Peter Cook: “Hay un movimiento reaccionario que propone una arquitectura casi fascista”

Miembro fundador del influyente grupo Archigram en los 60 y reconocido arquitecto durante seis décadas, sir Peter Cook se sigue moviendo con la audacia de quien ve su pasión como un terreno para la experimentación. En los últimos días ha visitado San Sebastián para acercar a la Bienal Internacional de Arquitectura Mugak su visión de esta disciplina. “La buena arquitectura debe ser picante”, señala a sus 89 años.

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 El creador de Archigram mantiene su pasión por su oficio a sus 89 años: “La buena arquitectura debe ser picante”  

Miembro fundador del influyente grupo Archigram en los 60 y reconocido arquitecto durante seis décadas, sir Peter Cook se sigue moviendo con la audacia de quien ve su pasión como un terreno para la experimentación. En los últimos días ha visitado San Sebastián para acercar a la Bienal Internacional de Arquitectura Mugak su visión de esta disciplina. “La buena arquitectura debe ser picante”, señala a sus 89 años.

En una conversación relajada, Cook se explaya a la hora de repasar su trayectoria y transmite ilusión al hablar de sus proyectos presentes y futuros: “Sigo yendo cada día al estudio, a diez o quince minutos andando desde casa. El otro día estuve en Norwich, donde han inaugurado el Peter Cook Wonder Hub. El mes que viene iré a Miami para impartir una conferencia, y en Navidad a Shenzhen, en China, y a Hong Kong. Además, tenemos un proyecto en Corea. Este verano ha sido genial porque por fin he construido algo en Londres, el Play Pavilion, con Lego. Siempre estoy produciendo. Si no hiciera nada, me aburriría”.

“En arquitectura, hoy hay que mirar a China. Allí pasan cosas excitantes”, sostiene el británico

Nombrado sir en el año 2007 por la reina Isabel II, reconoce que la arquitectura británica “no está en su mejor momento”. Le interesan más las geografías emergentes. “España, hasta hace poco, era un país con una arquitectura muy interesante; también Portugal, Chile o Austria. Pero hoy hay que mirar a China. Allí pasan cosas verdaderamente excitantes. También me interesa Australia, tienen un nivel muy alto. Y están muy informatizados”, indica.

El cocreador de Archigram, histórico grupo que imaginó una arquitectura futurista y tecnológica, y de conceptos como la Plug in city o la Instant city sigue con atención las nuevas tendencias creativas y le deslumbra lo que está ocurriendo en el ámbito de la experimentación digital: “Las personas a las que veo con luz en los ojos son las que trabajan en el campo digital, en la experimentación digital. Pueden estar trabajando en visualizaciones, en publicidad o con un cantante pop. Están sucediendo cosas muy interesantes con técnicas que ni siquiera entiendo. Es el mismo impulso que teníamos nosotros en Archigram, solo que ahora las herramientas existen”.

“El futuro siempre llega antes de lo que imaginamos”, señala

No obstante, Peter Cook también aprecia aspectos inquietantes en el contexto europeo: “Hay un movimiento reaccionario, que mira atrás en el tiempo, yendo más allá incluso del racionalismo, y que me preocupa porque propone una arquitectura casi fascista. Ves el auge de la extrema derecha y te preguntas: ¿qué está pasando?”. El arquitecto británico, en todo caso, rechaza caer en el pesimismo: “He vivido guerras, racionamientos y bombas. No respeto esa actitud de desesperanza que está tan de moda hoy. En Reino Unido lo veo mucho”.

Políticamente se define como un “liberal clásico”, algo que, admite, “ya suena pasado de moda”. “Nunca me sentí atraído por el marxismo ni por las ideologías fuertes. En realidad, nunca me ha interesado demasiado la política, hasta el Brexit. Fue tan estúpido que todavía me enfada. Iba en el autobús viendo a ciertas señoras leer ciertos periódicos y pensaba: ‘quiero darles con el periódico en la cabeza’”, indica.

A lo largo de la charla, Cook enlaza anécdotas, reflexiones y recuerdos de una manera tan libre como en sus dibujos. “En el País Vasco veo lluvia, madera, hierro: elementos del norte de Europa que me resultan familiares. Compartimos esa tradición del mar: la construcción en madera y la fundición de hierro. En el norte de Europa, somos constructores de palos; en el Mediterráneo, son constructores de piedra”.

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Antes de despedirse, sorprende al referirse a la utopía, un tema que ha estado presente en su obra y sus conferencias. “Nunca creí en la utopía. Es una excusa conveniente. Si dices que algo es utópico, significa que está ahí arriba, que nunca puede suceder realmente. Lo que es peligroso. Muchas de nuestras intuiciones con Archigram se han hecho realidad. Algunas ideas pensaba que eran ciencia ficción, y luego alguien me dijo: ‘ya lo estamos haciendo’. Entonces comprendí que el futuro siempre llega antes de lo que imaginamos”.

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