Hay coches que no necesitan rugir ni presumir de líneas deportivas para captar miradas. A veces, basta con un camuflaje bien estudiado de la carrocería para atraer la atención de conductores y peatones. Esto es lo que ha ocurrido con un misterioso vehículo que circulaba hoy miércoles por Barcelona. Concretamente, ha sido fotografiado a primera hora de la mañana cuando se desplazaba por la Avinguda Diagonal, cerca de la Plaça Francesc Macià.
Las marcas prueban sus nuevos modelos en condiciones reales, ocultando su diseño para evitar el espionaje industrial y alimentar la expectación
Hay coches que no necesitan rugir ni presumir de líneas deportivas para captar miradas. A veces, basta con un camuflaje bien estudiado de la carrocería para atraer la atención de conductores y peatones. Esto es lo que ha ocurrido con un misterioso vehículo que circulaba hoy miércoles por Barcelona. Concretamente, se lo ha podido fotografiar cuando se desplazaba por la Avinguda Diagonal, cerca de la Plaça Francesc Macià.
El automóvil en cuestión está cubierto por un vinilo en blanco y negro con patrones geométricos y formas estrelladas que están diseñados para confundir el ojo humano, de modo que no se puedan distinguir bien las formas del coche, cuya identidad se quiere preservar. Como es habitual en estos casos, el nombre de la marca y el logotipo han desaparecido por completo. Incluso observando las imágenes con detenimiento, resulta complicado identificar el modelo, pero bien podría tratarse del nuevo Nissan Leaf, ya que la marca todavía mantiene un centro de desarrollo en Barcelona y podría estar haciendo pruebas con esta unidad.. El diseño de las llantas es similar al del renovado modelo de la marca japonesa.


Este tipo de recubrimiento es habitual cuando las marcas quieren poner a prueba sus futuros modelos en carretera abierta sin revelar sus secretos antes de tiempo. El objetivo no es otro que evitar filtraciones y proteger la innovación frente a la competencia.
El coche que este miércoles ha sido avistado en la Avinguda Diagonal, cerca de Francesc Macià, podría ser un Nissan Leaf
Durante estas pruebas, los prototipos recorren todo tipo de escenarios, desde el tráfico urbano más denso hasta vías rápidas y carreteras secundarias. También es habitual verlos en rutas de montaña o en trayectos especialmente exigentes por carreteras con constantes cambios de altitud y condiciones climáticas variables.
El objetivo es someter al vehículo a situaciones reales y extremas para comprobar la fiabilidad de todos sus sistemas, desde la suspensión hasta la gestión de la batería, pasando por la respuesta de la electrónica y la seguridad en diferentes entornos.

Estos ensayos no se limitan a la vía pública. Las marcas utilizan pistas de pruebas especializadas, donde pueden simular desde firmes en mal estado y adoquines hasta lluvias intensas, polvo o temperaturas extremas -tanto calor como frío-, garantizando así que el modelo responde correctamente ante cualquier circunstancia.
En paralelo, el camuflaje debe adaptarse a la normativa de circulación. Es decir, todos los prototipos están obligados a llevar intermitentes y luces de freno plenamente funcionales, así como un conjunto completo de sensores, independientemente de los métodos empleados para ocultar el diseño.
Para alimentar el misterio, los vehículos camuflados circulan sin logotipo ni nombre de la marca, pero cumplen la normativa de tráfico
Además, no pueden taparse las tomas de aire ni cubrirse las salidas de ventilación del interior, para garantizar tanto la seguridad como el correcto funcionamiento del vehículo durante las pruebas, que en definitiva es lo que se busca con esta puesta en escena.
Aunque lo más habitual es recurrir a vinilos con patrones geométricos y colores llamativos para despistar a curiosos y fotógrafos, algunas marcas han optado por soluciones mucho más originales. Skoda, por ejemplo, llegó a camuflar una unidad del Scala con un grafiti multicolor, convirtiendo el prototipo en una auténtica obra de arte urbano sobre ruedas y atrayendo aún más miradas de las habituales.

Otras firmas prefieren modificar físicamente la carrocería de sus prototipos añadiendo planchas y elementos extra que alteran sus proporciones y rasgos principales. Con este sistema, el coche pasa mucho más desapercibido en la calle, ya que resulta casi imposible reconocer sus líneas definitivas. Así lo hizo BMW con el Serie 5 GT, desdibujando por completo su silueta antes de su presentación oficial.
Motor