El delantero, con pasado en Las Palmas o Málaga, lidera al Pachuca, que perdió la final de la Intercontinental contra el Madrid en diciembre. «Creo que ahora será diferente», admite a EL MUNDO Leer El delantero, con pasado en Las Palmas o Málaga, lidera al Pachuca, que perdió la final de la Intercontinental contra el Madrid en diciembre. «Creo que ahora será diferente», admite a EL MUNDO Leer
Salomón Rondón vuelve a ponerse en el camino del Real Madrid, como en la final de la última Copa Intercontinental celebrada en Doha, un cómodo triunfo de la galaxia blanca ante un Pachuca en dificultades. Ahora el momento se traslada a Charlotte en un Mundial de clubes al que ‘Salo’, a sus 35 años y después de una carrera que pasó por Las Palmas, Málaga o Newcastle, llega en el mejor momento de su vida. «Jugamos cada partido como si fuera una final y así será de nuevo ante el Madrid. No queda otra. Y pienso que esta vez será diferente a cómo fue la final de la Intercontinental. Estamos disfrutando y logrando objetivos con Pachuca, y eso me enorgullece», asegura en una charla con EL MUNDO.
El venezolano vive en México una segunda juventud: Viene de marcar más goles que nunca en año natural (36 en sus dos años en Pachuca), ha sido Pichichi, MVP de la liga mexicana y de la Champions de la Concacaf, donde se llevaron el título, galardones que le han valido una nominación al The Best como mejor delantero. «Hemos ganado títulos importantes, en especial la ConcaChampions y los dos trofeos que nos permitieron jugar la final de la Intercontinental contra el Madrid y esta experiencia en Estados Unidos», valora.
Rondón es un trotamundos. Ha jugado en LaLiga (Las Palmas y Málaga), Premier League (West Bromwich Albion, Newcastle y Everton), Rusia (Rubin Kazan, Zenit y CSKA de Moscú), China (Dalian Pro), Argentina (River Plate) y México con Pachuca. «Hace ya un tiempo que me toca ser uno de los jugadores con más experiencia y con más años. Debuté muy jovencito y ahora estoy en una etapa muy linda en la que debo disfrutar del tiempo que me queda. La responsabilidad es muy grande y no me quiero desenfocar del objetivo, que es ir al Mundial con Venezuela. Por eso me entrego en cuerpo y alma en cada partido, es lo que me motiva cada día a seguir», admite emocionado.
El secreto de esta juventud de Rondón, quizás el último tramo de su carrera, es el boxeo, un deporte que lleva años practicando y por el que adora a Muhammad Ali. Es clave en su entrenamiento diario y en su mentalidad, «un guerrero«, cuentan en el Pachuca sobre él. Aunque en los últimos meses el deporte que le ha enganchado es la UFC.
Lleva el dorsal 23 en honor a Michael Jordan y tiene entre ceja y ceja llevar a su país al primer Mundial de su historia. «Siempre he dicho que sería la guinda a mi carrera, lo tengo muy claro. Sería algo para recordar, histórico y único. Ahora toca disfrutar de la experiencia del Mundial de clubes, pero ojalá podamos llevar a Venezuela al Mundial», añade.
Una hazaña impensable para un país que tiene en el béisbol a su primer deporte. También era así en la casa de Rondón, pero él siempre prefirió el balón: «Siempre me gustó el fútbol, es mi pasión. A los cuatro años empecé a tener un balón en los pies, y así sigo hoy. Nunca me llamó el béisbol, que como saben es un deporte muy seguido en mi país. Aunque no suelo seguirlo, estoy al tanto de todo, ya que en mi casa, mi hermano jugó a béisbol y mi padre a sóftbol».
Rondón será el capitán del Pachuca este domingo en el mediodía de Charlotte, nueve de la noche en horario español. Los mexicanos cayeron en su primer partido ante el Salzburgo pero mantienen sus opciones vivas gracias al empate entre el Madrid y el Al Hilal.
Deportes // elmundo