Cuándo y cómo nos cruzamos: así recibimos nuestra herencia neandertal

Todos los humanos modernos excepto los africanos llevamos en el ADN una huella neandertal. Entre el 2 y el 3% de nuestros genes son la herencia de esa especie humana que dominó Eurasia durante cientos de miles de años hasta su extinción y con la que necesariamente nos cruzamos tras abandonar África hace 50.000 años. Sin embargo, no ha estado claro cuándo se produjeron esos encuentros que cambiarían para siempre una parte de nuestra identidad. Dos equipos internacionales publican este jueves en las revistas ‘ Science ‘ y ‘Nature’ sendos artículos independientes que atrapan ese momento en el tiempo. El primero, de la Universidad de California Berkeley (EE.UU.) y el Instituto Max-Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), analiza el genoma de más de 300 individuos antiguos y modernos en los últimos 500.000 años. Los resultados sugieren que el cruce con los neandertales comenzó hace unos 50.500 años, tras la salida de África de nuestra especie, y continuó durante 7.000 años más. De esta forma, recibimos algunas ventajas relacionadas con la pigmentación de la piel, la respuesta inmunitaria y el metabolismo.Noticia Relacionada estandar Si Jeremy DeSilva, antropólogo: «Los humanos somos lentos y débiles. Sólo el altruismo evitó nuestra extinción» Judith de JorgeEl segundo estudio, dirigido por el Max-Planck, ha secuenciado los genomas humanos modernos más antiguos, pertenecientes a siete miembros de una misteriosa población del centro de Europa de hace entre 42.000 y 49.000 años que desapareció sin descendencia. En su ADN se detecta también ese flujo de genes neandertales, recibido en una horquilla temporal muy similar al primer trabajo.Cien generacionesEsa coincidencia, «es realmente sorprendente», afirma Priya Moorjani, de Berkeley y coautora del texto de ‘Science’. «Comprender este momento es muy importante, porque tiene implicaciones para determinar la migración fuera de África, que debió de haberse completado hace 43.500 años», sostiene. Del mismo modo, las oleadas de migraciones ocurridas antes de hace 51.000 años no contribuyeron con sus genes a las poblaciones actuales no africanas. Ilustración del grupo de Zlatý kůň / Ranis Tom BjörklundLos investigadores también hallaron varios genes heredados de los neandertales que nos resultaron beneficiosos. «Los neandertales vivieron en Europa durante miles de años, por lo que probablemente estaban adaptados a su entorno, clima y patógenos. Algunos genes que afectan a la pigmentación de la piel están presentes con una alta frecuencia en los humanos modernos», señala Leonardo Iasi, del Max Planck. «También hay muchos genes nuevos. Un ejemplo sería el OAS (que contribuye a la respuesta inmunitaria), que tiene una ascendencia neandertal muy alta, más de la que esperábamos», añade. En contraste, los investigadores encontraron regiones vacías en el genoma de los humanos modernos en los que casi no hay ascendencia neandertal. Por eso, según Iasi, la ascendencia neandertal, tal y como la vemos en la actualidad, «se formó relativamente rápido después del flujo genético, en un período de cien generaciones».Primeros europeosEsos encuentros aparecen reflejados en la enigmática población presentada en ‘Nature’. Se trata de siete individuos que vivieron hace entre 42.000 y 49.000 años: tres mujeres y tres varones en Ranis (Alemania) y una mujer, de la que se conserva un cráneo aislado, en Zlatý kůň (Chequia). Estaban separados por unos 230 km pero todos formaban parte de un pequeño grupo estrechamente emparentado, un linaje que se separó de la primera población que salió de África y que también portaba ADN neandertal.Entre los individuos de Ranis había dos niños. Curiosamente, dos de las mujeres eran madre e hija y habría otros parientes más lejanos. Para su sorpresa, los investigadores descubrieron que existía una relación de quinto o sexto grado entre la mujer de Zlatý kůň y dos individuos de Ranis. Esto significa que probablemente ella también hizo el mismo tipo de herramientas, una cultura denominada Lincombiano-Ranisiano-Jerzmanowiciano (LRJ) que durante mucho tiempo fue atribuida a los últimos neandertales.Los genomas de Zlatý kůň de un varón de Ranis conocido como Ranis13 -el hueso humano moderno mejor conservado del Pleistoceno- son los más antiguos obtenidos jamás de humanos modernos y también los de más alta calidad. El grupo portaba variantes genéticas asociadas con los ojos marrones y la piel y el cabello oscuros, lo que refleja su origen africano reciente. Fotografías del cráneo de Zlatý kůň Petr VelemínskýSegún los investigadores, esta población estaba compuesta por, como máximo, unos pocos cientos de individuos que podrían haber estado dispersos en un territorio más amplio. Su herencia neandertal es la misma que se produjo para todos los humanos modernos hace entre 45.000 y 49.000 años. «Otros linajes humanos, como los de la zona de los Balcanes, volverían a mezclarse más adelante, pero eso no les ocurriría a ellos», apunta Vanessa Villalba, coautora del estudio e investigadora principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE-CSIC-UPF). MÁS INFORMACIÓN noticia Si Revelan, por sorpresa, el genoma humano más antiguo hasta ahora, el de un denisovano de hace 200.000 años noticia Si No se extinguieron: los neandertales fueron ‘absorbidos’ por nuestra propia especie«Este grupo desapareció, no contribuyó con sus genes a las siguientes generaciones. Era un momento crítico para los neandertales, que al final se acabaron extinguiendo, pero hay otras ramas de humanos modernos que también se extinguieron», subraya Villalba. Se desconoce por qué se quedaron sin descendientes. Probablemente «eran tan pocos que cualquier suceso podría haber acabado en tragedia: quizás estaban demasiado dispersos o sufrieron un problema ambiental». En cualquier caso, su destino nos acerca todavía más a esa otra especie humana inteligente que nos ha dejado una huella indeleble. Todos los humanos modernos excepto los africanos llevamos en el ADN una huella neandertal. Entre el 2 y el 3% de nuestros genes son la herencia de esa especie humana que dominó Eurasia durante cientos de miles de años hasta su extinción y con la que necesariamente nos cruzamos tras abandonar África hace 50.000 años. Sin embargo, no ha estado claro cuándo se produjeron esos encuentros que cambiarían para siempre una parte de nuestra identidad. Dos equipos internacionales publican este jueves en las revistas ‘ Science ‘ y ‘Nature’ sendos artículos independientes que atrapan ese momento en el tiempo. El primero, de la Universidad de California Berkeley (EE.UU.) y el Instituto Max-Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), analiza el genoma de más de 300 individuos antiguos y modernos en los últimos 500.000 años. Los resultados sugieren que el cruce con los neandertales comenzó hace unos 50.500 años, tras la salida de África de nuestra especie, y continuó durante 7.000 años más. De esta forma, recibimos algunas ventajas relacionadas con la pigmentación de la piel, la respuesta inmunitaria y el metabolismo.Noticia Relacionada estandar Si Jeremy DeSilva, antropólogo: «Los humanos somos lentos y débiles. Sólo el altruismo evitó nuestra extinción» Judith de JorgeEl segundo estudio, dirigido por el Max-Planck, ha secuenciado los genomas humanos modernos más antiguos, pertenecientes a siete miembros de una misteriosa población del centro de Europa de hace entre 42.000 y 49.000 años que desapareció sin descendencia. En su ADN se detecta también ese flujo de genes neandertales, recibido en una horquilla temporal muy similar al primer trabajo.Cien generacionesEsa coincidencia, «es realmente sorprendente», afirma Priya Moorjani, de Berkeley y coautora del texto de ‘Science’. «Comprender este momento es muy importante, porque tiene implicaciones para determinar la migración fuera de África, que debió de haberse completado hace 43.500 años», sostiene. Del mismo modo, las oleadas de migraciones ocurridas antes de hace 51.000 años no contribuyeron con sus genes a las poblaciones actuales no africanas. Ilustración del grupo de Zlatý kůň / Ranis Tom BjörklundLos investigadores también hallaron varios genes heredados de los neandertales que nos resultaron beneficiosos. «Los neandertales vivieron en Europa durante miles de años, por lo que probablemente estaban adaptados a su entorno, clima y patógenos. Algunos genes que afectan a la pigmentación de la piel están presentes con una alta frecuencia en los humanos modernos», señala Leonardo Iasi, del Max Planck. «También hay muchos genes nuevos. Un ejemplo sería el OAS (que contribuye a la respuesta inmunitaria), que tiene una ascendencia neandertal muy alta, más de la que esperábamos», añade. En contraste, los investigadores encontraron regiones vacías en el genoma de los humanos modernos en los que casi no hay ascendencia neandertal. Por eso, según Iasi, la ascendencia neandertal, tal y como la vemos en la actualidad, «se formó relativamente rápido después del flujo genético, en un período de cien generaciones».Primeros europeosEsos encuentros aparecen reflejados en la enigmática población presentada en ‘Nature’. Se trata de siete individuos que vivieron hace entre 42.000 y 49.000 años: tres mujeres y tres varones en Ranis (Alemania) y una mujer, de la que se conserva un cráneo aislado, en Zlatý kůň (Chequia). Estaban separados por unos 230 km pero todos formaban parte de un pequeño grupo estrechamente emparentado, un linaje que se separó de la primera población que salió de África y que también portaba ADN neandertal.Entre los individuos de Ranis había dos niños. Curiosamente, dos de las mujeres eran madre e hija y habría otros parientes más lejanos. Para su sorpresa, los investigadores descubrieron que existía una relación de quinto o sexto grado entre la mujer de Zlatý kůň y dos individuos de Ranis. Esto significa que probablemente ella también hizo el mismo tipo de herramientas, una cultura denominada Lincombiano-Ranisiano-Jerzmanowiciano (LRJ) que durante mucho tiempo fue atribuida a los últimos neandertales.Los genomas de Zlatý kůň de un varón de Ranis conocido como Ranis13 -el hueso humano moderno mejor conservado del Pleistoceno- son los más antiguos obtenidos jamás de humanos modernos y también los de más alta calidad. El grupo portaba variantes genéticas asociadas con los ojos marrones y la piel y el cabello oscuros, lo que refleja su origen africano reciente. Fotografías del cráneo de Zlatý kůň Petr VelemínskýSegún los investigadores, esta población estaba compuesta por, como máximo, unos pocos cientos de individuos que podrían haber estado dispersos en un territorio más amplio. Su herencia neandertal es la misma que se produjo para todos los humanos modernos hace entre 45.000 y 49.000 años. «Otros linajes humanos, como los de la zona de los Balcanes, volverían a mezclarse más adelante, pero eso no les ocurriría a ellos», apunta Vanessa Villalba, coautora del estudio e investigadora principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE-CSIC-UPF). MÁS INFORMACIÓN noticia Si Revelan, por sorpresa, el genoma humano más antiguo hasta ahora, el de un denisovano de hace 200.000 años noticia Si No se extinguieron: los neandertales fueron ‘absorbidos’ por nuestra propia especie«Este grupo desapareció, no contribuyó con sus genes a las siguientes generaciones. Era un momento crítico para los neandertales, que al final se acabaron extinguiendo, pero hay otras ramas de humanos modernos que también se extinguieron», subraya Villalba. Se desconoce por qué se quedaron sin descendientes. Probablemente «eran tan pocos que cualquier suceso podría haber acabado en tragedia: quizás estaban demasiado dispersos o sufrieron un problema ambiental». En cualquier caso, su destino nos acerca todavía más a esa otra especie humana inteligente que nos ha dejado una huella indeleble.  

Dos estudios independientes con el análisis genético de más de 300 humanos antiguos y modernos revelan que el cruce entre ambas especies comenzó hace unos 50.000 años y continuó durante 7.000

En ese período heredamos genes ventajosos relacionados con la pigmentación de la piel y la respuesta inmune

Ilustración de la mujer Zlatý kůň, en Chequia, de ojos y piel oscuros Tom Björklund

Todos los humanos modernos excepto los africanos llevamos en el ADN una huella neandertal. Entre el 2 y el 3% de nuestros genes son la herencia de esa especie humana que dominó Eurasia durante cientos de miles de años hasta su extinción y con …

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