Un 32% del Atlético, el 45% del Movistar y subvenciones para competiciones con victoria israelí: todos los ‘boicots’ deportivos que el Gobierno no promovió

Hace un mes, el himno de Israel sonaba sin sustos en Girona y el Ejecutivo no miraba al capital israelí en el deporte español. La UCI acusa a Pedro Sánchez de «instrumentalizar» el deporte Leer Hace un mes, el himno de Israel sonaba sin sustos en Girona y el Ejecutivo no miraba al capital israelí en el deporte español. La UCI acusa a Pedro Sánchez de «instrumentalizar» el deporte Leer  

El Gobierno de España clama, ahora, por un boicot extremo a Israel a través del deporte. Conseguir que La Vuelta no acabara ha alentado que desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez se haga un llamamiento a las instituciones internacionales para que saquen de las competiciones internacionales a los clubes y deportistas israelíes. La vista está puesta ahora, por ejemplo, en el baloncesto, en la Euroliga, donde Madrid, Barça y Valencia Basket se enfrentarán al Hapoel y al Maccabi de Tel Aviv a partir del próximo 30 de septiembre. «Próximamente vamos a empezar con la Euroliga y ahí participan, por ahora, dos equipos israelíes», advirtió la ministra Pilar Alegría, que fue objeto, en tanto que miembro del Gobierno, de un durísimo comunicado de la UCI (Unión Ciclista Internacional) ayer por la tarde.

La UCI advirtió de que lo ocurrido en Madrid el domingo «constituye una grave violación de la Carta Olímpica y de los principios fundamentales del deporte». Además, criticó las «acciones» del Gobierno, la «instrumentalización del deporte con fines políticos» y asegura que lo vivido «pone en tela de juicio la capacidad de España para acoger grandes eventos», una frase durísima que lleva la mente, de forma inevitable, al Mundial de fútbol de 2030.

El Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes, ha respondido al comunicado de la UCI con una carta que firma José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD, en la que afirma que en el organismo que dirige están «muy orgullosos de la grandeza del pueblo español y de su sensibilidad frente a situaciones profundamente inaceptables e intolerables».

«Hemos conocido, con profundo malestar y sorpresa, su declaración acerca de La Vuelta Ciclista a España 2025. En España, como en todas las sociedades democráticas, el derecho de manifestación, libre y pacífico, es un derecho fundamental, consagrado en nuestra Constitución de 1978. Si además la causa es una causa justa y noble en defensa de los Derechos Humanos, esa expresión libre y pacífica adquiere la condición de obligación moral», indica Rodríguez Uribes.

«Por eso, como dijo el presidente del Gobierno ayer, desde el Consejo Superior de Deportes estamos muy orgullosos de la grandeza del pueblo español y de su sensibilidad frente a situaciones profundamente inaceptables e intolerables», agrega.

Lo llamativo es que esta postura tan radical de Sánchez y de sus ministros no era tal hace apenas unas semanas. Un ejemplo: la Vuelta se sostiene, en buena parte, con el patrocinio principal de Correos, empresa pública dependiente de la SEPI, y RTVE ha pagado 12,5 millones de euros por los derechos de la prueba de 2025 a 2028. A eso se suma que, firmado por la propia Alegría, el Gobierno aprobó un Real Decreto el pasado 26 de agosto en el que otorgaba de manera directa subvenciones para «actuaciones de relevancia deportiva e interés público» durante el ejercicio 2025 que incluía, entre otras, una ayuda de 800.000 euros a Unipublic, la empresa organizadora de la carrera ciclista, para cubrir gastos de la carrera femenina que se celebró en mayo.

Estas contradicciones encuentran un episodio especialmente llamativo en esa misma resolución publicada en el BOE, conviene insistir, el 26 de agosto. En ella, el Gobierno aporta 336.000 euros para el Campeonato de Europa de Descenso en mountain bike (MTB) que se había celebrado el 2 y 3 de agosto en La Molina (Girona). Esa competición, en categoría junior, la ganó el joven israelí Omri Danon, y nadie dijo nada. Con total naturalidad, el chico subió al podio y escuchó -y cantó- el himno de su país flanqueado por el español Oriol Cuadrat y el estonio Mäeuibo. Los movimientos sociales ya pedían sanciones. Pero no hubo condena pública. Hace un mes.

Más allá de este episodio, el repentino interés del Ejecutivo en el boicot deportivo a Israel es más llamativo echando un vistazo rápido. En el deporte español hay vínculos con capital israelí donde nunca se ha puesto el foco. En 2017, el millonario sionista Idan Ofer entró en el accionariado del Atlético de Madrid. Primero, con un 15% de las acciones que le vendieron Gil Marín y Cerezo; después, comprando a Dalian Wanda Group su paquete accionarial para alcanzar el 32% del capital social por 50 millones de euros.

Ciclistas del Movistar Team, en una contrarreloj.
Ciclistas del Movistar Team, en una contrarreloj.E.M.

Este movimiento fue comunicado al Consejo Superior de Deportes, como lo son todos los relacionados con la compraventa de acciones si supera el 25% del capital. Entonces no fue un problema que Ofer, nacido en Haifa pero afincado en Londres, entrara en el club. Con este mismo instrumento, Quantum Pacific, está en el Famalicao portugués y tiene inversiones en la escudería Aston Martin de Fernando Alonso. Es cierto que entonces, cuando entró en el Atlético, no estaba en marcha el conflicto en Gaza. Pero en otros movimientos sí.

Por ejemplo, el pasado mes de abril, antes de ayer como quien dice, los tentáculos de Ofer llegaron… ¡al ciclismo! Adquirió el 45% de Abarca, la empresa de Eusebio Unzúe que mantiene el Movistar Team, equipo que ha participado en la Vuelta. Telefónica, patrocinador del equipo hasta 2029, dio el visto bueno.

Este empresario tiene intereses comerciales en multitud de sectores, del transporte marítimo, también para el Gobierno de Israel, hasta la energía y la química, con empresas productoras de fósforo blanco que vende a los ejércitos de EEUU e Israel. En 2011 formó parte de la delegación empresarial que se reunió con Mahmud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina pero, poco después de los atentados de octubre de 2023, cuando Israel lanzó su ofensiva contra Gaza, abandonó la junta de la Universidad de Harvard por su decepción con la respuesta de la institución.

Antes de la llegada de Ofer, el Atlético ya había trazado alianzas con empresas israelís. Plus 500 fue el patrocinador del equipo de 2015 a 2022 a cambio de 17 millones. Su nombre figuraba en la camiseta con la que ganó al última Liga en 2021. La compañía líder en el mercado de la provisión de contratos por diferencia está dirigida por Alon Gonen, un emprendedor sionista, algo que provocó que desde la Red Solidaria contra la Ocupación Palestina se recogieran firmas para cancelar el patrocinio, sin éxito.

En la gestión de los clubes apenas hay más ejemplos, aunque en 2014 el ex portero del Mallorca Dudu Aouate quiso comprar el 49% del conjunto balear, operación que no cuajó. Como él, pasaron por el fútbol español Yossi Benayoun, recordado en el Racing y estrella después en la Premier, y de manera más reciente Slon Weissman, que vistió las camisetas del Valladolid y del Granada. Polémicas fueron sus manifestaciones en redes sociales apoyando la ofensiva del ejército israelí en Gaza. Eso provocó que, tras su marcha del conjunto nazarí en junio, la afición de Fortuna Düsseldorf boicoteara su fichaje.

Su relevo en LaLiga lo ha cogido el extremo zurdo Manor Solomon, cedido por el Tottenham al Villarreal. «Estoy orgulloso de ser israelí, y siempre será así. Pero estoy aquí para jugar al fútbol», aseguró en su presentación alejándose de toda polémica. Aún no ha debutado en Liga.

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