La Guardia Civil frustra el intento de boicot a la carrera en una etapa en la que todo el recorrido estuvo salpicado de concentraciones contra Israel Leer La Guardia Civil frustra el intento de boicot a la carrera en una etapa en la que todo el recorrido estuvo salpicado de concentraciones contra Israel Leer
La llamada al boicot de esta Vuelta a España salpicada de incidentes extradeportivos estuvo a punto de causar otro peligroso accidente. A falta de 19 kilómetros para la meta de la Bola del Mundo, a la altura de Becerril de la Sierra, un grupo de manifestantes propalestinos invadió la carretera al paso del grupo de favoritos (entre ellos Jonas Vingegaard y Joao Almeida), una veintena de corredores encabezada por el UAE. Pese a la protección de la Guardia Civil y el desvío de los corredores al arcén, alguno de ellos tuvo incluso que detenerse.
Los coches de los equipos y la organización que les seguían también tuvieron que quedarse parados durante unos minutos.
Asociaciones como Adelante Sierra, bajo el lema «Por genocida, fuera Israel de la Vuelta», La Sierra con Palestina e Izquierda Castellana, habían fijado los puntos de concentración de los manifestantes. Y ya desde la salida en Robledo de Chavela se sucedieron las protestas, especialmente numerosas en las poblaciones que atravesaba la Vuelta.
La organización de la Vuelta, que durante la mañana también anunció el recorte de cinco kilómetros de la etapa final de Madrid del domingo por motivos de seguridad, también decidió sobre la marcha saltarse el paso por Cercedilla (donde se encontraban Ione Belarra e Irene Montero) por la cantidad de manifestantes pro-Palestina. Allí se habría tenido que disputar un sprint intermedio.
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