Aunque lo habitual en las conversaciones sobre la menopausia giren en torno a los cambios en el estilo de vida, el consumo de suplementos y el uso de productos o fármacos para aliviar los sofocos, la sequedad vaginal, el cansancio o los problemas de sueño, lo cierto es que existe un recurso menos explorado, pero muy efectivo a la hora de abordar los síntomas asociados al desequilibrio hormonal (desequilibrio entre estrógenos y progesterona y finalmente pérdida de estrógenos ) que se produce en la perimenopausia, primero y después durante la menopausia. Este recurso es la masturbación regular. Según un reciente estudio clínico de Womanizer ( @womanizerglobal ), firma de bienestar sexual y el Kinsey Institute, centro de investigación sobre sexualidad; el 92% de las participantes (con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años) vivieron durante las semanas en las que se masturbaron una disminución en la frecuencia con la que experimentaban al menos un síntoma, siendo los más comunes la dificultad para conciliar el sueño , el cansancio excesivo y los cambios de humor. En este sentido una gran mayoría de ellas, el 91% de ellas, aseguró durante la investigación que se masturbarían con mayor frecuencia si supieran que puede tener un impacto aún más positivo en los síntomas de la menopausia. A lo largo del estudio, en el que a las participantes se les pidió masturbarse entre tres y cuatro veces a la semana (en este caso mediante el uso del estimulador del clítoris Womanizer Next), los informes revelaron que todos los síntomas de la menopausia disminuyeron, si bien las mejoras más destacadas se centraron en sentir menos cansancio del habitual y menos cambios de humor o irritabilidad. «Estas mejoras se explican por el resultado de la medición del tono vagal, que refleja el funcionamiento del nervio vago , que conecta el cerebro con los órganos vitales y que regula funciones como el ritmo cardíaco, la presión arterial y la respiración. Lo que se vio con esas pruebas es que la elevación en el tono vagal derivada de la masturbación influye en una mejora del estado de ánimo, permite una mayor concentración y contribuye a reducir los problemas de sueño«, explica la ginecóloga Miriam Al-Adib ( @miriam_al_adib ). Noticias relacionadas estandar Si Libros del verano Se puede vivir la menopausia como una oportunidad y no como un drama Raquel Alcolea estandar No Autoestima en la generación ‘silver’: «Lo que ayer llamábamos vejez, hoy se llama vida plena» Raquel AlcoleaAsimismo Al-Adib explicó que la activación vagal derivada del orgasmo estimula la liberación de sustancias neuroquímicas como la oxitocina y la serotonina , vinculadas a una mejora del estado de ánimo y del bienestar psicológico. «Estas sustancias ayudan a reducir la inflamación sistémica de bajo grado , por lo que también son efectivas para acabar con los sofocos, cuya aparición suele ir asociada a los estados proinflamatorios», apunta la ginecóloga. Este efecto antiinflamatorio es especialmente relevante, según asegura la experta, pues también contribuye a bajar la resistencia a la insulina, que reduce el riesgo de sufrir las patologías asociadas al síndrome cardiometabólico (obesidad abdominal, hipertensión y niveles anormales de grasas en sangre o dislipidemia).La sexóloga Ana Lombardía conversa con Lorena Berdún y la ginecóloga Miriam Al-Adib durante la presentación del estudio de Womanizer. r.a.Otro de los efectos positivos de la masturbación es el que tiene que ver con la sequedad , pues la masturbación en general como los orgasmos en particular, según recuerda Al-Adib, protegen la salud vulvovaginal, favorecen el buen trofismo (estado del epitelio vaginal) y la vascularización de la zona; y minimizan las posibilidades de sufrir síndrome genito-urinario (con infecciones de repetición, urgencia miccional, molestias y picores…). Cómo se hizo el estudio El estudio de Womanizer y Kinsey Institute se hizo a dos grupos de mujeres de entre 40 y 75 años (66 participantes) a las que se les pidió unos determinados hábitos de masturbación. Todas estaban en etapa de perimenopausia, menopausia o posmenopausia. Durante la fase 1 del estudio clínico se les hizo una encuesta sobre síntomas, salud general e historial sexual. Después participaron en el estudio de tres meses dividido en cuatro etapas: dos semanas de abstinencia, dos semanas usando su método de masturbación habitual, un mes usando el Womanizer Next y dos semanas con el método de su elección. Los resultados se recogieron a través de encuestas quincenales y una global para evaluar su salud, sus síntomas y su experiencia general. En la fase 2 las mujeres fueron entrenadas para usar un sensor de frecuencia cardíaca para aportar datos de referencia mediante un ejercicio de sentarse y levantarse. Durante tres semanas llevaron el dispositivo tres veces por semana bajo distintas condiciones (abstenerse de la masturbación, masturbarse con su método preferido y masturbarse con el Womanizer Next). Se recogieron los resultados con encuestas iniciales y semanales sobre sus síntomas de menopausia, su bienestar y la salud general. Deseo sexual y cambios hormonalesDurante la presentación del estudio, la sexóloga Ana Lombardía ( @lombardiaana ) destacó además, que la menopausia es un periodo en el que la mujer deja de estar cuidada y protegida por sus hormonas y desarrolla una mayor sabiduría para protegerse desde sus hábitos y su autocuidado. «A muchas mujeres se les enseñó a lo largo de su vida a vivir a espaldas de sus cambios hormonales, pero eso es algo que tiene que cambiar, especialmente en la menopausia, pues es el momento en el que más pueden ayudarnos la información que aportan las hormonas a gestionar nuestros cambios», explica. Asimismo la sexóloga explica que la menopausia es una buena etapa para reconciliarse con el cuerpo, recordar que es una fuente de placer y actuar con libertad en cuanto a lo que sí nos hace disfrutar y lo que no nos gusta con respecto a la sexualidad. «Existe una diferencia clara en relación al deseo sexual entre las que llegan a esta etapa sin pareja y las que llegan con una pareja con la que llevan ya muchos años. A veces no es la menopausia, sino las dinámicas de pareja las que llevan a apagar el deseo sexual. De hecho, además de los factores hormonal-dependientes existen otros muchos factores que pueden influir en el deseo como el estrés, el entorno, la autoestima, los estereotipos o el estado relacional de la pareja», aclara Lombardía. Noticias relacionadas estandar No Marta León, experta en salud hormonal: «El cansancio inexplicable o el sopor después de comer indican que algo no va bien» Raquel Alcolea estandar No Nina, sobre la menopausia «Dejas de ser quien eras, pero eres otra con más conocimientos y con las ideas claras» l. Pintos / R. alcoleaComparte esta opinión la ginecóloga Miriam Al-Adib, quien asegura que algunas mujeres llegan a vivir un auténtico renacer de su sexualidad durante el climaterio. Sin embargo, explicó que aunque han cambiado muchos mitos en torno a la sexualidad femenina en los últimos años, aún queda camino por recorrer porque otros mitos solo se han transformado: «Antes la sexualidad femenina era sinónimo de reproducción y ahora de placer. Pero lo que no ha cambiado es el concepto de mujer como objeto. Antes era objeto de reproducción y ahora objeto de placer. Es importante hacer esta evolución: hay que dejar de ser objeto de placer para convertirse en sujeto de placer», argumenta. MÁS INFORMACIÓN noticia No Cómo ser feliz a partir de los 50 y aprender a disfrutar de la madurez noticia Si «Pocas personas saben cuál es el verdadero tamaño del clítoris» noticia Si Sari Arponen, autora de ‘¿Envejeces o rejuveneces?: «Perder músculo es peor que tener grasa en las nalgas»Eso sí, la ginecóloga aclara que la masturbación es un recurso más que puede contribuir a aliviar los síntomas de la menopausia y a proteger la salud, por lo que es aconsejable también que a esa práctica frecuente se sume un cambio de hábitos para mejorar la alimentación, reducir el sedentarismo y favorecer el descanso. Aunque lo habitual en las conversaciones sobre la menopausia giren en torno a los cambios en el estilo de vida, el consumo de suplementos y el uso de productos o fármacos para aliviar los sofocos, la sequedad vaginal, el cansancio o los problemas de sueño, lo cierto es que existe un recurso menos explorado, pero muy efectivo a la hora de abordar los síntomas asociados al desequilibrio hormonal (desequilibrio entre estrógenos y progesterona y finalmente pérdida de estrógenos ) que se produce en la perimenopausia, primero y después durante la menopausia. Este recurso es la masturbación regular. Según un reciente estudio clínico de Womanizer ( @womanizerglobal ), firma de bienestar sexual y el Kinsey Institute, centro de investigación sobre sexualidad; el 92% de las participantes (con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años) vivieron durante las semanas en las que se masturbaron una disminución en la frecuencia con la que experimentaban al menos un síntoma, siendo los más comunes la dificultad para conciliar el sueño , el cansancio excesivo y los cambios de humor. En este sentido una gran mayoría de ellas, el 91% de ellas, aseguró durante la investigación que se masturbarían con mayor frecuencia si supieran que puede tener un impacto aún más positivo en los síntomas de la menopausia. A lo largo del estudio, en el que a las participantes se les pidió masturbarse entre tres y cuatro veces a la semana (en este caso mediante el uso del estimulador del clítoris Womanizer Next), los informes revelaron que todos los síntomas de la menopausia disminuyeron, si bien las mejoras más destacadas se centraron en sentir menos cansancio del habitual y menos cambios de humor o irritabilidad. «Estas mejoras se explican por el resultado de la medición del tono vagal, que refleja el funcionamiento del nervio vago , que conecta el cerebro con los órganos vitales y que regula funciones como el ritmo cardíaco, la presión arterial y la respiración. Lo que se vio con esas pruebas es que la elevación en el tono vagal derivada de la masturbación influye en una mejora del estado de ánimo, permite una mayor concentración y contribuye a reducir los problemas de sueño«, explica la ginecóloga Miriam Al-Adib ( @miriam_al_adib ). Noticias relacionadas estandar Si Libros del verano Se puede vivir la menopausia como una oportunidad y no como un drama Raquel Alcolea estandar No Autoestima en la generación ‘silver’: «Lo que ayer llamábamos vejez, hoy se llama vida plena» Raquel AlcoleaAsimismo Al-Adib explicó que la activación vagal derivada del orgasmo estimula la liberación de sustancias neuroquímicas como la oxitocina y la serotonina , vinculadas a una mejora del estado de ánimo y del bienestar psicológico. «Estas sustancias ayudan a reducir la inflamación sistémica de bajo grado , por lo que también son efectivas para acabar con los sofocos, cuya aparición suele ir asociada a los estados proinflamatorios», apunta la ginecóloga. Este efecto antiinflamatorio es especialmente relevante, según asegura la experta, pues también contribuye a bajar la resistencia a la insulina, que reduce el riesgo de sufrir las patologías asociadas al síndrome cardiometabólico (obesidad abdominal, hipertensión y niveles anormales de grasas en sangre o dislipidemia).La sexóloga Ana Lombardía conversa con Lorena Berdún y la ginecóloga Miriam Al-Adib durante la presentación del estudio de Womanizer. r.a.Otro de los efectos positivos de la masturbación es el que tiene que ver con la sequedad , pues la masturbación en general como los orgasmos en particular, según recuerda Al-Adib, protegen la salud vulvovaginal, favorecen el buen trofismo (estado del epitelio vaginal) y la vascularización de la zona; y minimizan las posibilidades de sufrir síndrome genito-urinario (con infecciones de repetición, urgencia miccional, molestias y picores…). Cómo se hizo el estudio El estudio de Womanizer y Kinsey Institute se hizo a dos grupos de mujeres de entre 40 y 75 años (66 participantes) a las que se les pidió unos determinados hábitos de masturbación. Todas estaban en etapa de perimenopausia, menopausia o posmenopausia. Durante la fase 1 del estudio clínico se les hizo una encuesta sobre síntomas, salud general e historial sexual. Después participaron en el estudio de tres meses dividido en cuatro etapas: dos semanas de abstinencia, dos semanas usando su método de masturbación habitual, un mes usando el Womanizer Next y dos semanas con el método de su elección. Los resultados se recogieron a través de encuestas quincenales y una global para evaluar su salud, sus síntomas y su experiencia general. En la fase 2 las mujeres fueron entrenadas para usar un sensor de frecuencia cardíaca para aportar datos de referencia mediante un ejercicio de sentarse y levantarse. Durante tres semanas llevaron el dispositivo tres veces por semana bajo distintas condiciones (abstenerse de la masturbación, masturbarse con su método preferido y masturbarse con el Womanizer Next). Se recogieron los resultados con encuestas iniciales y semanales sobre sus síntomas de menopausia, su bienestar y la salud general. Deseo sexual y cambios hormonalesDurante la presentación del estudio, la sexóloga Ana Lombardía ( @lombardiaana ) destacó además, que la menopausia es un periodo en el que la mujer deja de estar cuidada y protegida por sus hormonas y desarrolla una mayor sabiduría para protegerse desde sus hábitos y su autocuidado. «A muchas mujeres se les enseñó a lo largo de su vida a vivir a espaldas de sus cambios hormonales, pero eso es algo que tiene que cambiar, especialmente en la menopausia, pues es el momento en el que más pueden ayudarnos la información que aportan las hormonas a gestionar nuestros cambios», explica. Asimismo la sexóloga explica que la menopausia es una buena etapa para reconciliarse con el cuerpo, recordar que es una fuente de placer y actuar con libertad en cuanto a lo que sí nos hace disfrutar y lo que no nos gusta con respecto a la sexualidad. «Existe una diferencia clara en relación al deseo sexual entre las que llegan a esta etapa sin pareja y las que llegan con una pareja con la que llevan ya muchos años. A veces no es la menopausia, sino las dinámicas de pareja las que llevan a apagar el deseo sexual. De hecho, además de los factores hormonal-dependientes existen otros muchos factores que pueden influir en el deseo como el estrés, el entorno, la autoestima, los estereotipos o el estado relacional de la pareja», aclara Lombardía. Noticias relacionadas estandar No Marta León, experta en salud hormonal: «El cansancio inexplicable o el sopor después de comer indican que algo no va bien» Raquel Alcolea estandar No Nina, sobre la menopausia «Dejas de ser quien eras, pero eres otra con más conocimientos y con las ideas claras» l. Pintos / R. alcoleaComparte esta opinión la ginecóloga Miriam Al-Adib, quien asegura que algunas mujeres llegan a vivir un auténtico renacer de su sexualidad durante el climaterio. Sin embargo, explicó que aunque han cambiado muchos mitos en torno a la sexualidad femenina en los últimos años, aún queda camino por recorrer porque otros mitos solo se han transformado: «Antes la sexualidad femenina era sinónimo de reproducción y ahora de placer. Pero lo que no ha cambiado es el concepto de mujer como objeto. Antes era objeto de reproducción y ahora objeto de placer. Es importante hacer esta evolución: hay que dejar de ser objeto de placer para convertirse en sujeto de placer», argumenta. MÁS INFORMACIÓN noticia No Cómo ser feliz a partir de los 50 y aprender a disfrutar de la madurez noticia Si «Pocas personas saben cuál es el verdadero tamaño del clítoris» noticia Si Sari Arponen, autora de ‘¿Envejeces o rejuveneces?: «Perder músculo es peor que tener grasa en las nalgas»Eso sí, la ginecóloga aclara que la masturbación es un recurso más que puede contribuir a aliviar los síntomas de la menopausia y a proteger la salud, por lo que es aconsejable también que a esa práctica frecuente se sume un cambio de hábitos para mejorar la alimentación, reducir el sedentarismo y favorecer el descanso.
Aunque lo habitual en las conversaciones sobre la menopausia giren en torno a los cambios en el estilo de vida, el consumo de suplementos y el uso de productos o fármacos para aliviar los sofocos, la sequedad vaginal, el cansancio o los problemas de sueño, … lo cierto es que existe un recurso menos explorado, pero muy efectivo a la hora de abordar los síntomas asociados al desequilibrio hormonal (desequilibrio entre estrógenos y progesterona y finalmente pérdida de estrógenos) que se produce en la perimenopausia, primero y después durante la menopausia.
Este recurso es la masturbación regular. Según un reciente estudio clínico de Womanizer (@womanizerglobal), firma de bienestar sexual y el Kinsey Institute, centro de investigación sobre sexualidad; el 92% de las participantes (con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años) vivieron durante las semanas en las que se masturbaron una disminución en la frecuencia con la que experimentaban al menos un síntoma, siendo los más comunes la dificultad para conciliar el sueño, el cansancio excesivo y los cambios de humor. En este sentido una gran mayoría de ellas, el 91% de ellas, aseguró durante la investigación que se masturbarían con mayor frecuencia si supieran que puede tener un impacto aún más positivo en los síntomas de la menopausia.
A lo largo del estudio, en el que a las participantes se les pidió masturbarse entre tres y cuatro veces a la semana (en este caso mediante el uso del estimulador del clítoris Womanizer Next), los informes revelaron que todos los síntomas de la menopausia disminuyeron, si bien las mejoras más destacadas se centraron en sentir menos cansancio del habitual y menos cambios de humor o irritabilidad. «Estas mejoras se explican por el resultado de la medición del tono vagal, que refleja el funcionamiento del nervio vago, que conecta el cerebro con los órganos vitales y que regula funciones como el ritmo cardíaco, la presión arterial y la respiración. Lo que se vio con esas pruebas es que la elevación en el tono vagal derivada de la masturbación influye en una mejora del estado de ánimo, permite una mayor concentración y contribuye a reducir los problemas de sueño«, explica la ginecóloga Miriam Al-Adib (@miriam_al_adib).
Asimismo Al-Adib explicó que la activación vagal derivada del orgasmo estimula la liberación de sustancias neuroquímicas como la oxitocina y la serotonina, vinculadas a una mejora del estado de ánimo y del bienestar psicológico. «Estas sustancias ayudan a reducir la inflamación sistémica de bajo grado, por lo que también son efectivas para acabar con los sofocos, cuya aparición suele ir asociada a los estados proinflamatorios», apunta la ginecóloga.
Este efecto antiinflamatorio es especialmente relevante, según asegura la experta, pues también contribuye a bajar la resistencia a la insulina, que reduce el riesgo de sufrir las patologías asociadas al síndrome cardiometabólico (obesidad abdominal, hipertensión y niveles anormales de grasas en sangre o dislipidemia).
r.a.
Otro de los efectos positivos de la masturbación es el que tiene que ver con la sequedad, pues la masturbación en general como los orgasmos en particular, según recuerda Al-Adib, protegen la salud vulvovaginal, favorecen el buen trofismo (estado del epitelio vaginal) y la vascularización de la zona; y minimizan las posibilidades de sufrir síndrome genito-urinario (con infecciones de repetición, urgencia miccional, molestias y picores…).
Deseo sexual y cambios hormonales
Durante la presentación del estudio, la sexóloga Ana Lombardía (@lombardiaana) destacó además, que la menopausia es un periodo en el que la mujer deja de estar cuidada y protegida por sus hormonas y desarrolla una mayor sabiduría para protegerse desde sus hábitos y su autocuidado. «A muchas mujeres se les enseñó a lo largo de su vida a vivir a espaldas de sus cambios hormonales, pero eso es algo que tiene que cambiar, especialmente en la menopausia, pues es el momento en el que más pueden ayudarnos la información que aportan las hormonas a gestionar nuestros cambios», explica.
Asimismo la sexóloga explica que la menopausia es una buena etapa para reconciliarse con el cuerpo, recordar que es una fuente de placer y actuar con libertad en cuanto a lo que sí nos hace disfrutar y lo que no nos gusta con respecto a la sexualidad. «Existe una diferencia clara en relación al deseo sexual entre las que llegan a esta etapa sin pareja y las que llegan con una pareja con la que llevan ya muchos años. A veces no es la menopausia, sino las dinámicas de pareja las que llevan a apagar el deseo sexual. De hecho, además de los factores hormonal-dependientes existen otros muchos factores que pueden influir en el deseo como el estrés, el entorno, la autoestima, los estereotipos o el estado relacional de la pareja», aclara Lombardía.
Comparte esta opinión la ginecóloga Miriam Al-Adib, quien asegura que algunas mujeres llegan a vivir un auténtico renacer de su sexualidad durante el climaterio. Sin embargo, explicó que aunque han cambiado muchos mitos en torno a la sexualidad femenina en los últimos años, aún queda camino por recorrer porque otros mitos solo se han transformado: «Antes la sexualidad femenina era sinónimo de reproducción y ahora de placer. Pero lo que no ha cambiado es el concepto de mujer como objeto. Antes era objeto de reproducción y ahora objeto de placer. Es importante hacer esta evolución: hay que dejar de ser objeto de placer para convertirse en sujeto de placer», argumenta.
Eso sí, la ginecóloga aclara que la masturbación es un recurso más que puede contribuir a aliviar los síntomas de la menopausia y a proteger la salud, por lo que es aconsejable también que a esa práctica frecuente se sume un cambio de hábitos para mejorar la alimentación, reducir el sedentarismo y favorecer el descanso.
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