Tres escenas y un destino
En un plano mítico de Memorias de África (1985), Denys Finch Hatton (Robert Redford), cazador de fauna mayor, lava la melena de la baronesa Karen Blixen (Meryl Streep) mientras le recita versos de Coleridge: “Bien claro veo ahora que sabe remar el diablo”. Ambos se encuentran en la sabana, absorbidos por la neblina del calor, en medio de esas inmensas llanuras de Kenia asperjadas de acacias, cerca de los cafetales de la aristócrata; no recuerdo bien el lugar pero tampoco importa. El caso es que la imagen constituye uno de los fotogramas más eróticos de la historia del cine, sin…