Posicionar en el nuevo modelo de competitividad global que está definiendo la IA generativa no es opcional: es una necesidad estratégica. Este nuevo paradigma determinará los ganadores y perdedores de las próximas décadas. Es por eso que gobiernos, instituciones y organizaciones de todo el mundo están articulando políticas públicas para impulsar la adopción y el desarrollo de la IA.
Posicionar en el nuevo modelo de competitividad global que está definiendo la IA generativa no es opcional: es una necesidad estratégica. Este nuevo paradigma determinará los ganadores y perdedores de las próximas décadas. Es por eso que gobiernos, instituciones y organizaciones de todo el mundo están articulando políticas públicas para impulsar la adopción y el desarrollo de la IA.Seguir leyendo…
Posicionar en el nuevo modelo de competitividad global que está definiendo la IA generativa no es opcional: es una necesidad estratégica. Este nuevo paradigma determinará los ganadores y perdedores de las próximas décadas. Es por eso que gobiernos, instituciones y organizaciones de todo el mundo están articulando políticas públicas para impulsar la adopción y el desarrollo de la IA.
En China, la estrategia AI+, inspirada en la de Internet+ de años atrás, se está debatiendo intensamente. El enfoque chino destaca por su pragmatismo: más orientación en resultados concretos y menos retórica que las aproximaciones norteamericanas. Como afirma Ya-Qin Zhang, decano fundador del Instituto para la Investigación en IA Industrial de la Universidad de Tsinghua (AIR), los expertos chinos consideran que la AGI (inteligencia artificial general) todavía tardará. La aproximación china a la IA está pues mucho más centrada en resolver problemas concretos de crecimiento económico y modernización industrial. Hace poco a Qiushi, el órgano oficial del Partido Comunista chino, el vice primer ministro a cargo de la ciencia, decía: “China no seguirá ciegamente las tendencias ni participará en una competencia internacional sin restricciones”.
La aproximación china a la IA está centrada en resolver problemas de crecimiento económico y modernización industrial
En este contexto, China apuesta por dos direcciones. La primera, más visible, tiene carácter disruptivo: apuesta por moonshots como nuevos modelos de IA, interfaces mente-cerebro mediante biochips, neuroIA, algoritmos que imitan la estructura neuronal humana. La segunda dirección, menos espectacular pero mucho más interesante, parte de un diagnóstico claro: el país no puede ganar, a corto plazo, la carrera por el mejor chip ni para el mejor modelo. Pero puede romper el monopolio tecnológico norteamericano a través de la apertura de modelos como DeepSeek, de código libre y altamente competitivos. Y sobre todo, puede destacar en la adopción masiva y aplicada de la tecnología.
Como subraya el profesor a Jie Tang en Qiushi, el valor no radica en crear el mejor modelo, sino en ser el primero en aplicarlo a escenarios concretos. Si China puede hacerlo antes que nadie –en industria, servicios o educación–, puede alcanzar posiciones dominantes de difícil erosión, como demuestra el éxito global de TikTok. Tang defiende una estrategia de fausto follower, en que DeepSeek y otros modelos pueden no igualar a GPT-4, pero sí ofrecer prestaciones comparables. La ventaja competitiva proviene de adoptar y aplicar, no solo de la investigación.

Leon Neal / Getty
Habría que preguntarse si esta no tendría que ser también nuestra estrategia y fomentar tanto como podamos el uso de estos modelos y la creación de agentes, en la industria, las ciudades, la administración, la educación, la sanidad… impulsando la creación de nuevo talento con la educación y por supuesto las startups que busquen crear valor aplicando la IA. La carrera ya ha empezado. Quizá no ganaremos inventando, pero podemos liderar aplicando.
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