Philipsen se impone en el sprint de Guijuelo y Vingegaard le birla cuatro segundos al despistado Almeida

El belga, incontestable, sumó su tercera victoria en la Vuelta, por delante de Pedersen y Aular. En el sprint intermedio de Salamanca, el líder sorprendió antes de la etapa decisiva de Madrid. Leer El belga, incontestable, sumó su tercera victoria en la Vuelta, por delante de Pedersen y Aular. En el sprint intermedio de Salamanca, el líder sorprendió antes de la etapa decisiva de Madrid. Leer  

Después de un esfuerzo demoledor de los que las piernas no olvidan, aunque fueran poco más de 12 kilómetros de contrarreloj por las calles de Valladolid, Joao Almeida rascó 10 segundos a Jonas Vingegaard en su lucha por la general. Pero en el ciclismo, tan importantes son las fuerzas como la concentración. Este viernes, el día previo a la gran batalla de Madrid, el danés, tan astuto, le birló cuatro en un sprint especial. Un despiste que quizá sea una anécdota pero que, visto lo igualadas que andan las energías, bien le puede costar una Vuelta al portugués. [Narración y clasificaciones]

El triunfo en Guijuelo (otra vez con un enorme despliegue policial ante las protestas propalestinas, aunque en la retransmisión televisiva se coló una enorme bandera de Israel) fue para Jasper Philipsen. El poderío de un sprinter sin igual, su tercera en esta Vuelta (seis ya en su historial en la ronda española), por delante de Mads Pedersen y de Orluis Aular. Pese al buen trabajo del Movistar en los últimos kilómetros, otra vez se quedó a las puertas del triunfo con el venezolano y todo apunta a que se irá de vacío. «Picaba siempre para arriba y hacia viento de cara. Lo he intentado, hay que estar contento y seguir luchando. Philipsen ha sido más fuerte», concedió en meta Aular.

Una etapa en la que a lo único que se temía era al viento y los consiguientes abanicos, pero apenas hubo amago de cortes y tensión a la salida de la ciudad de Salamanca. Ahí ya fue neutralizado Jakob Otruba, el único valiente que se dignó a intentar la escapada desde la salida inédita en Rueda.

En la aproximación a Guijuelo, un circuito vertiginoso, el Alpecin no apareció hasta la mismísima recta de meta. Antes comandaron Ineos y Movistar, pero nadie pudo con el belga, incontestable en su triunfo.

«No era el plan ir a por las bonificaciones. Pero teníamos que estar delante», admitía después Vingegaard, sobre el sprint intermedio de Salamanca (ahora suma 44 segundos de ventaja). Joxean Fernández Matxin, director del UAE, ve, sin embargo, síntomas de «debilidad» en el danés. «Pero nadie sabe cómo está. Joao en el Morredero no tenía buen feeling. Queríamos ser agresivos ese día para reducir diferencias y sólo minimizamos pérdidas. Pero nos dimos cuenta de que Jonas tampoco tenía buenas sensaciones. Nos queda la Bola del Mundo», admitía a este periódico sobre una batalla que decidirá la Vuelta.

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