Zelenski denuncia que Moscú está mezclando cuerpos de soldados rusos en las devoluciones de cadáveres ucranianos

Rusia entregó 20 cadáveres de sus propios ocupantes a Kiev, haciéndolos pasar por soldados ucranianos caídos. Algunos de los ‘extras’ incluso llevaban pasaportes rusos Leer Rusia entregó 20 cadáveres de sus propios ocupantes a Kiev, haciéndolos pasar por soldados ucranianos caídos. Algunos de los ‘extras’ incluso llevaban pasaportes rusos Leer  

El presidente de Ucrania ha denunciado que hay 20 ciudadanos rusos entre los aproximadamente 6.000 militares ucranianos caídos en combatedevueltos por Moscú durante las dos últimas semanas. Algunos de los extras incluso llevaban pasaportes rusos, aunque el Kremlin afirma que «esto no puede haber sucedido». Moscú está intentando así inflar artificialmente el número de bajas militares ucranianas, sostiene Volodimir Zelenski.

Es la enésima polémica de ambos bandos a raíz de la devolución de cuerpos de combatientes y víctimas de la guerra. Rusia ha criticado que Ucrania no ha devuelto restos mortales de fallecidos rusos mientras que Kiev ha explicado que esta cuestión fue tratada en las conversaciones de principios de mes en Estambul aunque nunca se fijó una fecha para ello.

«Durante esta repatriación de los cadáveres, 20 de los que nos fueron devueltos como soldados ucranianos caídos resultaron ser rusos, y uno era un mercenario extranjero«, dijo el presidente ucraniano en un mensaje publicado en su cuenta de X.

Zelenski cree que estos trucos representan para Rusia una excusa para ganar tiempo. «Cuantos más intercambios haya, más podrán demostrar a Estados Unidos que el proceso diplomático está en marcha y que las sanciones se retrasarán y, mientras continúen los intercambios, las reuniones a nivel de líderes se pospondrán, porque está claro que no conviene a Rusia».

Tanto Rusia como Ucrania compiten desde hace semanas en una demostración pública de disposición a negociar un show de un solo espectador: Donald Trump. Ambos actores pugnan por posar como partidarios de cesar la guerra. Putin propuso conversaciones en Estambul, Zelenski subió la apuesta presentándose en la capital turca. Ambos bandos no acordaron nada salvo este intercambio de prisioneros, un goteo que ambas partes escenifican una y otra vez culpándose mutuamente de incumplimientos. El Kremlin todavía cree que puede obtener condiciones de resolución más favorables. Ucrania confía en mantener la colaboración de EEUU aunque sólo sea de manera parcial. Rusia no puede alcanzar un acuerdo ahora porque tiene razones para pensar que puede lograr una más ventajoso más adelante. Ucrania sabe que Rusia no busca un compromiso pero tiene que fingir que participa en esas esperanzas para no enfurecer a Trump de nuevo.

Putin mantiene buena interlocución con Donald Trump, ante quien se ha ofrecido incluso para mediar entre Irán e Israel. Pero en el frente interno el líder sigue con el mensaje imperialista que cabalga con especial descaro desde 2022. El viernes dijo que en su opinión toda Ucrania es «nuestra» y advirtió que, tras el avance de las fuerzas rusas, podría tomar la ciudad ucraniana de Sumy como parte de un intento por crear una zona de amortiguación a lo largo de la frontera. El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania denunció las declaraciones como evidencia del «desdén» ruso hacia los esfuerzos de paz estadounidenses y dijo que Moscú estaba empeñado en apoderarse de más territorio y matar a más ucranianos. «Allí donde un soldado ruso pone un pie, sólo trae consigo muerte, destrucción y devastación», afirmó Andrii Sybiha. Contestaba así a Putin, que recordó en público que «tenemos un dicho, donde pisa un soldado ruso, ahí pisa el nuestro».

Mientras Putin saca pecho y sus proyectos de agresión recaban los aplausos del público en el foro de San Petersburgo, Moscú y Kiev siguen posando ante Trump como dos países capaces de alcanzar incluso algún acuerdo: aunque sea sobre cómo devolver a casa a las víctimas de sus disparos.

A diferencia de Ucrania, Rusia entierra en sigilo a sus soldados muertos. Para un país que evita llamar «guerra» a la invasión más importante que ha ocurrido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, las noticias de intercambio de cadáveres son un estorbo en el dócil panorama mediático. Pero, de puertas afuera, le sirve para promover la narrativa de que Ucrania está perdiendo más soldados que Rusia.

Tras descubrirse la mezcolanza de cadáveres, Zelenski ha reaccionado rápido para intentar desmontar los desmoralizantes conteos rusos. «Esta mentira está documentada; algunos de los cadáveres incluso tenían pasaportes rusos», ha explicado Zelenski en su declaración, acompañada de la imagen de uno de estos documentos. «Cuando les decimos que nos han entregado ciudadanos rusos, lo niegan. No es un caso aislado. Creemos que lo hacen deliberadamente, para que parezca que tienen más muertos nuestros«, añadió.

«Por ejemplo, hay un mercenario israelí que luchó en su bando. Es ciudadano israelí y tiene documentos israelíes. Aunque nos dijeron que solo eran civiles ucranianos y militares. Pero eso es mentira, ya consta en acta», dijo Zelenski. «A veces, incluso tienen pasaportes rusos. Esto significa que no pueden verificar a quién envían, dado el gran número de personas. Es necesario un examen. Y, sinceramente, no sé cuánto tiempo llevará», añadió el presidente ucraniano. A los periodistas presentes en la reunión se les mostraron como prueba los pasaportes de ciudadanos rusos y otros documentos encontrados junto a los cuerpos.

No es la primera vez que Ucrania afirma que, durante el intercambio de cadáveres de militares en virtud de los Acuerdos de Estambul, Rusia entregó los cuerpos de soldados rusos a Ucrania. Así lo declaró el ministro del Interior, Igor Klimenko.

El nacionalista Vladimir Medinsky, asesor del presidente ruso y jefe de la delegación rusa en las conversaciones con Ucrania, comparó las declaraciones de la parte ucraniana con la propaganda de Goebbels. Sugirió que lo que ocurrió fue que «el cuerpo de algún combatiente nuestro, simplemente fue recogido en el campo de batalla, y entonces los propagandistas ucranianos recordaron el manual que les enseñaron».

La preocupación ucraniana está ahora junto a la frontera con la región rusa de Kursk. Putin dijo que las fuerzas rusas están creando una zona de amortiguación en la región de Sumy para proteger el territorio ruso: «El próximo paso es la ciudad de Sumy, el centro regional. No tenemos la tarea de tomarla, pero no lo descarto». En medio de este discurso anexionista, no olvidó su esporádica oda a la fraternidad entre ambos vecinos. Rusos y ucranianos son «un solo pueblo», repitió. Horas después tropas rusas capturaron otro pequeño asentamiento en la región oriental ucraniana de Donetsk.

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