EE.UU. y China alcanzan un acuerdo en Madrid sobre la compra de TikTok

El destino de la filial estadounidense de la red social china TikTok ha quedado negro sobre blanco en Madrid, en un encuentro de alto nivel en el palacio de Santa Cruz, perteneciente al Ministerio de Asuntos Exteriores y ubicado junto a la plaza Mayor. Un lugar de por sí tiktokeable en el que los turistas reaccionaban con asombro al descubrir que todo aquel despliegue de cámaras y coches blindados respondía a una reunión de este tipo.

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 Trump y Xi quedan en conversar el viernes para ratificar los términos  

El destino de la filial estadounidense de la red social china TikTok ha quedado negro sobre blanco en Madrid, en un encuentro de alto nivel en el palacio de Santa Cruz, perteneciente al Ministerio de Asuntos Exteriores y ubicado junto a la plaza Mayor. Un lugar de por sí tiktokeable en el que los turistas reaccionaban con asombro al descubrir que todo aquel despliegue de cámaras y coches blindados respondía a una reunión de este tipo.

Tras cuatro rondas de negociaciones, Donald Trump adelantó en Truth Social el acuerdo, que confirmó poco después desde España su secretario del Tesoro, Scott Bessent. El presidente de Estados Unidos lo hizo con su retórica particular, fiel a su estilo. No hay detalles concretos y, como también es habitual, hay riesgo de que el pacto descarrile, entre otras cosas porque queda pendiente de una conversación este viernes entre Trump y el presidente chino, Xi Xinping.

Sin embargo, Trump no perdió ocasión de anunciar a bombo y platillo una solución que acaba con los temores en torno a la red social china y su escasa seguridad: “La gran reunión en Europa entre Estados Unidos y China ha ido muy bien”, dijo. “Se ha alcanzado un acuerdo sobre cierta compañía que mucha gente joven de nuestro país quiere preservar. Estarán muy felices”.

Microsoft, Oracle, Walmart e incluso Elon Musk han sonado como posibles compradores

La controversia sobre TikTok viene de atrás. Trump ya intentó limitarla en su primer mandato y su sucesor, Joe Biden, impulsó en el Congreso una ley para obligar a Bytedance, propietaria de la red social china, a desprenderse de la mayoría del capital de la filial estadounidense. Trump amenazó al regresar al poder con cerrar la empresa, pero ha ido postergando cualquier decisión. Por el camino han ido emergiendo potenciales compradores, entre ellos Microsoft, Oracle y Walmart. También ha circulado el nombre de Elon Musk. El propio Trump llegó a asegurar en junio que ya tenía decidido quién se llevaría el gato al agua.

Con la nueva guerra arancelaria, el futuro de TikTok ha quedado inscrito ahora en las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín. Convertida la red social en un arma negociadora en torno a los aranceles, ambas delegaciones decidieron dar preferencia a este asunto y resolverlo en la reunión de Madrid, sin esperar a próximas rondas negociadoras. Para ello, ha explicado a la prensa Bessent, fue determinante una llamada de Trump realizada anoche.

El negociador estadounidense compareció a primera hora de la tarde de ayer en la calle, en la acera del palacio de Santa Cruz, minutos después de que su contraparte chino, el viceprimer ministro chino He Lifeng, abandonase muy sonriente el edificio.

Para los negociadores estadounidenses, es una señal de “la alta estima” de Trump por el presidente chino

TikTok, como recordó Bessent, es mucho más que una app, tanto para China como para Estados Unidos. Por lo pronto, tiene 135 millones de usuarios en su país. La aplicación, aseguró, conservará “sus características chinas”, aspecto en el que la delegación china “está muy interesada”, al considerarlo parte del nuevo soft power. “No nos importan las características chinas”, razonó Bessent, “sino la seguridad nacional”.

No hay detalles, pero sí una cosa clara: “El marco es para que cambie a propiedad controlada por Estados Unidos”, afirmó. Habló además de un acuerdo “entre dos partes privadas”, dando a entender que ya hay comprador, si bien es “el líder”, por Trump, quien tiene que firmarlo.

No se conoce por ahora la contrapartida económica ni política del acuerdo, pero uno de los negociadores chinos, Li Chenggang, aclaró también en Madrid que Pekín no lo sella a expensas de sus intereses ni de los de sus empresas. Todo lo relacionado con la exportación de tecnología china a Estados Unidos o con la propiedad intelectual será sometido a revisión con el fin de que quede protegido, afirmó.

Este acuerdo parece anticipar un clima de mejor entendimiento entre Estados Unidos y China, que siguen enfrascados en la gran negociación de fondo sobre los aranceles. Hay una pausa de 90 días que expira el 10 de noviembre y lo de hoy, dijo Bessent, es una señal de que las negociaciones van “en una dirección positiva”.

Las diferencias también son evidentes. “No es ningún secreto que existen serios problemas en comercio, economía y seguridad nacional entre Estados Unidos y China”, recordó. Sin embargo, se ha demostrado que es posible afrontar un tema “espinoso” como TikTok, reducir el problema a “un punto granular” y desatascarlo “en un par de días”. ¿Cuál es el secreto para lograrlo? Como en las negociaciones con Putin, la clave está en el entendimiento al más alto nivel. “Fue posible gracias al presidente Trump y la alta estima que tiene por Xi”, dijo.

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