Al menos 91 muertos en Gaza, entre ellos 24 niños, por los ataques aéreos de Israel en la Franja tras los disparos contra sus tropas y la devolución errónea de los restos de un rehén

El gabinete israelí y Hamas se acusan de violar el acuerdo de alto el fuego mientras el grupo integrista aplaza la entrega de los restos de otro secuestrado. «El alto el fuego se mantiene», dice Vance Leer El gabinete israelí y Hamas se acusan de violar el acuerdo de alto el fuego mientras el grupo integrista aplaza la entrega de los restos de otro secuestrado. «El alto el fuego se mantiene», dice Vance Leer  

Tras aceptar el alto el fuego anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y vigente a duras penas desde hace casi dos semanas, Israel y Hamas intercambian acusaciones de romperlo. Paralelamente al cruce de ataques en el terreno y de reproches ante los micrófonos de «violaciones del alto el fuego» que han protagonizado la jornada de este martes y, como si fuera un universo paralelo, una coalición internacional bajo la tutela de EEUU intenta apuntalar la frágil calma -este miércoles ausente- para pasar de la primera a la segunda fase.

«Tras consultas sobre seguridad, el primer ministro Netanyahu ha ordenado a la cúpula militar realizar de forma inmediata ataques contundentes en la Franja de Gaza«, rezaba el comunicado a media tarde de la oficina del jefe de Gobierno de Israel tras una reunión marcada por las informaciones de un ataque palestino armado contra sus tropas en el sur de la Franja de Gaza -del que Hamas se desvincula- y la entrega en la noche anterior de los restos de un rehén israelí que en realidad pertenecían a un secuestrado cuyo cadáver fue recuperado por el Tsáhal hace casi dos años.

Poco después del anuncio, fuentes gazatíes confirmaron una oleada de ataques aéreos en varias zonas del devastado enclave palestino. El inicio de la ofensiva aérea -lejos de los niveles para hacer colapsar el alto el fuego- incluyó también un área en la Ciudad de Gaza. Hamas respondió anunciando que no entregaría el cadáver de un nuevo rehén previsto para este martes por la noche.

La Defensa Civil palestina informó el miércoles que los últimos ataques israelíes en la Franja de Gaza han causado al menos 31 muertos, entre ellos nueve niños y seis mujeres, y decenas de heridos. «Nuestros equipos siguen trabajando para recuperar a los muertos y heridos de entre los escombros», declaró a la AFP Mahmud Basal, portavoz de la agencia.

«El grupo terrorista Hamas pagará un alto precio por atacar a los soldados del Tsáhal y violar el acuerdo para la devolución de los rehenes caídos», reaccionó el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, denunciando que los islamistas traspasaron «una línea roja». Como Netanyahu, prometió una dura respuesta.

Pero en contraste con lo sucedido durante la larga y masiva ofensiva lanzada tras el ataque del 7 de octubre, Israel no tiene hoy plena libertad de actuación en la Franja de Gaza. No por temor a Hamas sino por la presión de Trump. Como botón de muestra del papel de supervisor absoluto de la tregua, Estados Unidos fue avisado de antemano de posibles medidas de respuesta incluyendo bombardeos y la ampliación de algunas zonas de control militar más allá de la pactada «línea amarilla» ante lo que define como «constantes violaciones del acuerdo de tregua de Hamas y tortura psicológica a las familias de los rehenes».

«No podemos hacer todo lo que deseamos contra los terroristas», admiten fuentes israelíes confirmando la necesidad de la luz verde de la Casa Blanca cuyo inquilino sigue determinado a mantener vivo el principal éxito de su política exterior en Oriente Próximo.

«El alto el fuego se mantiene. Eso no significa que no vaya a haber pequeñas escaramuzas», ha afirmado el vicepresidente de EEUU, J.D.Vance, en declaraciones transmitidas por Fox News y publicadas en redes sociales por la Casa Blanca. «Sabemos que Hamas o alguien más dentro de Gaza atacó a un soldado» de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), pero «creo que la paz del presidente (estadounidense, Donald Trump) se mantendrá», ha añadido.

En respuesta a los ataques aéreos israelíes, Hamas anuló la entrega de un nuevo rehén israelí que había anunciado para esta noche. De esta forma, el número de rehenes sigue siendo 13 en la Franja de Gaza tras la vuelta de 20 con vida y 15 cadáveres desde el fin de la guerra. A cambio, Israel excarceló 250 presos palestinos con cadenas perpetuas y 1700 gazatíes detenidos desde el 7-O.

«Aplazaremos su entrega debido a las violaciones de la ocupación», declaró el brazo armado de Hamas en su cuenta en Telegram. Según las Brigadas Al Qassam, «cualquier escalada sionista interferirá con la búsqueda, excavación y recuperación de los cuerpos, lo que retrasará la su recuperación por parte de Israel».

Mientras Hamas alega que no tiene capacidad por sí sola de encontrar los restos de los rehenes aun en cautiverio en zonas bajo las ruinas dejadas por la masiva ofensiva militar tras el 7-0, Israel denuncia que «miente descaradamente».

La paciencia en la coalición de Gobierno israelí -ya de por si no excesiva en sectores que exigen a Netanyahu hacer caso omiso a la presión de Trump y reanudar la ofensiva para «acabar con Hamas»- se agotó con los disparos efectuados por milicianos que salieron de un túnel en Rafah en una zona bajo control israelí. Según medios en Israel, primero con un RPG (lanzacochete antitanque portátil) y posteriormente con disparos de francotiradores lo que provocó fuego de artillería israelí e intercambio de disparos.

Como ocurrió hace nueve días con un ataque que causó la muerte de dos soldados israelíes, Israel acusa a Hamas. Como entonces, el grupo islamista lo niega y se declara comprometido con los parámetros del alto el fuego. «Los bombardeos criminales llevados a cabo por el ejército de ocupación en algunas zonas de la Franja de Gaza representan una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego», reaccionó por la tarde.

Horas antes, los ministros más ultranacionalistas y varios diputados del centroderecha en la oposición en Israel pidieron «una respuesta contundente» después de que la prueba forense del cuerpo entregado el lunes por la noche por Hamas establecía que eran los restos de Ofir Tsarfati, secuestrado en el ataque contra el Festival Nova el 7 de octubre del 2023 y cuyo cuerpo fue ya recuperado por soldados israelíes durante su ofensiva terrestre.

La paciencia se convirtió en ira en Israel con esta conclusión forense y con las imágenes grabadas por un dron israelí mostrando a varios milicianos de Hamas colocando en el día anterior sus restos en un hoyo preparado para luego avisar al personal de la Cruz Roja ante el «hallazgo» del cadáver.

Hamas afirmó que el cuerpo que iban a entregar este martes por la noche fue encontrado en un túnel de Jan Yunis en el sur de la Franja de Gaza.

Mientras la primera fase de la tregua se está demostrando como difícil y volátil, la segunda -si se alcanza- se presenta explosiva y desafiante ya que obliga a Hamas a entregar el control de Gaza (algo que ya aceptó pero con algunas condiciones) y de las armas (algo que no aceptó pero dejando en manos sobre todo de Qatar y Turquía algunas pequeñas fisuras de cierto compromiso parcial)- a cambio del repliegue militar israelí y la constitución de un ente de Gobierno palestino bajo auspicio internacional que empiece a trabajar en la enorme y costosa reconstrucción de la Franja de Gaza.

 Internacional // elmundo

Te Puede Interesar