Un día después del rocambolesco robo de joyas históricas de inmenso valor en el Louvre, la perplejidad y conmoción iniciales de los franceses se tornaron en enfado ciudadano y cierta vergüenza colectiva por lo sucedido. La ministra de Cultura, Rachida Dati, dijo que el sentimiento nacional por la pérdida de patrimonio es semejante al que hubo tras el incendio de Notre Dame, en abril de 2019, una comparación que se hacía también en las tertulias radiofónicas y en los comentarios de los oyentes.
Los cuatro autores del robo siguen fugados pese al gran despliegue policial
Un día después del rocambolesco robo de joyas históricas de inmenso valor en el Louvre, la perplejidad y conmoción iniciales de los franceses se tornaron en enfado ciudadano y cierta vergüenza colectiva por lo sucedido. La ministra de Cultura, Rachida Dati, dijo que el sentimiento nacional por la pérdida de patrimonio es semejante al que hubo tras el incendio de Notre Dame, en abril de 2019, una comparación que se hacía también en las tertulias radiofónicas y en los comentarios de los oyentes.
Dada la gravedad del caso, la Asamblea Nacional tomará probablemente cartas en el asunto. El presidente de la comisión de asuntos culturales, Alexandre Portier, quiere proponer el miércoles una comisión de investigación parlamentaria que analice no solo el robo del Louvre sino las condiciones de seguridad de los museos y de los bienes patrimoniales en general.
Mientras Francia, en profunda crisis política y delicada situación financiera, trata de asimilar el nuevo golpe, los cuatro asaltantes del museo parisino continúan en fuga con el impresionante botín, que incluye joyas de reinas y emperatrices. En la autopista A10, después del primer peaje circulando desde París en sentido sur, había a primera hora tarde de ayer un extraño control policial, con agentes inspeccionado vehículos. Según el diario Le Parisien , los autores del robo podrían haber enfilado después de su acción la autopista A6 que enlaza París con Lyon, pero todo son especulaciones porque la densidad viaria en la zona y las múltiples conexiones hacen muy difícil adivinar el rumbo que tomaron los malhechores.
Según se ha sabido, los asaltantes no esgrimieron más armas ante el personal de seguridad que las sierras eléctricas de disco empleadas para serrar las vitrinas. Nadie fue atacado ni herido. Desde el punto de vista jurídico, si son detenidos podrán ser acusados simplemente de “robo agravado”, castigado con un máximo de diez años de cárcel.
“Hemos fallado y se ha dado una imagen deplorable de Francia”, afirma el ministro de Justicia
Los especialistas insisten en su temor de que las joyas robadas sean troceadas para que no puedan ser identificadas por potenciales compradores y, por tanto, se les pierda el rastro para siempre. El empresario y coleccionista de objetos napoleónicos Pierre-Jean Chalençon declaró a la cadena BFMTV que el verdadero valor de las piezas es patrimonial, por el vínculo histórico único que tienen, y mucho menos por el oro y las piedras preciosas que contienen, pues los diamantes, por ejemplo, están tallados a la antigua y hoy en día son mucho menos estimados (hace dos años se subastó por casi dos millones de euros, en Fontainebleau, un bicornio de Napoleón I, pese al insignificante valor del material con el que estaba hecho el sombrero del emperador).
El debate sobre las carencias de seguridad del Louvre no cesa, si bien permanecen puntos oscuros sobre el funcionamiento de las alarmas y la reactividad. El ministro de Justicia, Gérald Darmanin –que antes lo fue de Interior–, entonó el mea culpa. “Lo que es seguro es que hemos fallado”, declaró Darmanin a la emisora France Inter. Según él, la imagen vista en todo el mundo del pequeño camión con el elevador y el hecho de que, en pocos minutos, los ladrones lograran sustraer de las vitrinas, después de serrarlas, ocho joyas de tanta relevancia simbólica, “da una imagen deplorable de Francia”.
La presión sobre la policía es enorme. Se trata del prestigio nacional. Macron contribuyó a ello al asegurar el mismo domingo que “encontraremos las obras y los autores (del robo) serán llevados ante la justicia”. El presidente de la República ya hizo una promesa equivalente el día que ardió Notre Dame. Dijo que la catedral sería reconstruida en un plazo de cinco años, antes de los Juegos Olímpicos. Casi lo consiguió, pues el templo se reabrió en diciembre del 2024.
La ministra Dati se halla en una posición incómoda, aunque trata de sacar partido de su exposición mediática. La titular de Cultura –que lo fue de Justicia en la presidencia de Sarkozy– quiere ser candidata a la alcaldía de París en las elecciones municipales del próximo marzo. El robo del Louvre cuestiona en realidad su gestión, pues las deficiencias estructurales del museo eran conocidas, pero su carácter muy combativo podría ayudarle a aprovechar las circunstancias como un trampolín. Cada vez que habla, Dati insiste en que la seguridad de los museos franceses es un problema irresuelto desde hace decenios. “La protección del patrimonio ha sido siempre infravalorada”, afirmó a la cadena CNews. “Cuando hablábamos de patrimonio nos trataban de conservadores, de algo ya pasado; no estaba en boga hablar de patrimonio”.
Rachida Dati, la titular de Cultura, está en una situación incómoda porque quiere ser alcaldesa de París
Otro personaje en dificultades es la presidenta del Louvre, Laurence des Cars. El día del robo se dirigió al personal, reunido en el auditorio, para darles ánimos. Sus palabras no fueron bien acogidas por todos. Según Le Monde , algunos guardias de seguridad la abuchearon y le reprocharon su inacción y el retraso en paliar los déficits denunciados por los propios trabajadores desde hace años.
La dirección del museo desmintió que hubiera contactado con la empresa israelí CGI Group, con base en Tel Aviv y especializada en espionaje, para que la ayudara a hallar el botín, como esta compañía sí hizo con los autores de un robo de mil millones de euros en Dresde (Alemania) en el año 2019.
Los comentarios que dejan los internautas en las webs de los grandes diarios dan idea del sentimiento de frustración de la ciudadanía ante la noticia y de la lectura política que algunos hacen. “Una sola palabra resume Francia en casi todos los ámbitos: decadencia”, escribió un lector de Le Figaro . Otro atribuía lo ocurrido a la mala gestión y el supuesto deterioro del país en los últimos ocho años, desde que Macron llegó al Elíseo. “Esta historia es un reflejo perfecto del macronismo –sostuvo en su mensaje–. Los agentes de seguridad son despedidos y se contrata a personal para eventos. ¡Todo para la comunicación!”
Pese a que por la mañana algunos medios habían anunciado lo contrario, ayer el Louvre permaneció cerrado por segundo día consecutivo. Centenares de personas con billetes reservados acudieron desde primera hora para entrar, pero se encontraron con un cartel que confirmaba el cierre y prometía el reembolso. Hoy martes el museo tampoco abrirá, por ser el día festivo semanal.
Un coleccionista insiste en que el valor es por la historia, no por los diamantes en sí, tallados a la antigua
Francia ha recibido la solidaridad y la comprensión de los Museos Vaticanos, otra de las instalaciones culturales más visitadas del mundo. En un encuentro con los corresponsales extranjeros en Italia, su directora, Barbara Jatta, advirtió de que un robo como el del Louvre es siempre posible ante una banda de delincuentes muy profesional, aunque ella confía en que en Roma no se produzca. Los Museos Vaticanos, que incluyen la Capilla Sixtina y obras de Leonardo da Vinci, Giotto o Rafael, cuentan con hasta 400 guardianes y con un sistema de seguridad que cubre los siete kilómetros de recorrido que pueden hacer los visitantes, así como los almacenes y edificios administrativos.
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