El Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido por la española Nadia Calviño, se convirtió ayer en protagonista de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea en Luxemburgo, una cita en que los titulares de esa cartera de los Veintisiete, en calidad de gobernadores de la entidad, dieron luz verde a elevar su techo de financiación este año hasta una cifra “récord” de 100.000 millones de euros y triplicar la financiación destinada a seguridad y defensa con respecto al año pasado, hasta los 3.500 millones de euros.
La institución presidida por Nadia Calviño triplicará su inversión en seguridad
El Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido por la española Nadia Calviño, se convirtió ayer en protagonista de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea en Luxemburgo, una cita en que los titulares de esa cartera de los Veintisiete, en calidad de gobernadores de la entidad, dieron luz verde a elevar su techo de financiación este año hasta una cifra “récord” de 100.000 millones de euros y triplicar la financiación destinada a seguridad y defensa con respecto al año pasado, hasta los 3.500 millones de euros.
Entre estos proyectos defensivos que baraja el BEI, uno de ellos es un “importante” acuerdo que espera poder anunciar “muy pronto” con la empresa española Indra, aunque de momento la exvicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez rechazó dar más detalles sobre la operación.
La institución apoyará el desarrollo de una base militar en Lituania con el despliegue de tropas alemanas
“Estamos trabajando estrechamente con la compañía Indra y espero que pronto podamos anunciar un acuerdo de financiación importante en el ámbito de la seguridad y la defensa”, declaró Calviño al llegar a la reunión ministerial, la última que se celebra bajo la presidencia polaca de la UE, que se ha concentrado particularmente en la cuestión de la seguridad europea.
El de Indra sería uno de los que forman parte de lo que Calviño definió como una cartera “muy sólida” con unos 80 proyectos, de los cuales 32 son “emblemáticos”. El movimiento llega después de que la mayoría de los líderes de los países europeos, entre ellos España, pidieran al BEI que aumentase su financiación a la industria de defensa de la UE. En el plan de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para financiar el rearme del continente, también contaba con recurrir al BEI para este propósito.
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La institución, por el momento, no puede invertir directamente en armas o municiones para mantener su reputación frente a los inversores. Sin embargo, sí está apostando por financiar gastos en infraestructuras y tecnologías sin tener que demostrar un uso dual, como por ejemplo cuarteles, hospitales y centros de investigación del ámbito militar. De hecho, recientemente aprobó la financiación de una importante base para la OTAN en Lituania, uno de los países más alarmados por la amenaza rusa. Se encontrará no muy lejos de la frontera con Bielorrusia y será el lugar donde tropas alemanas estarán desplegadas de forma permanente en suelo extranjero por primera vez desde la época del ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, en vísperas de una cumbre de líderes de la OTAN que arranca este martes en La Haya, y en el que –pese a la oposición de España– los aliados podrían cumplir el deseo de Estados Unidos de aumentar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB, la presidenta de la entidad defendió que han “integrado” el objetivo de seguridad y defensa dentro “del núcleo duro de objetivos del Pacto Europeo de Inversiones y, a partir de ahora, los objetivos que se marquen se fijarán anualmente por parte de nuestro consejo”.
“Nuestro objetivo para el 2025 es alcanzar el 3,5% del total de la financiación, unos 3.500 millones de euros”, apuntó Calviño, recordando que esto supone “triplicar” la financiación del BEI en seguridad y defensa respecto al 2024.
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