de una buena hornada para sacar un poco la cabeza. Aunque luego un error y la calidad española consiguieran hundírsela a punto de llegar a meta. Los de Denia remontaron en el último suspiro tras la expulsión de Blanuta.
Es esta Rumanía de Munteanu un conjunto más peligroso de lo que dice su historia, aunque la tricolor alcanzó las semifinales en 2019. El punta del Cluj, que ha anotado 19 goles en 25 partidos, tiene clase para anotar el tanto que le hizo a Iturbe en el minuto 4 y para dar otros sustos a una selección española que comenzó menos enchufada que en su debut ante Eslovaquia.
El delantero realizó un control y un disparo desde el vértice izquierdo del área española que cuesta mucho dilucidar cuál de los toques tuvo más mérito. La selección de los Cárpatos necesitaba la victoria tras caer derrotada por la mínima ante Italia y a por ello fueron desde el inicio con varios acercamientos con mucho peligro sobre la meta española. De hecho, Ilie perdonó el segundo poco después del gran tanto de su compañero.
Correspondió a la clemencia España poco después tras un robo de Pubill con Rumanía descolocada. Cedió a Joseph que dejó a Diego López sin portero en el punto de penalti, pero el asturiano golpeó contra un defensa que estaba sobre la línea. Y continuó con ella, con la clemencia, poco después el propio cántabro tras marrar un penaltito por agarrón a Tárrega. Esos sustos, como el larguero que pegó Pubill tras un córner, encerraron a la selección amarilla en su campo a la espera de una contra mientras que los 10 españoles jugaban en campo contrario.
Sólo quedaban tres supervivientes de la Rumanía que perdió 0-3 en el último Europeo, Munteanu, Popescu y Borza, los tres titulares en el conjunto de Daniel Pancu, dinamita y contención. En aquel duelo los tres tantos españoles llegarían en la segunda parte. A ello se puso el equipo de Santi Denia puesto que en la primera, la maraña tricolor por delante de Sava costó un mundo deshacerla.
Salió con todo el manchego en la segunda mitad cambiando a Pubill por Moro y a Torre por Roberto Fernández. Ambos a punto estuvieron de empatar el encuentro en la primera jugada que tuvieron, pero lo cierto es que el campo se fue inclinando con los minutos y el nombre de Sava sonó mucho en la boca de los españoles. Especialmente meritoria fue su mano a un remate a bocajarro de Tárrega.
Quiso responder Iturbe a su homólogo ante una doble ocasión rumana clarísima a media hora para el final, que hubiera obligado a España a jugarse la clasificación a cara de perro ante Italia. Un oasis en el desierto, aunque el partido se fue enmarañando será por los nervios será por falta de juego entre líneas hasta tal punto que la más clara la tuvo Grameni para duplicar la distancia rumana en el 80.
Entonces llegó la acción temeraria de Blanuta, que le costó la roja por una acción con Mosquera, y el obus de Jauregizar para empatar el encuentro. Todo en un minuto. No hubo ni tiempo para disfrutar la superioridad numérica. No lo quiso el bilbaíno con un disparo monumental y muy necesario para evitar un sofoco en la última jornada.
Apenas dos minutos después, fue Roberto Fernández el que ejerció de nueve para dar la vuelta al marcador y evitar un partido a cara de perro ante Italia. Notaron los rumanos el shock de la expulsión y salieron los españoles de una situación complicada. Notaron los rumanos el shock de la expulsión y salieron los españoles de una situación complicada. La clasificación está hecha y el sueño del sexto europeo sigue vivo.
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