La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, anunció ayer dos paquetes de inversiones para la red de distribución eléctrica, que forman parte del primer borrador de Planificación energética hasta 2030.
El plan de inversiones supondrá multiplicar por 14 la capacidad de la red de alta tensión, que gestiona Red Eléctrica, de los 2.000 megavatios previstos de capacidad disponible a 27.700 MW
La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha anunciado este viernes que la Propuesta de planificación de la red de transporte de electricidad con horizonte 2030 contempla una inversión de 13.590 millones de euros hasta el final de la década. Supone dar respuesta a las quejas de las eléctricas, que apuntaban a una saturación de la red que no dejaba espacio a nueva demanda
La Propuesta saldrá a información pública próximamente y estará orientada a cubrir las necesidades del país y a cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 (Pniec), otorgando prioridad a los proyectos industriales.
Este plan de inversiones supondrá aumentar la capacidad de la red de alta tensión, que gestiona Red Eléctrica, filial de Redeia, para dar cabida a nuevas conexiones de grandes consumidores, como centros de datos e industrias.
Esa inversión supondrá pasar de los 2.000 megavatios previstos de capacidad disponible a 27.700, lo que supone multiplicar por 14 la capacidad.
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A ese incremento en la red de transporte, que se sumará a las inversiones de más de 20.000 millones que se esperan para ese mismo periodo en la red de distribución, se suma el levantamiento parcial de los límites de inversión al sector que las empresas llevan años reclamando.
Según ha resaltado Aagesen, la inversión que prevé la Propuesta planificación es “muy superior” (+64,5%) a la vigente Planificación 2021-2026, cuya inversión asciende a 8.203 millones, incluyendo las dos modificaciones puntuales que ha experimentado.
Mediante un real decreto que se va a sacar a consulta este viernes, el incremento de esos topes, también del 62% y con vigencia hasta 2030, va a implicar una inversión hasta 2030 de 11.300 millones para las redes: 7.700 millones para la distribución y 3.600 millones para el transporte. El límite se aumenta lo mismo en ambas actividades porque la tasa de peticiones de conexión a la red y rechazos es similar en las dos.
El principal motor de la próxima Planificación es la demanda, que representa el 41% de las solicitudes recibidas, más de 7.000, seguida por la generación, con el 40%, y el almacenamiento, con el 19%.
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La Propuesta de planificación plantea atender 27,7 gigavatios (GW) desde la red de transporte, lo que implica multiplicar por 14 los 2 GW de la vigente Planificación con horizonte 2026.
Este “fuerte” crecimiento también se produce en la red de distribución, con 5,3 GW, y por eso la propuesta plantea 422 ampliaciones de conexión (142 en la red de transporte para nuevos consumidores, 84 para agentes especiales, como Adif y puertos, y 196 apoyos a la red de distribución).
En el caso de las redes de distribución, el reparto será de 9 GW para proyectos industriales; 1,8 GW para desarrollos residenciales y nuevas viviendas; 560 MW para electrificación ferroviaria; 1,2 GW para electrificación portuaria, que permitan prácticas como abastecer las necesidades de las embarcaciones desde tierra; 13,1 GW para producción de hidrógeno verde, y 3,8 GW para centros de procesamiento de datos.
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