El nostálgico circo de Enrique Bunbury arrasa en un Sant Jordi a medias

Durante la temporada navideña, Barcelona se convierte en la capital del circo por excelencia. En los meses de diciembre y enero, hasta cuatro o cinco producciones pueden convivir en la ciudad y ocupan espacios tan emblemáticos como el Port Vell, el Fòrum e incluso el Palau Sant Jordi. Este jueves por la noche, el pabellón olímpico se adelantó al calendario y recibió un montaje muy especial que, inesperado hace unos años, convenció a una sala que, eso sí, se quedó lejos del lleno.

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 El artista zaragozano reunió a su antigua banda Huracán Ambulante para interpretar los grandes temas de sus primeros discos en un pabellón olímpico que se quedó lejos del lleno  

Durante la temporada navideña, Barcelona se convierte en la capital del circo por excelencia. En los meses de diciembre y enero, hasta cuatro o cinco producciones pueden convivir en la ciudad y ocupan espacios tan emblemáticos como el Port Vell, el Fòrum e incluso el Palau Sant Jordi. Este jueves por la noche, el pabellón olímpico se adelantó al calendario y recibió un montaje muy especial que, inesperado hace unos años, convenció a una sala que, eso sí, se quedó lejos del lleno.

El zaragozano Enrique Bunbury fue el culpable. El exlíder de Héroes del Silencio recaló en Montjuïc como parte de su gira Huracán ambulante tour, en la que vuelve a contar con Huracán Ambulante, la banda que le acompañó durante sus primeros años en solitario y que, dos décadas después, ha vuelto a reunir para ofrecer un show de dos horas muy nostálgico, con la mayoría de temas de sus primeros cuatro discos y con un toque muy circense, tanto en las melodías como en la escenografía. 

20 años después de su disolución, la banda interpretó temas como ‘De mayor’, ‘El extranjero’, ‘…Y al final’ y ‘Lady blue’ 

Un gran telón rojo presidió el imponente escenario, a veces con una pantalla gigante visible que también hacía de decorado, que primero recibió a los músicos para que interpretaran Otto e mezzo como tema de bienvenida y, a continuación, apareció Bunbury con su inconfundible -y frondoso, a sus 58 años- pelo rizado, sus gafas de sol y un traje y un chaleco rojos por si alguien tenía dudas de quién era el gran protagonista de la noche. ”¡Benvinguts! El Huracán Ambulante ha llegado a la ciudad de Barcelona”, dijo con un acento algo sudamericano. 

Enrique Bunbury se subió al escenario tras una original presentación
Enrique Bunbury se subió al escenario con una presentación muy original
Àlex Garcia

El club de los imposibles fue la canción elegida para arrancar el recital y tuvo mucho sentido teniendo en cuenta que, hace solo unos años, el concierto de esta noche parecía una utopía: en febrero del 2022, el cantante anunció que se retiraba de los escenarios por problemas vocales. Sin embargo, meses más tarde descubrió la causa de sus dificultades -el glicol, sustancia que se utiliza para generar humo como atrezo- y anunció su regreso. El resultado: una gran recuperación vocal y nada de humo en sus recitales. 

El espectáculo -nunca mejor dicho- continuó con letras como De mayor, El extranjero, Desmejorado y el cántico a favor de las segundas oportunidades que es Sólo si me perdonas, todas publicadas entre 1999 y el 2004 y con un sonido como si del Cirque du Soleil se tratara. Únicamente la cumbia de Te puedes a todo acostumbrar hizo desconectar a los presentes del mayor espectáculo del mundo, con el que el artista tiene una relación especial: en el 2004, se embarcó en la gira Freak show en la que actuó en varias ciudades en una gran carpa. 

Con un montaje pensado al milímetro -el repertorio no varió respecto a su pasado concierto en Madrid y tampoco se esperan grandes sorpresas este sábado en Zaragoza, las otras dos fechas españolas- Bunbury demostró sus dotes de gran letrista, tanto hace unos años con El rescate y Que tengas suertecita –la frase que acostumbra a pronunciar cuando cierra sus conciertos- como ahora con Las chingadas ganas de llorar

Una vez más, el exlíder de Héroes del Silencio exhibió una muy buena voz
Una vez más, el exlíder de Héroes del Silencio exhibió una muy buena voz
Àlex Garcia

Con Alaska y un Enrique Bunbury lanzando botellas de agua al público el registro cambió y también la narrativa del show, que cogió un aire de grandes éxitos con , Sácame de aquí y la coreada Lady blue. Solo Apuesta por el rock ‘n’ roll fue un guiño a su pasada y exitosa etapa como líder de Héroes del Silencio, y ni eso, pues es una versión de un tema de Más Birras que, eso sí, interpretaron en sus directos. 

Como buen espectáculo circense, el concierto también contó con un entreacto que sirvió de preludio del gran final.  Parecemos tontos arrancó un turno de bises que siguió con la rumba flamenca de Serpiente, la versión de El jinete del eterno mariachi José Alfredo Jiménez, la sorpresa que significó Canto (el mismo dolor) y, como último número, …Y al final, la canción que cierra Flamingos, su disco del 2002, y que, con su evolución de nana a otra melodía circense, puso el punto final a una noche en la que el Sant Jordi recibió al nostálgico circo de Bunbury que, como hacen los huracanes, arrasó.

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