Emmanuel Mouret: “El ser humano es egoísta, pero al mismo tiempo quiere ser bueno”

Si de comedia romántica se trata, la fórmula “chico conoce a chica” resulta fácil de encontrar. El intenso y rápido enamoramiento, las situaciones bufonescas y el desenlace de felices para siempre, se ha convertido en una receta que no falla. Emmanuel Mouret (Marsella, 1970), en cambio, ha decidido transitar por un camino distinto. Con más de 25 años de carrera, y una quincena de producciones, el director francés ha apostado por la tragedia suavizada a través del humor, construyendo un estilo en el que la comedia amorosa dialoga también con el drama. 

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 El director francés estrena  ‘Las tres amigas’, una comedia romántica que transita entre el humor y la tragedia  

Si de comedia romántica se trata, la fórmula “chico conoce a chica” resulta fácil de encontrar. El intenso y rápido enamoramiento, las situaciones bufonescas y el desenlace de felices para siempre, se ha convertido en una receta que no falla. Emmanuel Mouret (Marsella, 1970), en cambio, ha decidido transitar por un camino distinto. Con más de 25 años de carrera, y una quincena de producciones, el director francés ha apostado por la tragedia suavizada a través del humor, construyendo un estilo en el que la comedia amorosa dialoga también con el drama. 

Luego del éxito de Las cosas que decimos, las cosas que hacemos (2020) y Crónica de un amor efímero (2022), y su paso por las plataformas de streaming con Lady J, el cine de Mouret llega nuevamente a la pantalla grande. Tras su nominación en el Festival de Venecia y el Festival de Gijón, este viernes se ha estrenado en cines españoles Las tres amigas, un íntimo filme que nos invita a reflexionar sobre las relaciones humanas desde “una lectura serena que elude el dramatismo”. Protagonizado por India Hair, el largometraje inicia con la historia de Joan, una joven profesora que carga la culpa de haber dejado de amar a su marido. 

Las tres amigas nos muestra distintas formas de amar y enamorarse. ¿Es un cuestionamiento a cómo se viven las relaciones o una reivindicación de que el amor está lleno de matices?

No tenía la pretensión de decir que hay tres formas de amar en nuestra sociedad. Me interesé en tres personajes, pero hay muchas más maneras de amar y hay muchos más filmes que hacer. Me gusta que diga que la película es una manera de reivindicar que hay diferentes maneras de posicionarse o de vivir el amor. 

La película habla también de infidelidad. ¿Cómo el deseo cambia los valores morales de una relación?

Las películas que hablan de la infidelidad nos llevan a cuestionarnos cómo es vivir todos juntos en esta sociedad. Nosotros también tenemos nuestros propios deseos y sentimientos. Estamos en una sociedad en la que tenemos derecho a cambiar, en cambio antes todo el mundo tenía su sitio y no se podía mover de ahí. Aún así, cuando experimentamos estos cambios, este conflicto entre los compromisos que hemos adquirido y nuestros propios sentimientos continúa existiendo. Sobre eso se interroga la película. 

Una escena de la película 'Las tres amigas' del director francés Emmanuel Mouret
Una escena de la película ‘Las tres amigas’ del director francés Emmanuel Mouret 
La Aventura

Precisamente los personajes parecen estar más preocupados de dañar los sentimientos de otros que de ellos mismos…

Sí, yo creo que es más interesante, e incluso más cruel, que sean personajes que se preocupan por el otro. Si no lo hicieran, serían simplemente egoístas. Eso crea un conflicto. El ser humano es egoísta, pero al mismo tiempo quiere ser bueno. Si seguimos nuestros deseos podemos enfrentarnos a la posibilidad de hacer daño o a tener que romper los compromisos que hemos adquirido. Yo creo que el hombre social no quiere ser excluido, por eso quiere respetar un cierto número de compromisos, pero al mismo tiempo quiere vivir su vida. 

Aunque es una historia trágica, el guion, coescrito con Carmen Leroi, logra un equilibrio entre el humor y el drama ¿Cómo fue el proceso para lograr ese tono? 

Al principio estaba la historia de Joan y Víctor, que me parecía demasiado trágica. Creé los otros personajes para que fueran una especie de contrapeso musical, que equilibrara ese aspecto trágico de la historia. El hecho de que Víctor volviera como fantasma, creo que restaba gravedad a la historia. Sabía que era un tema grave, pero siempre quería darle esa ligereza. Y, por eso, con Carmen Leroi fuimos alternando situaciones que fueran más cómicas con otras más dramáticas para lograr ese tono.

La crítica compara su tono con el de autores como Woody Allen, Bergman o Rohmer. ¿Son influencias conscientes?

Uno hace películas porque le han gustado las películas. Yo lo que intento hacer con mis películas es dar al espectador el mismo placer que me han producido las películas que a mí me han gustado. Creo que la influencia de estos cineastas a veces es consciente y a veces inconsciente, pero creo que su influencia es absolutamente determinante.

En general, sus películas tienen personajes femeninos potentes. ¿Qué le atrae de mirar el mundo sentimental desde una perspectiva femenina? 

Una vez escuché a un novelista que dijo que le daba menos pudor hacer hablar a las mujeres siendo hombre. Yo estoy un poco en esa línea. Si vamos a un café o a un cine independiente, las mujeres son las que hablan mejor y más abiertamente de la intimidad. Los hombres, en cambio, suelen tener muchas más dificultades para abrirse en el sentido íntimo. Por eso me parece más lógico que haya mujeres hablando de la intimidad en mis películas.

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Su trayectoria se ha destacado por filmes que abordan las relaciones humanas. ¿Qué ha logrado concluir?

Al contrario (ríe), no he obtenido ninguna conclusión. Uno mira películas para ver cómo los demás viven las cosas. Podríamos decir que si hay una conclusión, sería estar a la escucha y prestar atención al otro. Cuando haces una película, lo más interesante es que no sabes muy bien a qué se va a parecer. No comprendo exactamente la naturaleza humana. Veo que los demás pueden ser diferentes a mí, pero que al mismo tiempo tenemos cosas en común. Creo que un director puede compartir una película con su público, pero que al final cada espectador la ve desde su propia intimidad. No sé si hay algo que hay que entender de las relaciones humanas, porque creo que todos somos el personaje principal de nuestra propia vida.

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