Cuando se habla de cómo identificar a una persona tóxica se suelen activar todas las alarmas: ¿Es posible que tengamos un amigo, un compañero de trabajo o un jefe que nos está perjudicando con su actitud? ¿O tal vez se nuestra pareja la que nos está haciendo daño? Pero lo que menos se contempla es la posibilidad de mirarse a uno mismo para comprobar si el protagonista de esa toxicidad está aún más cerca de lo que creemos.Lo cierto es que todos, en algún momento, podemos tener comportamientos que molestan, dañan o incomodan, pero cuando esos patrones se repiten, es momento de revisar nuestra manera de relacionarnos. ¿Alguna vez has pensado si tu forma de actuar puede estar afectando negativamente a los demás? Beatriz Gil Bóveda, psicóloga experta en autoestima y CEO y fundadora de Psique Cambio ( @psique.cambio ) propone un test para averiguarlo aunque, según aclara, no pretende etiquetar la persona que lo haga, «sino invitarle a reflexionar». Porque, tal como argumenta, crecer también implica ser sinceros con uno mismo y hacer autocrítica .Noticia Relacionada estandar Si Ansiedad social en verano: cuando los planes te estresan más que te ilusionan Melissa González¿Soy una persona tóxica?Popularmente, se hace referencia a las personas tóxicas para referirse a aquellas que generan malestar emociona l en su entorno: manipulan, critican en exceso, hacen sentir culpables a otros o monopolizan la atención.Pero desde la psicología, Beatriz Gil Bóveda aclara que no existe un diagnóstico llamado «persona tóxica», sino que de lo que se habla normalmente es de patrones relacionales dañinos, muchas veces aprendidos y no conscientes. «Reconocerlos es el primer paso para cambiarlos», aconseja la psicóloga, que aclara, sin embargo, que en realidad uno no suele comportarse exactamente igual ni en todos los escenarios ni con todas las personas que le rodean. Una vez hecha esta aclaración, la experta propone un sencillo test para reflexionar sobre nuestro comportamiento en determinadas circunstancias.10 preguntas para saberloPara que los resultados puedan ser ilustrativos hay que leer bien la pregunta, pensarla tranquilamente y responder con sinceridad. Se irá sumando un punto por cada respuesta afirmativa. 1. ¿Te cuesta alegrarte genuinamente por los éxitos de los demás?Sí / No2. ¿Sueles criticar o juzgar a otras personas, incluso sin conocerlas bien?Sí / No3. ¿Utilizas la culpa o el chantaje emocional para que los demás hagan lo que quieres?Sí / No4. ¿Te cuesta pedir perdón o reconocer cuando te equivocas?Sí / No5. ¿Tiendes a reaccionar con celos, envidia o posesividad en tus relaciones?Sí / No6. ¿Sientes que necesitas tener siempre la razón o tener el control?Sí / No7. ¿Te resulta difícil respetar los límites o decisiones de otros?Sí / No8. ¿Tiendes a victimizarte cuando te enfrentas a una crítica o conflicto?Sí / No9. ¿Has escuchado más de una vez que eres ‘negativo’ o ‘agotador emocionalmente’?Sí / No10. ¿Te cuesta celebrar o apoyar sinceramente los logros de los demás sin compararte?Sí / NoInterpretación de los resultados del test0-3 puntos: eres una persona relacionalmente saludableTienes un estilo relacional equilibrado y respetuoso. Aunque no eres perfecto, buscas mejorar y conectar desde la empatía.4-6 puntos: tienes algunas conductas que hay que revisarHay ciertos patrones que podrían estar generando fricción en tus relaciones. La autoconciencia y el cambio están a tu alcance.7-10 puntos: existe una alta probabilidad de toxicidad relacionalTus relaciones podrían estar marcadas por comportamientos que causan daño o desgaste. Reconocerlo no es motivo de culpa, sino una gran oportunidad para crecer y mejorar.Noticia Relacionada ¿Te das demasiada importancia? estandar Si Test para saber si somos narcisistas: diez preguntas para salir de dudas Melissa GonzálezQué hacer si detecto comportamientos tóxicos en mí • Autoconocimiento : reflexiona sobre tu forma de actuar y de relacionarte. • Responsabilidad emocional : no culpabilices al entorno, trabaja tu parte. • Pide ayuda profesional si detectas patrones repetitivos que no logras cambiar. • Practica la empatía , la escucha y el respeto por los límites de los demás.»Ser una persona tóxica no es una etiqueta, es una señal de alerta sobre cómo nos relacionamos con los demás», recuerda Gil Bóveda. Por eso la psicóloga explica que todos tenemos la capacidad de cambiar, crecer y construir vínculos más sanos. «Este test es solo el primer paso: lo importante viene después, cuando decides transformarte», concluye.Por su parte, la psicóloga Laura Marlasca, de Cepsim Psicólogos, asegura que una persona es tóxica cuando su modo de ser, de estar, de relacionarse consigo misma y con el exterior y su modo de ver el mundo en general «es directa o indirectamente perjudicial, dañina, patológica y agresiva». Según la experta, en qué lugar se colocan estas personas dentro de sus relaciones y cómo son «afecta al desarrollo psicológico, emocional o social de quienes entran en contacto con ella» dentro de cualquier relación, ya sea personal, laboral, familiar o de pareja.Las principales características de la comunicación y conducta de las personas tóxicas , o que les hacen serlo en relación con los demás son:- Ausencia o distancia emocional : «No atienden a las demandas y necesidades del otro, a no ser que coincidan con las suyas», indica Laura Marlasca.- Manipulación/chantaje emocional : Tal como dice la psicóloga, las personas tóxicas utilizan al otro para su propio beneficio de forma que sus necesidades quedan invisibilizadas y no son cubiertas: «Se colocan en posiciones de víctimas, generando culpa, inseguridad y confusión».Además, usan la discusión , las comunicaciones con agresión directa o indirecta, donde aparezca o pueda llegar a darse el menosprecio y no reconocer la valía de las personas con las que está, apoyándose en la ironía, la mofa o burla. «Esto impide un espacio de comunicación seguro en el que las otras personas puedan expresar sus opiniones, vivencias e ideas. Generan vulnerabilidad, inseguridad, desprotección», cuenta.Por tanto, son personas rígidas y autoritarias que ponen en escena conductas abusivas ya que no permiten una negociación o dan su brazo a torcer. Con sutileza o de manera más clara, «subyace de sus mensajes amenaza con el abandono», desamparo. También, según la experta, ponen en cuestión las capacidades de los demás con el objetivo de establecer relaciones que les hagan ser necesarios, «fomentando el sentimiento de inutilidad y dependencia».«Son controladoras y desconfiadas porque revisan a través de preguntas si les están diciendo la verdad o no están siendo sinceros con ellas. Entre sus características, también se encuentra que proyectan sus emociones de malestar, frustración e incapacidad en las personas con las que conviven y no permiten que estas disfruten y se diviertan si ellas no sienten nada que les haga disfrutar, relajarse o divertirse», comenta Marlasca.En este sentido, Marlasca explica que que se puede dejar de ser una persona tóxica haciendo un trabajo de identificación y análisis amplio y profundo que nos permita darnos cuenta de por qué nos relacionamos de este modo y no desde el respeto, la igualdad, la colaboración, la negociación y la expresión y petición de intereses y necesidades. Para llegar a tener relaciones sanas y satisfactorias con los y las demás, apunta Marlasca que tenemos que conseguir tener una buena relación con nosotros mismos : «Probablemente será necesario el apoyo de nuestro entorno y que ese camino lo hagamos acompañados de profesionales que nos ayuden y acompañen, puesto que los procesos emocionales son complicados», explica. Cuando se habla de cómo identificar a una persona tóxica se suelen activar todas las alarmas: ¿Es posible que tengamos un amigo, un compañero de trabajo o un jefe que nos está perjudicando con su actitud? ¿O tal vez se nuestra pareja la que nos está haciendo daño? Pero lo que menos se contempla es la posibilidad de mirarse a uno mismo para comprobar si el protagonista de esa toxicidad está aún más cerca de lo que creemos.Lo cierto es que todos, en algún momento, podemos tener comportamientos que molestan, dañan o incomodan, pero cuando esos patrones se repiten, es momento de revisar nuestra manera de relacionarnos. ¿Alguna vez has pensado si tu forma de actuar puede estar afectando negativamente a los demás? Beatriz Gil Bóveda, psicóloga experta en autoestima y CEO y fundadora de Psique Cambio ( @psique.cambio ) propone un test para averiguarlo aunque, según aclara, no pretende etiquetar la persona que lo haga, «sino invitarle a reflexionar». Porque, tal como argumenta, crecer también implica ser sinceros con uno mismo y hacer autocrítica .Noticia Relacionada estandar Si Ansiedad social en verano: cuando los planes te estresan más que te ilusionan Melissa González¿Soy una persona tóxica?Popularmente, se hace referencia a las personas tóxicas para referirse a aquellas que generan malestar emociona l en su entorno: manipulan, critican en exceso, hacen sentir culpables a otros o monopolizan la atención.Pero desde la psicología, Beatriz Gil Bóveda aclara que no existe un diagnóstico llamado «persona tóxica», sino que de lo que se habla normalmente es de patrones relacionales dañinos, muchas veces aprendidos y no conscientes. «Reconocerlos es el primer paso para cambiarlos», aconseja la psicóloga, que aclara, sin embargo, que en realidad uno no suele comportarse exactamente igual ni en todos los escenarios ni con todas las personas que le rodean. Una vez hecha esta aclaración, la experta propone un sencillo test para reflexionar sobre nuestro comportamiento en determinadas circunstancias.10 preguntas para saberloPara que los resultados puedan ser ilustrativos hay que leer bien la pregunta, pensarla tranquilamente y responder con sinceridad. Se irá sumando un punto por cada respuesta afirmativa. 1. ¿Te cuesta alegrarte genuinamente por los éxitos de los demás?Sí / No2. ¿Sueles criticar o juzgar a otras personas, incluso sin conocerlas bien?Sí / No3. ¿Utilizas la culpa o el chantaje emocional para que los demás hagan lo que quieres?Sí / No4. ¿Te cuesta pedir perdón o reconocer cuando te equivocas?Sí / No5. ¿Tiendes a reaccionar con celos, envidia o posesividad en tus relaciones?Sí / No6. ¿Sientes que necesitas tener siempre la razón o tener el control?Sí / No7. ¿Te resulta difícil respetar los límites o decisiones de otros?Sí / No8. ¿Tiendes a victimizarte cuando te enfrentas a una crítica o conflicto?Sí / No9. ¿Has escuchado más de una vez que eres ‘negativo’ o ‘agotador emocionalmente’?Sí / No10. ¿Te cuesta celebrar o apoyar sinceramente los logros de los demás sin compararte?Sí / NoInterpretación de los resultados del test0-3 puntos: eres una persona relacionalmente saludableTienes un estilo relacional equilibrado y respetuoso. Aunque no eres perfecto, buscas mejorar y conectar desde la empatía.4-6 puntos: tienes algunas conductas que hay que revisarHay ciertos patrones que podrían estar generando fricción en tus relaciones. La autoconciencia y el cambio están a tu alcance.7-10 puntos: existe una alta probabilidad de toxicidad relacionalTus relaciones podrían estar marcadas por comportamientos que causan daño o desgaste. Reconocerlo no es motivo de culpa, sino una gran oportunidad para crecer y mejorar.Noticia Relacionada ¿Te das demasiada importancia? estandar Si Test para saber si somos narcisistas: diez preguntas para salir de dudas Melissa GonzálezQué hacer si detecto comportamientos tóxicos en mí • Autoconocimiento : reflexiona sobre tu forma de actuar y de relacionarte. • Responsabilidad emocional : no culpabilices al entorno, trabaja tu parte. • Pide ayuda profesional si detectas patrones repetitivos que no logras cambiar. • Practica la empatía , la escucha y el respeto por los límites de los demás.»Ser una persona tóxica no es una etiqueta, es una señal de alerta sobre cómo nos relacionamos con los demás», recuerda Gil Bóveda. Por eso la psicóloga explica que todos tenemos la capacidad de cambiar, crecer y construir vínculos más sanos. «Este test es solo el primer paso: lo importante viene después, cuando decides transformarte», concluye.Por su parte, la psicóloga Laura Marlasca, de Cepsim Psicólogos, asegura que una persona es tóxica cuando su modo de ser, de estar, de relacionarse consigo misma y con el exterior y su modo de ver el mundo en general «es directa o indirectamente perjudicial, dañina, patológica y agresiva». Según la experta, en qué lugar se colocan estas personas dentro de sus relaciones y cómo son «afecta al desarrollo psicológico, emocional o social de quienes entran en contacto con ella» dentro de cualquier relación, ya sea personal, laboral, familiar o de pareja.Las principales características de la comunicación y conducta de las personas tóxicas , o que les hacen serlo en relación con los demás son:- Ausencia o distancia emocional : «No atienden a las demandas y necesidades del otro, a no ser que coincidan con las suyas», indica Laura Marlasca.- Manipulación/chantaje emocional : Tal como dice la psicóloga, las personas tóxicas utilizan al otro para su propio beneficio de forma que sus necesidades quedan invisibilizadas y no son cubiertas: «Se colocan en posiciones de víctimas, generando culpa, inseguridad y confusión».Además, usan la discusión , las comunicaciones con agresión directa o indirecta, donde aparezca o pueda llegar a darse el menosprecio y no reconocer la valía de las personas con las que está, apoyándose en la ironía, la mofa o burla. «Esto impide un espacio de comunicación seguro en el que las otras personas puedan expresar sus opiniones, vivencias e ideas. Generan vulnerabilidad, inseguridad, desprotección», cuenta.Por tanto, son personas rígidas y autoritarias que ponen en escena conductas abusivas ya que no permiten una negociación o dan su brazo a torcer. Con sutileza o de manera más clara, «subyace de sus mensajes amenaza con el abandono», desamparo. También, según la experta, ponen en cuestión las capacidades de los demás con el objetivo de establecer relaciones que les hagan ser necesarios, «fomentando el sentimiento de inutilidad y dependencia».«Son controladoras y desconfiadas porque revisan a través de preguntas si les están diciendo la verdad o no están siendo sinceros con ellas. Entre sus características, también se encuentra que proyectan sus emociones de malestar, frustración e incapacidad en las personas con las que conviven y no permiten que estas disfruten y se diviertan si ellas no sienten nada que les haga disfrutar, relajarse o divertirse», comenta Marlasca.En este sentido, Marlasca explica que que se puede dejar de ser una persona tóxica haciendo un trabajo de identificación y análisis amplio y profundo que nos permita darnos cuenta de por qué nos relacionamos de este modo y no desde el respeto, la igualdad, la colaboración, la negociación y la expresión y petición de intereses y necesidades. Para llegar a tener relaciones sanas y satisfactorias con los y las demás, apunta Marlasca que tenemos que conseguir tener una buena relación con nosotros mismos : «Probablemente será necesario el apoyo de nuestro entorno y que ese camino lo hagamos acompañados de profesionales que nos ayuden y acompañen, puesto que los procesos emocionales son complicados», explica.
Cuando se habla de cómo identificar a una persona tóxica se suelen activar todas las alarmas: ¿Es posible que tengamos un amigo, un compañero de trabajo o un jefe que nos está perjudicando con su actitud? ¿O tal vez se nuestra pareja la que … nos está haciendo daño? Pero lo que menos se contempla es la posibilidad de mirarse a uno mismo para comprobar si el protagonista de esa toxicidad está aún más cerca de lo que creemos.
Lo cierto es que todos, en algún momento, podemos tener comportamientos que molestan, dañan o incomodan, pero cuando esos patrones se repiten, es momento de revisar nuestra manera de relacionarnos. ¿Alguna vez has pensado si tu forma de actuar puede estar afectando negativamente a los demás? Beatriz Gil Bóveda, psicóloga experta en autoestima y CEO y fundadora de Psique Cambio (@psique.cambio) propone un test para averiguarlo aunque, según aclara, no pretende etiquetar la persona que lo haga, «sino invitarle a reflexionar». Porque, tal como argumenta, crecer también implica ser sinceros con uno mismo y hacer autocrítica.
¿Soy una persona tóxica?
Popularmente, se hace referencia a las personas tóxicas para referirse a aquellas que generan malestar emocional en su entorno: manipulan, critican en exceso, hacen sentir culpables a otros o monopolizan la atención.
Pero desde la psicología, Beatriz Gil Bóveda aclara que no existe un diagnóstico llamado «persona tóxica», sino que de lo que se habla normalmente es de patrones relacionales dañinos, muchas veces aprendidos y no conscientes. «Reconocerlos es el primer paso para cambiarlos», aconseja la psicóloga, que aclara, sin embargo, que en realidad uno no suele comportarse exactamente igual ni en todos los escenarios ni con todas las personas que le rodean.
Una vez hecha esta aclaración, la experta propone un sencillo test para reflexionar sobre nuestro comportamiento en determinadas circunstancias.
10 preguntas para saberlo
Para que los resultados puedan ser ilustrativos hay que leer bien la pregunta, pensarla tranquilamente y responder con sinceridad. Se irá sumando un punto por cada respuesta afirmativa.
1. ¿Te cuesta alegrarte genuinamente por los éxitos de los demás?
Sí / No
2. ¿Sueles criticar o juzgar a otras personas, incluso sin conocerlas bien?
Sí / No
3. ¿Utilizas la culpa o el chantaje emocional para que los demás hagan lo que quieres?
Sí / No
4. ¿Te cuesta pedir perdón o reconocer cuando te equivocas?
Sí / No
5. ¿Tiendes a reaccionar con celos, envidia o posesividad en tus relaciones?
Sí / No
6. ¿Sientes que necesitas tener siempre la razón o tener el control?
Sí / No
7. ¿Te resulta difícil respetar los límites o decisiones de otros?
Sí / No
8. ¿Tiendes a victimizarte cuando te enfrentas a una crítica o conflicto?
Sí / No
9. ¿Has escuchado más de una vez que eres ‘negativo’ o ‘agotador emocionalmente’?
Sí / No
10. ¿Te cuesta celebrar o apoyar sinceramente los logros de los demás sin compararte?
Sí / No
Interpretación de los resultados del test
0-3 puntos: eres una persona relacionalmente saludable
Tienes un estilo relacional equilibrado y respetuoso. Aunque no eres perfecto, buscas mejorar y conectar desde la empatía.
4-6 puntos: tienes algunas conductas que hay que revisar
Hay ciertos patrones que podrían estar generando fricción en tus relaciones. La autoconciencia y el cambio están a tu alcance.
7-10 puntos: existe una alta probabilidad de toxicidad relacional
Tus relaciones podrían estar marcadas por comportamientos que causan daño o desgaste. Reconocerlo no es motivo de culpa, sino una gran oportunidad para crecer y mejorar.
Qué hacer si detecto comportamientos tóxicos en mí
• Autoconocimiento: reflexiona sobre tu forma de actuar y de relacionarte.
• Responsabilidad emocional: no culpabilices al entorno, trabaja tu parte.
• Pide ayuda profesional si detectas patrones repetitivos que no logras cambiar.
• Practica la empatía, la escucha y el respeto por los límites de los demás.
«Ser una persona tóxica no es una etiqueta, es una señal de alerta sobre cómo nos relacionamos con los demás», recuerda Gil Bóveda. Por eso la psicóloga explica que todos tenemos la capacidad de cambiar, crecer y construir vínculos más sanos. «Este test es solo el primer paso: lo importante viene después, cuando decides transformarte», concluye.
Por su parte, la psicóloga Laura Marlasca, de Cepsim Psicólogos, asegura que una persona es tóxica cuando su modo de ser, de estar, de relacionarse consigo misma y con el exterior y su modo de ver el mundo en general «es directa o indirectamente perjudicial, dañina, patológica y agresiva». Según la experta, en qué lugar se colocan estas personas dentro de sus relaciones y cómo son «afecta al desarrollo psicológico, emocional o social de quienes entran en contacto con ella» dentro de cualquier relación, ya sea personal, laboral, familiar o de pareja.
Las principales características de la comunicación y conducta de las personas tóxicas , o que les hacen serlo en relación con los demás son:
– Ausencia o distancia emocional: «No atienden a las demandas y necesidades del otro, a no ser que coincidan con las suyas», indica Laura Marlasca.
– Manipulación/chantaje emocional: Tal como dice la psicóloga, las personas tóxicas utilizan al otro para su propio beneficio de forma que sus necesidades quedan invisibilizadas y no son cubiertas: «Se colocan en posiciones de víctimas, generando culpa, inseguridad y confusión».
Además, usan la discusión, las comunicaciones con agresión directa o indirecta, donde aparezca o pueda llegar a darse el menosprecio y no reconocer la valía de las personas con las que está, apoyándose en la ironía, la mofa o burla. «Esto impide un espacio de comunicación seguro en el que las otras personas puedan expresar sus opiniones, vivencias e ideas. Generan vulnerabilidad, inseguridad, desprotección», cuenta.
Por tanto, son personas rígidas y autoritarias que ponen en escena conductas abusivas ya que no permiten una negociación o dan su brazo a torcer. Con sutileza o de manera más clara, «subyace de sus mensajes amenaza con el abandono», desamparo. También, según la experta, ponen en cuestión las capacidades de los demás con el objetivo de establecer relaciones que les hagan ser necesarios, «fomentando el sentimiento de inutilidad y dependencia».
«Son controladoras y desconfiadas porque revisan a través de preguntas si les están diciendo la verdad o no están siendo sinceros con ellas. Entre sus características, también se encuentra que proyectan sus emociones de malestar, frustración e incapacidad en las personas con las que conviven y no permiten que estas disfruten y se diviertan si ellas no sienten nada que les haga disfrutar, relajarse o divertirse», comenta Marlasca.
En este sentido, Marlasca explica que que se puede dejar de ser una persona tóxica haciendo un trabajo de identificación y análisis amplio y profundo que nos permita darnos cuenta de por qué nos relacionamos de este modo y no desde el respeto, la igualdad, la colaboración, la negociación y la expresión y petición de intereses y necesidades. Para llegar a tener relaciones sanas y satisfactorias con los y las demás, apunta Marlasca que tenemos que conseguir tener una buena relación con nosotros mismos : «Probablemente será necesario el apoyo de nuestro entorno y que ese camino lo hagamos acompañados de profesionales que nos ayuden y acompañen, puesto que los procesos emocionales son complicados», explica.
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