El escritor y dramaturgo Albert Pijuan (Calafell, 1985) ha ganado el 54.º premio Crexells del Ateneu Barcelonès con la novela La Gran Substitució (Angle, en castellano en Sexto Piso), una obra que arrancó con una premisa delirante: “Y si hiciera una novela sobre los peinados de Nicolas Cage?”. El premio se entregará esta tarde en un acto en el jardín del Ateneu.
Con ‘La Gran Substitució’, el premio a obra publicada más antiguo de Catalunya apuesta por el humor salvaje
El escritor y dramaturgo Albert Pijuan (Calafell, 1985) ha ganado el 54.º premio Crexells del Ateneu Barcelonès con la novela La Gran Substitució (Angle, en castellano en Sexto Piso), una obra que arrancó con una premisa delirante: “Y si hiciera una novela sobre los peinados de Nicolas Cage?”. El premio se entregará esta tarde en un acto en el jardín del Ateneu.
Según el jurado, formado por Anna Ballbona, Andreu Gomila, Eva Piquer, Francesco Ardolino, Valèria Gaillard y, sin voto, Lluïsa Julià –vicepresidenta del Ateneu–, “es una novela atrevida y contemporánea. Es un libro divertidísimo, que juega con el fantástico, el psicoanálisis, el complejo de inferioridad, las teorías de la conspiración y todo lo que marca nuestro tiempo”.
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Pijuan ha asegurado que estaba “muy sorprendido, porque no creía que ninguna novela mía pudiera optar a un premio donde encuentro algunos de mis autores preferidos de siempre”, entre los que ha mencionado a Joan Francesc Mira, Mercè Rodoreda, Vicenç Pagès Jordà y especialmente a Francesc Trabal, quien en 1936 lo ganó con Vals . “ Trabal fue una de mis entradas en la literatura, y de hecho en mi novela hay un homenaje a la colla de Sabadell”, dice el escritor, porque no solo sale la ciudad vallesana, sino que la obra bebe directamente de su humor.
El ganador ha recordado que cuando pensó en el pelo de Nicolas Cage, “le parecía demasiado absurdo y ridículo” para no aprovecharlo, aunque “una cosa es ponerse y otra acabarla, porque tenía claro que quería que fuera una novela relativamente convencional, y no un ensayo”. De hecho, por muy alocada que parezca la idea, “cuando hablas de peinados siempre acabas hablando de identidades”, y eso lo acabó llevando también a la idea de las conspiranoias, un hecho muy actual que tiene un papel importante en el libro: “He seguido el modelo de la conspiranoia: partir de un tema verídico y añadir mucha salsa para fabular y dejar que el delirio se apoderara de la novela”, indica. Además, claro, del propio actor como fuente de inspiración, porque “tienes que entrar en modo Nicolas Cage, que tiene mucha inventiva y mucho carisma tanto en público como en privado”.
“He seguido el modelo de la conspiranoia: partir de un tema verídico y añadir mucha salsa”, dice el autor
Julià ha recordado que el Crexells, dotado con 6.000 euros, es el más antiguo a obra publicada en catalán, ya que se fundó en 1928 –una primera convocatoria que quedó desierta–, aunque entonces era para obra inédita y quedó interrumpido entre 1939, cuando ya no se convocó, y 1982, una reanudación que ganó Joan Perucho con Les aventures del cavaller Kosmas . Julià ha destacado el sentido del humor de la obra ganadora: “Parece una inmensa broma, pero habla de muchos aspectos importantes. Además, me he reído mucho, que también se agradece, y eso no quiere decir que sea trivial”.
Para Pijuan, “el humor es otro posible cebo para el lector, porque si ríes, sigues leyendo. Se puede hacer humor de todo, con la sensibilidad adecuada”. Además, ha insistido en que “el origen de la novela es tragicómico, y el elemento grotesco siempre está”, y ha reconocido que hay mucha hibridación de géneros, especialmente acercándose al fantástico, que no solo le interesan mucho sino que en este caso había un motivo añadido, porque en sus 124 películas, “Nicolas Cage ha tocado todos los géneros excepto el musical y el péplum, aunque hoy su cine se pueda considerar de serie B”.
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