El Madrid se gusta ante el Sevilla y entra como un cohete en 2025

Mbappé, Valverde y Rodrygo sentencian el duelo en la primera parte ante un Sevilla que peleó hasta el final. Los blancos terminan el año por encima del Barça y a un punto del Atlético. Leer Mbappé, Valverde y Rodrygo sentencian el duelo en la primera parte ante un Sevilla que peleó hasta el final. Los blancos terminan el año por encima del Barça y a un punto del Atlético. Leer  

El Madrid fue un cohete hacia 2025 y se dio un regalo de Navidad contra el Sevilla. El tópico diría que después de 56 partidos de un año eterno, después de levantar la Liga, la Champions, la Supercopa de España y de Europa y la Intercontinental, cuando uno está a punto de quedarse de vacaciones su marcha disminuye.

Pero en su última visita al Santiago Bernabéu en este, los futbolistas del Real Madrid cuajaron una de sus mejores actuaciones de estos últimos meses. Mbappé y Valverde aceleraron el triunfo con dos misiles desde fuera del área y Rodrygo sentenció el duelo en la primera parte, antes de que Isaac Romero hiciera el gol del honor. Brahim, ya en la segunda parte, amplió la renta de un Madrid que empezará el 2025 por encima del Barça y a un punto del Atlético.

Sin Vinicius, sancionado por acumulación de amarillas, Ancelotti apostó por un ataque con Mbappé, Rodrygo y Brahim, con Bellingham manteniendo su posición de enganche que tan buenos resultados le ha dado al equipo en esta parte del curso y con Valverde y Ceballos en el centro del campo. Atrás, Camavinga y Tchouaméni asumieron posiciones que no son de su agrado en el lateral y en el centro de la defensa, pero que son necesarias para el cuerpo técnico.

El inicio fue arrollador ante un Sevilla capaz de contener el caudal ofensivo madridista, más activo y más acertado que otros comienzos de partidos. En el minuto 10, después de recuperar la concentración tras el emotivo homenaje a Jesús Navas, el Madrid empezó a aprovechar los huecos que los de Nervión dejaban entre líneas.

Arrancó Brahim por el carril central, cedió a Rodrygo en banda izquierda, éste trazó una diagonal y encontró a Mbappé en la frontal. El galo, que había preferido la pausa antes que atacar el remate, se inventó un derechazo desde lejos que sorprendió a Álvaro Fernández.

Ese continuo intercambio de posiciones entre los atacantes madridistas descolocó a la defensa de García Pimienta, que saltaba a la presión, caía en la trampa y dejaba su espalda libre para la aceleración de otro jugador del Madrid. Así llegaron varias buenas opciones para, que aprovechó el carril derecho constantemente. En el 16, el gallego corrió la banda para asistir a Mbappé, pero el francés remató alto. Y en el 18, apareció en el área para casi definir a gol y pase atrás de Bellingham.

Un minuto más tarde, Valverde aprovechó un córner sacado en corto para enviar un misil desde 30 metros que se coló en las redes de Álvaro. Dos cañonazos, el del uruguayo y el de Mbappé, que casi sentenciaron la tarde en el coliseo blanco.

La ventaja no calmó al Madrid, cómodo con balón, con espacios en ataque y disfrutando del último día del año en Chamartín. En el 32 volvió a encontrar premio. Lucas apareció en banda, recibió al espacio de Brahim, vio la llegada de Rodrygo en el área y el brasileño definió de primeras a gol.

Un 3-0 contundente que relajó un poco a Tchouaméni, que se olvidó de la marca de Isaac Romero en un centro lateral de Juanlu, no llegó al balón y el delantero del Sevilla superó a Courtois de cabeza mientras Ancelotti se enfadaba en el banquillo.

El gol del Sevilla sirvió como advertencia y el Madrid se volvió a activar. Lucas pudo marcar antes del descanso al aparecer de nuevo a la espalda de Kike Salas, y tras el descanso, a riesgo de pensar en la Navidad, los blancos mantuvieron la marcha.

En el 53, y de nuevo con la banda derecha como protagonista, Brahim puso el 4-1. Lucas inició la jugada en el pico del área, Brahim lanzó el desmarque al área, el gallego conectó con Mbappé en la frontal y éste, de primeras, asistió a Díaz, que batió a Álvaro para ampliar la renta.

El 4-1, ahora sí, provocó una importante desconexión en el ambiente. El Madrid comenzó a pensar en las vacaciones y el ritmo del duelo bajó varias velocidades. Isaac envió un balón al palo y Lukebakio recortó distancias en el 85 mientras Ancelotti rotaba, aunque no demasiado. Endrick no tuvo minutos. El Madrid entrará en 2025 a un punto del Atlético y con la moral por las nubes.

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