El italiano voló a 56,2 kilómetros por hora y ganó por un segundo a Jay Vine. El danés mantiene el liderato por 40 segundos: «Todo se decidirá en la Bola del Mundo» Leer El italiano voló a 56,2 kilómetros por hora y ganó por un segundo a Jay Vine. El danés mantiene el liderato por 40 segundos: «Todo se decidirá en la Bola del Mundo» Leer
Las matemáticas fáciles llevan a multiplicar por dos, al menos, las diferencias que dejó la contrarreloj de Valladolid, amputada la noche antes por medidas de seguridad en esta Vuelta repleta de incidentes, de 27,2 a 12,2 kilómetros, apenas un prólogo. Ahí, un esfuerzo agónico que Filippo Ganna completó en 13 minutos justos (venció por sólo un segundo a Jay Vine), Joao Almeida fue capaz de arrebatarle 10 segundos al líder. Sigue de rojo Jonas Vingegaard (40 de ventaja) y dictará sentencia la Sierra de Guadarrama: «Todo se decidirá en la Bola del Mundo». Pero y si… [Narración y clasificaciones]
Si la normalidad hubiera reinado, todo hubiera quedado en un pañuelo, pues las calles pucelanas confirmaron la tendencia: el esfuerzo del Tour parece que empieza pasar factura a Vingegaard en estos últimos días de Vuelta. Almeida, que sigue batallando contra la ventaja perdida en el despiste de Valdezcaray, tiene cada vez más cerca el rojo. Sin ser un especialista, fue capaz de acabar tercero, a sólo siete segundos del gigante Ganna. «Una pena que no fueran 27 kilómetros. Nunca sabremos lo que hubiera pasado, la vida está llena de y si… Pero estoy satisfecho», se quejaba sin demasiado enfado el portugués del UAE. «Es difícil decir. Son dos cosas diferentes. Así es más explosivo y yo en las contrarrelojs necesito encontrar el ritmo», contestaba el del Visma.
Ganna ya se impuso hace dos años una contrarreloj en Valladolid, la ciudad que albergó en 1935 la primera meta de la carrera, homenaje merecido en este 90 aniversario. Voló a 56,2 kilómetros por hora y tuvo que aguardar un buen rato a que nadie pedaleara por debajo de los 13 minutos. Vine, que lo mismo porta el maillot de la montaña que compite con los mejores contra el crono, se quedó bien cerca, a sólo un segundo. «Fue un poco extraño, súper loco, escuchar anoche que el trazado era recortado. Pero creo que era lo mejor para nuestra seguridad. Hoy, en la primera parte no he encontrado ritmo y después he apretado con todo», explicaba el italiano, en su 36ª victoria profesional.
Todo estuvo demasiado apretado en el paseo Zorrilla de Valladolid. Ganna sólo aventajó en un segundo a Vine, Almeida en 10 a un Vingegaard que admitió que era una crono más «para tipos grandes» y, en la lucha por el podio, Tom Pidcock sacó tres segundos a Jai Hindley y su distancia es ahora de 39.
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